El problema con la izquierda

Verónica Vega

Calle Galiano.  Foto: Juan Suárez
Calle Galiano. Foto: Juan Suárez

HAVANA TIMES — Cada vez que veo a un grupo de personas preocupadas por el futuro de Cuba, siento un soplo de esperanza. Cada vez que el debate llega al punto “izquierda… o todos los aparentes contrarios”, la conversación se envicia y las esperanzas para Cuba se escurren por el drenaje de los egos exaltados.

Leyendo el post del colega Pedro Campos «El éxodo de Cuba como respuesta a la “actualización”, noto la referencia a un pasado, a un sacrificio, a una ideología que desde su punto de vista establecen una jerarquía en el derecho a que su demanda sea escuchada.

Primero, como si el gobierno cubano hubiera escuchado alguna vez una sola demanda ciudadana. Segundo, como si la demanda fuese doblemente legítima por no efectuarse “desde la oposición tradicional a las ideas socialistas”, por una generación que hoy ronda “los 60-70 años” y comparte las mismas miserias del cubano de a pie, a pesar de que “no vaciló en dar un paso al frente cuando Girón, el Escambray, la Alfabetización, las Milicias…”

La diferenciación me resulta triste, porque ahonda la fragmentación que los cubanos hemos padecido por décadas y que nos ha impedido, no ya articular una sólida propuesta de cambio, sino hasta definir qué queremos cambiar, aunque básicamente todos vemos lo mismo: la incertidumbre económica de millones de ciudadanos, un país destruido, una sociedad que cada vez da peores muestras de incivilidad; una población envejecida y apática, una juventud que crece desarraigada, no siente responsabilidad por su país y apuesta por el exilio.

No puedo creer que luego de medio siglo de atosigamiento ideológico, de divisiones y confrontaciones que solamente han hecho daño a nosotros, (“el último escalón desposeído de la pirámide”), a estas alturas las definiciones ideológicas sigan impidiendo un acuerdo sobre cómo reaccionar ante lo que nos golpea (o hasta nos aplasta), hechos que no caen en el pantano de la subjetividad.

Hace años leí un aforismo sabio: “Para tener fe en tu propio camino, no necesitas demostrar que el camino del otro está equivocado”.

Al final, todos somos víctimas: los que entregaron incondicionales “miles de horas de trabajos voluntarios en los campos de caña, de café y tabaco”, los que nacidos con la revolución creímos en el paraíso comunista sin diferencias sociales donde no existiría el dinero y cada cual tomaría en una tienda solo lo que necesitara; los que emigraron legal o ilegalmente, dejando atrás todo lo que amaban.

Pienso que cuando se hace una demanda en nombre de los afectados por una revolución que ha demostrado su fracaso en todos los sentidos, todos tenemos derecho porque hablamos de una realidad que nos salta a la cara, de un tiempo irrecuperable, de nuestras vidas desperdiciadas. Y porque hablamos del país donde nacimos todos.

¿Qué nos impide –a los que nos interesa Cuba– ponernos de acuerdo sobre qué podemos hacer para intentar cambiar siquiera algo de todo lo que “tiene que ser cambiado”? Ni siquiera la desinformación, el miedo, o la manida estrategia de estigmatización política, podrían impedir que quienes no sienten indiferencia por Cuba logren articular redes donde se combinen acciones de reclamo civil y apoyo a los más necesitados.

Más que diferencias ideológicas o prioridades por sacrificio, podríamos simplificar el asunto al mínimo, y decir que enfrentamos problemas, y necesitamos soluciones. Nadie que aspire realmente al mejoramiento de su sociedad, pondrá ningún “ismo” por encima del consenso y el accionar colectivo, a no ser que tenga intenciones de dominio. Si la prioridad es el bien común, la voluntad del entendimiento y la unión tiene que ser la primera premisa.

Las grandes catástrofes demuestran cómo ante situaciones de tragedia, las diferencias de pensamiento son desplazadas por la urgencia de las acciones.

Veronica Vega

Verónica Vega: Creo que la verdad tiene poder y la palabra puede y debe ser extensión de la verdad. Creo que ese es también el papel del Arte, y de los medios de comunicación. Me considero una artista, pero ante nada, una buscadora y defensora de la Verdad como esencia, como lo que sustenta la existencia y la conciencia humana. Creo que Cuba puede y debe cambiar y que sitios como Havana Times contribuyen a ese necesario cambio.

