Kawasaki o Suzuki

 

Por el renacer de la cultura del debate en Cuba

Yenisel Rodríguez Pérez

Foto: wikipedia.org

HAVANA TIMES — “¿Cual moto es más veloz, la Kawasaki o la Suzuki?”

De esta forma se puede representar el sentido que se le da en la cultura juvenil a los debates entre amigos. La cuestión no es si el tema es trascendental o no. Eso es un asunto de gustos. Lo que está en juego es el tipo de relación que se quiere establecer con el otro.

Competición sin tregua desde el “sí porque sí.”

Se parte de una verdad falsa desde la cual poder confrontar al otro. No es que se renuncie a los afectos amistosos, esto sigue siendo lo más importante.

Lo que sucede es que sólo se disfruta cuando habita en un ambiente jerarquizado. Donde todos luchan por ser el más competente, el mejor.

En el fondo no se defiende algo por que sea legítimo en sí. En el tema de las Kawasakis y las Suzukis no cuenta ninguna razón de fondo, solo la posibilidad de medir la violencia del unilateralismo, al lograr que mis argumentos (¡sin argumentos!) sean reconocidos por la mayoría.

Generalmente la moto que más corre es aquella que defiende el que más alto grita, el que más argumentos de “si porque si” logra hilvanar o la de aquel que siempre es escuchado por premiar sustanciosamente a sus partidarios.

Hoy en los barrios cubanos las discusiones Kawasakis-Suzukis estan centrados en las ligas europeas de futbol profesional. Las motos y sus velocidades ahora se presentan como futbolistas, equipos y sus records.

El Barcelona o el Madrid, cual es el mejor equipo.

“El Barcelona es el mejor equipo porque sí!”

O sea, será el mejor equipo aunque pierda la semifinal de la Champion o pierda la liga española, las mismas competiciones que lo han hecho ganador. El Madrid es insuperable aunque haya perdido…, “es mejor porque es el mejor.”

Cada día, desde el amanecer hasta el atardecer muchos en Cuba, y en casi todo el mundo, se ofrecen un afecto lacerante, asumiendo culturas diversas, obviando de éstas todas aquellas dimensiones que no sean útiles para la competición infinita del sí porque sí.

Distanciarse de estos modos afectivos implica perder cuotas de normalidad ante las mayorías.

¿Qué hacer, entonces, cuando uno le va al Barcelona o al Madrid, a la Kawasaki o a la Suzuki por otras razones que no son precisamnete las de Yo soy el mejor, los míos son los mejores, lo mejor, mejor… mejor…?

 

Yenisel Rodriguez

Yenisel Rodriguez Perez: He vivido siempre en Cuba, con la excepción de varios meses del 2013 cuando estuve con mi padre en Miami. A pesar de las noventa millas que separan a una ciudad de otra, en ambos sitios encuentro motivos profundos para asumir una militancia política y popular. Mi encuentro con la Antropología Sociocultural hace 8 años atrás, me ha alistado en el compromiso de amor a la diversidad cultural.

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4 thoughts on “Kawasaki o Suzuki

  • Chico yo no se si el Barcelona es mejor que el Real Madrid, o si la Kawasaki es mejor que la Suzuki, de lo que estoy segura ahora mismo es que se le acabó la fiesta a Industriales jajajjaaj

  • Ni Kawasaki ni Suzuki, las motos de verdad son Guzzi y Ducati, ni Real Madrid ni Barcelona solo la Juventus

  • Buen punto, aunque el mensaje de trasfondo es quien mas grita es el que tiene la razon.
    Sera ese uno de nuestros defectos como pueblo, el no escuchar lo que los otros tiene que decir y pensar que somos infalibles y no nos equivocamos? Ejemplos de eso sobran….

  • Deja la gracia, qué es eso!

    A lo que es, traslademos eso a las preferencias electorales en la mayoría de los países subdesarrollados o en vías de sub sub desarrollo: un grupo de alimañas tratando de ganar el voto de los incautos para hacerse de la plata, del poder$$$, de la garantía que implica llenar varias cuentas bancarias en distintos países del mundo para asegurar la holgadísima subsistencia al menos a dos generaciones de los suyos. Y los argumentos para ganar el afectosísimo voto de la población radican en que los otros son peores, desde su perspectiva; el de enfrente contraataca con un argumento rotundo, “aquel que nos descalifica es peor que nosotros”… y así infinitesimalmente. El nivel de discusión en los niveles más altos de la política, entendamos así a las disputas económicas entre gobiernos ingerencistas, se dan bajo esa clase de discursos, sin argumentos, sin fundamento de peso que radique en la teoría, en la inteligencia, en la calidad moral y en el conocimiento; no, de eso no hay ni pizca. Ese patrón se ha trasladado hace tiempo a las escuelas, no importa si el nivel instruccional es primario o universitario: más de una ocasión ese tipo de confrontaciones puramente viscerales las he notado en los cursos de posgrado. Es un mal bien propagado, de pronto hasta en HT se ve, se nota!

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