Lección de cómo tender un puente

Verónica Vega

Imagen que circuló a propósito del 17 Dic. 2014HAVANA TIMES — Después de la visita del presidente Barack Obama, los comentarios corren como pólvora, encendiendo chispas de esperanza.

Que un mandatario extranjero se arrogue el derecho de mencionar (por primera vez en más de medio siglo) las necesidades reales de los cubanos, es mucho más que uno de tantos detalles “surrealistas” de nuestra historia. Es el triunfo implacable del tiempo y de la lógica.

Hay un antiguo aforismo que reza: “La mentira puede correr un año. La verdad la alcanza en un día”. Lo mismo vale para casi seis décadas de sugestión masiva.

La simplicidad de la verdad se abrió paso con la visita de Obama, y especialmente en su discurso desde el Gran Teatro de La Habana, escenario impuesto para disimular la simpatía que despertaba el dirigente político en la población de la Isla, simpatía que estalló en los gritos y rechiflas escuchados durante su visita a la catedral de La Habana, en un coro espontáneo de una multitud invisible, contenida y refrenada.

Una población acostumbrada a convocatorias políticas que no cambian la calidad de su vida y si acaso le garantizan su cuota de anodina supervivencia sin derecho a opinar sobre su entorno ni sobre su futuro, por primera vez observó con interés el desenvolvimiento de un evento diplomático.

Obama, en un discurso inmediatamente calificado en los medios nacionales de “superficial y mediático”, nos dio una lección de cómo se tiende un puente desde un pasado de conflictos. A pesar del rencor y las diferencias. Disolviendo, no de un golpe, sino con una sonrisa, ese muro fantasma del “eterno enemigo antimperialista”. Basándose en la vialidad de la razón, de la cercanía geográfica, y de la historia que une a ambos países.

EXILIO. Ilustración por Yasser Castellanos
EXILIO. Ilustración por Yasser Castellanos

Qué vergüenza que un presidente extranjero sea el primero en hablar del dolor de la familia cubana, dolor que el gobierno propio se encargó de incentivar en forma de rencor, división psicológica por medio de confrontaciones que no respetaban (ni respetan) nexos familiares, afectos ni necesidades humanas.

Qué vergüenza que un presidente extranjero sea el primero en dialogar (no con la oposición, algo impensable en un sistema cuya supuesta seguridad radica en desacreditar a todo el que disiente), sino con los empresarios privados, el primero que aparece en un programa humorístico y demuestra ser, no un semi dios inaccesible sin más familia que el pueblo (¿?), sino un hombre de carne y hueso con esposa e hijas (visibles), que puede incorporar una frase del argot cubano y saludarnos con un cordial: “¿Qué bolá?”

Pero, sobre todo, un político que menciona problemas concretos y propone soluciones inmediatas, que no habla de fingir que somos iguales, sino de convivir con nuestras diferencias. Un hombre que articula sin gestos exacerbados ni histrionismos, sin leer su discurso, sin apelar al eterno pasado, al eterno futuro, a eternos ideales que no visten ni calzan, y peor, que nos han arrebatado hasta la dignidad de actuar y vivir como pensamos.

Por supuesto que una visita y un discurso no son suficientes para tender los muchos puentes que se necesitan en Cuba después de tanta destrucción moral y física, pero la sugestión se rompió por unas horas demostrando que la verdad está aquí mismo y es el único atajo, no hacia un futuro idílico, sino a un presente palpable.

Veronica Vega

Verónica Vega: Creo que la verdad tiene poder y la palabra puede y debe ser extensión de la verdad. Creo que ese es también el papel del Arte, y de los medios de comunicación. Me considero una artista, pero ante nada, una buscadora y defensora de la Verdad como esencia, como lo que sustenta la existencia y la conciencia humana. Creo que Cuba puede y debe cambiar y que sitios como Havana Times contribuyen a ese necesario cambio.