25 thoughts on “El problema con la izquierda

  • Vero:

    Según entiendo, tu texto apunta a obviar las diferencias que entrañan los «istmos», para propiciar coincidencias en una tierra de nadie. Pero creo que el título traiciona la intención, cuando ubicas el «problema» en el extremo zurdo del panorama ideológico. ¿O es que la derecha está libre de pecado?

  • Estas ideas no pasan de ser bienintencionadas, nada más, no tienen valor práctico porque la realidad, nos guste o no, funciona de otra manera… desgraciadamente. Acabamos de leer un artículo con valor catártico, eso es todo.

  • veronica,menos mal que leo a algun cubano bien enfocado,sigue asi,eres joven pero tienes un pragmatismo rejuvenecedor aun habiendo recibido las 123 toneladas de basura ideologica que programaron los ideologos comunista que le tocaban a cada cubano nuevo.Esa es la cosa,derribar la dictadura,de arriba abajo y dejar que el pueblo de cuba se exprese.Lo que no se arregla en un ano,se arregla en cinco,pero entre todos y equivocandose y rectificando.Todos bien informados y con opciones donde elegir,o sencillamente,absteniendose.Libre para ir,venir quedarse o irse,ser comunista o liberal,etc,etc….no empezar poniendo ideologias ni programas antes de liberarnos y poder saber que quiere el pueblo de cuba.lo otro,es lo mismo.felicidades.!!!

  • Pero Isidro, es que todos los artículos de HT son de izquierda; anarcos o socialistas ¿Donde esta la derecha? ¿Quien ha hablado de capitalismo? Si creo que a estas alturas seguir utilizando términos que vienen de la Revolución Francesa está mas que anticuado.. Hoy TODOS los términos están anticuados y ya no se sabe que cosa es comunismo, capitalismo, socialismo ni izquierda ni derecha ni nada.
    Veronica que por lo general es catalogada de ilusa o romántica. Sus artículos siempre me demuestran que es la persona mas madura de HT.

  • …..el lado contrario tiene un discurso creo que peor….»como nosotros padecimos el exilio por no estar de acuerdo con el comunismo y hemos luchado por el cambio en cuba tenemos mas derecho a decidir y dirigir que todos esos cobardes que se quedaron en la isla…ademas ya conocemos el internet,la libertad y la democracia como tiene que ser y como se hacen los negocios y tenemos los billetes y el apoyo de nuestros buenos vecinos del norte asi que se tienen que hacer las cosas a nuestro modo o no hay arreglo….entendido»…..esta seria la opcion mas aceptable???….

  • A lo mejor para que «la realidad funcione» tenemos que dejar todos los «ismos».

  • Tony, tocas temas en los que de un modo u otro coincidimos. Pero precisamente porque Vero apunta a desembarazarse de definiciones al uso en el texto es que no logro asimilar la carga de culpa que, de una sola parte del espectro ideológico, declara la autora en su título. Para decirlo en cubano: hace falta que los bueyes aren más parejo. ¡juégaselo al canelo!

  • Eres estúpido o te haces, ella solo expresa lo que en verdad necesita nuestra patria que muere, la participación de todos sus hijos, sin discriminación, ni prioridades, todos trabajando para salvarla, Ay señor, que duro debe ser el anteponer un salario a los intereses de una nación….duermes tranquilo, miras a los ojos de los tuyos sin remordimientos?

  • eduardo:

    Este es el que a ti te gusta, que es el de los 4 viejitos:

    «Como nosotros estuvimos en el Granma y la sierra; y tomamos las armas para derrotar a Batista, tenemos todo el derecho a que en Cuba se haga lo que nos de la gana; y no darle cuentas a ninguno de los cubanos de la isla, ni de nuestra gestion economioca, ni de nuestras alianzas y contubernios politicos, ya sea con el terrorismo, las dictaduras latinoamericanas, o el manicomio coreano. la internet la administramos nosotros para que los cubanos vean lo que queramos,; y no lo que ellos quieren (Lo mismo para la radio, la tv y la literatura, falltaba mas). Para eso somos los que tenemos el patrimonio de la nacion a nuestra disposicion; y contamos con la seguridad, el ejercito, los chivatos por cuadra, los chivatientes, la policia; y para que todo luzca bonito, con las turbas de chusma que mandamos a golpear y vejar a los que disientan. Aqui todo se hace a nuestro modo; se negocian los principios que nos de la gana; al que no le guste, exilio, carcel tumba o mucho palo; y «el que no salte es yankee».

