Y más nunca supimos de Hermenegildo

Por Erasmo Calzadilla

En los días recientes a mi expulsión de la Universidad hizo su aparición como comentarista de mis diarios alguien que se hacía llamar Hermenegildo. De la forma en que esta persona escribía, lucía como si fuera alguien de la escuela, un alumno o un profesor quien ofendía con tanta osadía. Sin embargo no hay nadie en la Universidad donde trabajaba con tal nombre.

Y es que Hermenegildo o no es de allí y se hacía pasar por tal, o era de allí y escribía sus valientes puyas tras la máscara de un pseudónimo.

Hermenegildo fue un difamador poco dado a la reflexión, que hacía comentarios tontos como el de que todos en la escuela se alegraban de mi expulsión.

Fue entonces que lo invité a una especie de controversia pública aquí en las páginas del Havana Times. Le propuse que, ya que se dignaba a escribir en este diario digital, aprovechara y expusiera sosegadamente las razones que llevaba a la institución y a él, a odiarme y a expulsarme de la manera en que lo hicieron.

Pero nunca más supimos de este ser.

Gané por no presentación, Hermenegildo nunca apareció, y alguno de los lectores debió pensar, que esos acusadores de Erasmo son burros buenos para dar coses y puñaladas cobardes, pero no para mucho más.

Yo he llegado hasta creer que aquello no fue más que una maniobra diversionista de la CIA para desprestigiar a los revolucionarios, porque la verdad es que esa de Hermenegildo no me parece la actitud a que me tienen acostumbrados los verdaderos comunistas.