Si de sinopsis se trata

Yanelys Nuñez Leyva

Dólares de arena.  Foto: cinedominicano.net
Dólares de arena. Foto: cinedominicano.net

HAVANA TIMES — Si uno se guía por las sinopsis de ciertas películas, puede llegarse a imaginar un filme completamente diferente al original.

Esta confusión me ha sucedido en varias ocasiones, pues el olfato de uno se va educando con esos tropiezos.

Así que al relatarles una de mis experiencias más recientes, espero que me ayude a reflexionar sobre el asunto.

El filme protagonista de este evento se titulaba “Dólares de Arena”, dirigido por Israel Cárdenas y Laura Guzmán y cuya denominación debía de haberme conducido a la sospecha, pero que como siempre ocurre, no tuve en cuenta.

En primera instancia lo había escuchado nombrar en una de las emisiones del canal Telesur en el cual se referían de manera laudatoria.

Luego, observé la sinopsis publicada en el diario del 36 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que transcurre por estos días, y ya no tuve dudas, tenía que ver la película actuada por la Geraldine Chaplin, hija de ese gran genio del cine, que fuera recordado por su enigmático personaje de Charlot.

El redactor de dicha síntesis nos dice:

“Noelí, una joven dominicana de 20 años, mantiene una relación con Anne, una mujer extranjera mucho mayor que ella. Y aunque ninguna de ellas considera esa relación como un acto de prostitución, en realidad representa una de las pocas oportunidades de empleo para jóvenes en una economía que opera con varias formas de explotación.”

No tengo ningún problema con el principio y el final del texto, el meollo del asunto se encuentra en el centro, cuando refiere que la relación para nada está mediada por el interés monetario.

Y es que desde los primeros minutos del metraje uno se percata de las intenciones de la para nada inocente jovencita y las maneras de pagar sus favores que posee su setentona compañera de reparto.

No hay metáfora ni sutileza en ese asunto, todo está claro, con más o menos dulzura, las cosas están bien transparentes entre las dos.

O por lo menos yo lo vi así.

En todo caso la película se queda en la superficie de lo que pudo haber sido un buen tema a cuestionar.

Los malos, o mejor dicho los que están condicionados a actuar de forma pérfida son los pobres negritos del Caribe, y los que reciben dichos malos actos, son los buenos extranjeros que tienen una vida demasiado fría, allá por sus tierras, y solo reciben “verdadero” calor humano de este lado del planeta, aunque sea solo parte de un gran canje.

La película cae en el remanoseado cliché, y trata de provocar en el espectador pena por la marchita mujer que ama sin ser correspondida y que se hunde rápidamente en una soledad acentuada por el peso de los años.

Nada, que hay que estar concentrado cuando se escribe sobre algún tema, y más, si lo que escribes funciona como referencia para ojos expectantes.

Yanelys Nuñez

Yanelys Nuñez Leyva: Escribir es exponerse, desnudarse ante la mirada inquisitiva de todos. A mí me gusta escribir, no porque haya desarrollado una verdadera afición por el nudismo, sino porque me fascina componer palabras, pensarme historias, frases que conmuevan, imágenes que provoquen disímiles sensaciones. Aquí tengo un espacio donde hablar de arte, de la vida, de mí. Al final, sentirse bien con lo que uno hace es lo que importa; ya sea con ropa o sin ella.

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