    Y si en el transcurso hay que lanzar un golpe nuclear preventivo contra los yankees; contrabandear armamento con los norcoreanos; o ayudar a la dictadura argentina a hundir un barco de la flota inglesa, puies se hace y ya; y sin que nadie tenga que dar opiniones.. Nosotros somos soberanos; y no tenemos que rendirle cuentas absolutamente a nadie.

  • Isidro, Estoy de acuerdo contigo, el titulo debió haber sido «El problema con los Castro». ¿Porqué el miedo de mencionar «el problema» con nombres y apellidos?. Si lo hubiese titulado así, no te hubiese dado pie a que le reclamaras a la derecha.

    Verónica pide cambios en un país donde los Castro, NO LOS PERMITEN, a no ser que primero Fidel, y ahora Raul junto con sus colaboradores del patio y los externos, que son los que «están pecando»,sean de derecha, a esa es a la Izquierda que Verónica se refiere, y a la que hay que culpar de lo que sufre el pais.

    Saca a la derecha de este rollo por el momento,(ya se sabe cómo piensa y lo que haría la der.), concéntrate solo en ¿porqué es que el Gobierno de los Castro-Ruz no le permiten ni a sus propios combatientes como a Campos a dar una sugerencia para arreglar el pais?.

    Creo que Veronica ha expuesto, con una sutileza muy fina, ese llanto que lleva por dentro todo cubano que ve a Cuba desangrarse, TODO por culpa de un loco-dictador con el apoyo de otros colaboradores sin conciencia que siguen haciéndoles creer que pueden seguir haciendo lo que Ellos quieran con la tierra de los cubanos.

  • Si, pero también es cierto que en los últimos 55 años nada mas que ha habido un buey. El de la izquierda. El único, Ademas cojo de la pierna izquierda y tuerto del ojo derecho. Nada mas que tira de ese lado. Tanto que ya se salio de la guardaraya y ni se sabe a donde va.
    Hace falta otro buey en la carreta. O varios. Y que todos tiren juntos. «Dale por el trillo venao»

  • “Para tener fe en tu propio camino, no necesitas demostrar que el camino del otro está equivocado”.

    Desde que tengo memoria el gobierno cubano siempre ha intentado demostrar que el camino de los demás está errado!!! Botón de muestra?, el Noticiero de las 8.00pm; allí en la internacionales se ve lo jodido que está el mundo, las huelgas de los estudiantes, la policía repartiendo golpes en los países capitalistas, los obreros en paro. luego vienen las noticias nacionales: la Cooperativa de Prod. Agropecuaria «Pimentón Rojo» de Remangalatuerca sobrecumplió el plan de recolección de boniatos, los ingresos del turismo fueron de tanto y más cuanto; en fin que el que se trague el cuento piensa que Cuba es el paraiso y el resto del mundo está…muy jodido!!!! Saludos.

  • Entiendo perfectamente lo que Veronica quiere decir, el discurso dominante en Cuba (de izquierda) es el que toca los resortes que anula cualquier otra postura. Para decirlo tecnicamente, te educan desde que naces con un programa al igual que una computadora , y al igual que una computadora, cuando tocan la tecla apropiada , te bloquean

  • Tony y Miranda:

    Un detalle: es que hay izquierda e «izquierdas». En teoría, Stalin y Trovsky se acomodaban ambos en ese mismo bote, pero recuerden cómo terminó el segundo por obra del primero…