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5 thoughts on “Lección de cómo tender un puente

  • “Qué vergüenza que un presidente extranjero sea el primero en hablar del dolor de la familia cubana, dolor que el gobierno propio se encargó de incentivar en forma de rencor, división psicológica por medio de confrontaciones que no respetaban (ni respetan) nexos familiares, afectos ni necesidades humanas”

    Sinceramente, esto te lo tengo que aplaudir.

  • Y que vergüenza que el principal causante de todo este armagedon escribiera ese panfleto y lo peor es que se lo publicaran. Yo no acabo de entender y si alguien tiene una idea por fa ayudeme. Veamos el panfleto tiene una clara intención de desacreditar al Presidente Obama y los pasos dados para terminar una época confrontativa pero esto se hizo con la acepta un del Presidente de facto pero presidente Raul Castro que es su hermano. El artículo de marras es una mezcolanza de sucesos, argumentos, reflexiones que evidentemente salieron de la mente de alguien que está demente, errático por lo general la demencia produce agresividad puede ser verbal y/o física
    Yo no entiendo como la dirección del PCC y el gobierno de Cuba permitió que se evidencias la incapacidad mental de Fidel Castro porque para escribir la cantidad de disparates que ese hombre anciano demente escribió ahí a mi como familiar de el me daría mucha vergüenza es como exponer a la burla pública porque otra cosa no se saca en cuenta. Después de 57 años pasando hambre comiendo hasta miwrd@ que inteligencia va a quedar sino seguir comiendo miwrda @ hasta que Dios quiera

  • ¡Bingo, Vero! Tu título es resumen magistral de la impronta que ha dejado Obama en nuestra cotidianidad. Su bien asesorado desenvolvimiento entre nosotros lega más de una lección, que tocará a nuestros políticos – y sociedad en general – saber asimilar para bien, aunque no acrítcamente. Conste.

    Ahora, no pierdas de vista un detalle: Hasta el viaje de Obama ningún jefe de gobierno estadounidense en funciones se había atrevido a tanto, ni parecían armados de la voluntad para hacerlo. Todos habían apostado a que funcionara el bloqueo/embargo, o sencillamente se habían resignado a que las cosas cambiaran por su propio peso. Y fallaron todos. Por acción o por omisión. Eso no habrá quién lo niegue.

    Obama deshizo ese entuerto de un plumazo, y con estancia en Cuba generó una bifurcación – ojalá que irreversible – entre un antes y un después.

  • Veronica,para mi usted es un claro ejemplo que cualquiera puede accede a la verdad.No la verdad de los que dicen no hay verdad,sino muchas verdades….y tratan de enredar lo que no es nada enredado con el discurso retorico tipo cantinflas,donde mezclan a los Tainos con Torquemada con el robo del Brillante del Capitolio y con masferrer…….y no dicen nada,solo lecciones de historia y para eso tergiversada !!!.Usted va al grano!!!.Claro,al parecer usted posee dos cosas muy importantes,que hay que cultivar,pues aunque son dones,todo lleva su cultivo: usted tiene: Buena volutad y sentido comun.Es importante el mensaje de Obama,que puede ser el de cuaquiera que crea en los valores proclamador por la Revolucion Americana y claro que calo profundo en la oscuridad panfletaria cubana.En verdad el pueblo cubano ama la libertad y le gusta la caridad.Es posibe que los cubanos se hayan dejado “magnetizar” por el Gran Simulador,pero eso fue temporal,muy temporal,prevalece,por suerte los valores cubanos,tan cercanos a los valores norteamericanos,nada que ver con la oppression y la oscuridad!!!Felicidades !!!

  • Nada que Obama le dio una patada al panal de avispas y le pasó la bola a Raúl Castro en su misma cancha. Contradictoriamente la dictadura le negó un minuto al pueblo con el perfomance de Tanía Brugueras y le dio 30 minutos a Obama para que hablara por nosotros.

    Lo que se hace con desespero cuando los dólares escasean.

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