A propósito de una Muestra de cine 3D en La Habana

Yanelys Nuñez Leyva

cartel-salonHAVANA TIMES — Una obra de gran interés presentada en días pasados dentro del 6to Salón de Arte Cubano Contemporáneo fue la Muestra de cine 3D. [1]

“Ese evento cultural sin fines de lucro –dirigido a todo tipo de público- generado por el artista Francisco Masó, exhibió una selección importante de producciones cinematográficas relevantes de la Historia del Cine, sin las cuales sería imposible narrar el desarrollo del Séptimo Arte”.[2]

Los populares espacios por cuenta propia dedicados a la exhibición de filmes en 3D, fueron cancelados hace menos de un año por una caprichosa prerrogativa gubernamental que alegaba, entre otras cuestiones, la no autorización de este servicio dentro de la licencia de Operador de equipos de recreación infantil ni dentro de cualquier otra.

La “pobreza cultural” de los materiales desplegados en estas salas de cine, también fue otro de los argumentos que se manejaron para “cortarlos de un tajo”.

Desde la aparición del 3D en La Habana se evidenció, sin lugar a dudas, un gran impacto en los capitalinos, pues nacía con él una nueva escena para el esparcimiento dentro de las escasas opciones existentes.

Por tal razón, esta primera edición de la muestra, llama la atención sobre tópicos como el ocio, la banalidad, el gusto, el consumo cultural y otras problemáticas relacionadas con nuestra cotidianidad.

Para las proyecciones fílmicas, uno de los pequeños salones del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, tuvo que ser acondicionado pues en esta institución no existía el lugar idóneamente equipado. Ese hecho se encuentra muy a tono con el “carácter doméstico y alternativo de las numerosas casas de cine 3D que ya son historia, las cuales devinieron de espacio privado a público”.[3]

No quiero dejar de comentar un detalle significativo de este evento que es: el criterio de selección de las películas, el cual estuvo estrechamente vinculado a las diferentes maneras de expresarse que tiene el ejercicio del Poder.

Michel Foucault en uno de sus textos nos menciona tres de esas expresiones que describen con exactitud lo dicho anteriormente: “el individuo sojuzgado por el poder estatal (caracterizado por él como individualizante y totalizante); el individuo sujeto a otro por control y el individuo constreñido a su propia identidad”.[4]

Con esta propuesta Francisco Masó se vale de la institución arte no solo para dialogar sobre un tema vetado, sino que aprovecha los valores del “cine de arte” (El acorazado Potemkin; 1984; La vida de los otros, Ciudadano Kane etc.) que son defendidos por la Política Cultural Cubana para inocular su veneno.

De esta forma también inicia una cruzada crítica contra aquellas prácticas coercitivas, censuradoras y antojadizas que tronchan cualquier idea o iniciativa humana.
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[1] La muestra se efectuó del 12 al 25 de septiembre de 2014 en Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, sita en San Ignacio 352 esq. a Teniente Rey. Habana Vieja, Cuba.

[2] Fragmento del texto de presentación de: Muestra de cine 3D, encontrado en los sueltos promocionales.

[3] Cita no textual de una entrevista con Francisco Masó.

[4] Foucault, Michel. El sujeto y el poder. (texto en formato digital)

 

Yanelys Nuñez

Yanelys Nuñez Leyva: Escribir es exponerse, desnudarse ante la mirada inquisitiva de todos. A mí me gusta escribir, no porque haya desarrollado una verdadera afición por el nudismo, sino porque me fascina componer palabras, pensarme historias, frases que conmuevan, imágenes que provoquen disímiles sensaciones. Aquí tengo un espacio donde hablar de arte, de la vida, de mí. Al final, sentirse bien con lo que uno hace es lo que importa; ya sea con ropa o sin ella.