  • Me defino como comunista y filosóficamente soy dialéctico materialista. Lo primero me lleva a disentir de muchas opiniones expuestas aquí, y lo segundo a tratar de entender por qué proceso mental pasan los que defienden esos puntos de vista.
    Existe en la filosofía dialéctico materialista las categorías filosóficas pares, dentro de ellas una de las que más se muestran en la vida son el par causa-efecto, por desgracia, intencionadamente o por ignorancia, se confunden en las diversas opiniones, el efecto con la causa, o se critica el efecto sin buscar sus causas, amén de valoraciones poco éticas y groseras que no tienen nada de profundidad ni seriedad.
    Que nuestra sociedad necesita cambios, eso no es un secreto para nadie, pero ¿qué cambios?
    Que los comunistas nos aferramos al poder?, eso es un absurdo, defendemos el poder alcanzado, ¿por qué no le piden al Rey de España, o al presidente de Grecia que abdique o le entregue el poder a los socialistas o comunistas, y están sumidos en una crisis económica generalizada?
    El objetivo manifiesto de EEUU y sus sanciones económicas sobre Cuba es desmoralizar al pueblo mediante los sufrimientos y privaciones que el bloqueo genera.
    Si no existiera la guerra económica y el hostigamiento permanente de la mayor potencia mundial sobre nuestro país desde que triunfó la Revolución, nuestra economía sería una de las más florecientes del continente, y si no están de acuerdo, comiencen desde ya a exigir que se levante esa infamia y luego veremos quien tiene la razón.
    Nada, es más fácil criticar que tratar de comprender, y de nuevo confunden el efecto con la causa que lo origina.

  • Ar mando:

    Tuvieron al menos 3 decadas de descomunales subsidios; tres decadas en que el lider decia carcajerase de bloqueo; y que relacionarse con EEUu era como «cambiar la vaca por la chiva». No pudieron demostrarlo; y me parece que es una soberana falta de respeto a todos los cubanos pedirles mas tiempo para el experimento.

    El haber alcanzado el poder por la circunsatancia que sea, no hace a una faccion politica la duena a perpetuidad de un pais; y mucho menos el derecho a imponerse a como de lugar. Mucho mas cuando los que militan en esa fuerza, son el diez por ciento de la poblacion.

    En este sentido, me parece ejemplar esta cita de Eliseo Alberto:

    «A los comunistas los derroto la tara genetica del poder. Entrenados en centros de gran efervescencia sindical, expertos en unificar nucleos campesinos, estudiantiles o comunitarios, buenos incluso para la defensa oral de la justicia, no se conoce un solo lider del proletariado que, desde el trono de la nomenclatura partidista, no acabara haciendo exactamente lo contrario de lo que habia prometido en las barricadas, cuando embrujaba a sus seguidores con la promesa de un cielo al alcance de la mano. Las victimas predilectas de dichos caudillos fueron y son aquellos camaradas que se atrevieron y se atreven a criticarlos por el bien de la causa p[or la que habian sonado tantas noches de peligro. En franca contradiccion, de frenetica ceguera, y quien sabe por que extrano mecanismo del demonio, los caudillos decidieron ablandar las organizaciones sociales que los llevaron al estrellato, quizas con la esperanza de que olvidaran pronto lo que ellos mismos les habian ensenado. Cuba y la Union Sovietica (por solo citar dos revoluciones triunfantes, la primera y la ultima) acabaron por preferir una clase obrera muda, desconfiada y temerosa, un campesinado medieval, un destacamento medieval apatico de universitarios mansos como gansos, de un periodismo repetitivo y adulador, unas agrupaciones feministas aburguesadas hasta el ridiculo- y cada «bastion», por cierto, defendido por el mas sumiso de los subditos disponibles. Por otra parte, no escatimaron ni escatiman esfuerzos en la fortificacion de aquellos aparatos gubernamentales que les hicieron la vida un calvario durante la etapa de la lucha insurreccional; asi presumieron y presumen ejercitos combativos, sistemas de seguridad y espionaje de modernisimas tecnologias, carceles modelo, y asi convencieron a medio mundo de que; lejos de lo que afirmaban traidores o desertores o cobardes o individualistas, el terror era el precio que debia pagarse por ser un pueblo digno. El cancer de la prepotencia mino el cuerpo social de los gobiernos de izquierda hasta quebrarles los perones y provocar estrepitosas fracturas. Los «valientes» acabaron ptefiriendo a los callados, los temerosos, los que se conforman con cierta estabilidad personal. Benjamin Franklin dijo: » Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequena seguridad transitoria, no son merecdores ni de la libertad, ni de la seguridad»
    (Eliseo Alberto, «Dos cubalibres: Nadie quiere mas a Cuba que yo»)

    Creo que mejor, dicho, ni mandado a hacer

  • Se la comió Eliseo Alberto!. Gracias jorgealejandro.

  • Miranda:
    Y mira como sigue a continuación: Esto debieran grabarlo en bronce en el frontón del capitolio:

    » La Revolución cubana no supo (ni quiere) oír a sus críticos orgánicos y, una vez segura del cetro, cerró la posibilidad de curarse a tiempo de sus errores. La historia secreta de nuestro presidio político demuestra qué tan repulsivo puede llegar a convertirse un hombre, un grupo de hombres, cuando le niega a un semejante el derecho a pensar diferente y expresar sus opiniones sin tapabocas. Ese cáncer no tiene cura. ¿Quién nos quita lo bailado? Nadie. El problema es que tampoco nadie nos quita lo llorado. Si el diseño de una nueva nación lo hacen los vencedores sin tener en cuenta a los vencidos, los valientes sin tener en cuenta a los cobardes, los iluminados sin tener en cuenta a los oscuros, los glotones sin tener en cuenta a los hambrientos, los arrogantes sin tener en cuenta a los tímidos, los ricos sin tener en cuenta a los humildes, los exitosos sin tener en cuenta a los infortunados, los que creen tener la razón sin tener en cuenta a los que ellos desdeñan, los de derecha sin tener en cuenta a los de izquierda, los de adentro sin tener en cuenta a los de afuera o los de afuera sin tener en cuenta a los de adentro, si eso ocurre, como ha sucedido en nuestro corto siglo de existencia independiente, mitad republicana y mitad socialista, nos veremos entrampados en un laberinto de intolerancias porque, dado el sitio y la hora del reencuentro, quién de nosotros se arriesgará a decir cómo podemos ser, después de tanto tiempo mudos y sordos, ¡quién se atreverá a ponerle el cascabel al gato y proponernos la salida correcta de semejante encrucijada!    «El respeto a la libertad y al pensamiento ajenos, aun del ente más infeliz, es en mí fanatismo: si muero, o me matan, será por eso», dijo José Martí.   
     Y lo mataron»

    (Eliseo Alberto, “Dos cubalibres: Nadie quiere mas a Cuba que yo”)

  • Simplemente un cubano excepcional, un patriota de verdad, además de hombre valiente que no calló.

    Cuantos hemos perdido de esa talla, y que pocos quedan con esos bríos para decir la verdad!

    Gracias jorgealejandro.

  • Miranda:

    Como sabes que me gusta, en lo posible, ahuyentar el mundo en blanco y negro de la sala de mi casa, me permito recordar que cuando Eliseo Alberto se sintió enfermo de gravedad, volvió sobre sus pasos desde el exilio mexicano y retornó a su querida Habana, donde con especial denuedo sus compatriotas médicos le atendieron en el Hospital Ameijeiras, hecho que su hermana se encargó de resaltar como parte de su obituario en 2011. Y conste que esa entidad asistencial , incluidos los profesionales que hicieron el máximo por devolverle la salud, también son frutos del mismo sistema que le compulsó a hacer sus denuncias ante el resto del mundo. Y es que la verdad tiene tantas trenzas en su cabeza, que con frecuencia dudo de cuál halar… En todo caso, eso sí, acaricio como a hijo recién nacido esa frase que nos dejó el autor de Esther en alguna parte, y que dice:

    «Tarde o temprano, los cubanos nos volveremos a encontrar, bajo la sombra isleña de una nube. Hay que estar atentos: el toque de una clave se escucha desde lejos».

    http://elb01-663088106.us-east-1.elb.amazonaws.com/cultura/2011/311392/6/las-cenizas-del-escritor-eliseo-alberto-reposaran-en-cuba.htm

  • Heredia también lo hizo, y no por eso se alaba el sistema colonial.

  • No sería el primero ni el último que ante la posibilidad de la muerte decidiera regresar a su lugar de origen. Eso no le resta, al contrario, le suma.

    Ahora bien, Isidro, ya deberíamos rebasar ese cliché de que los médicos son frutó del sistema. Antes del sistema había y fuera del sistema hay médicos en todas partes. Que el sistema haya optado por producirlos en masa para vivir de ellos, mandándolos de carne de cañón a Sierra Leona mientras deja a los de adentro curandose con bejucubí; no le suma, al contrario, le resta.

  • Me imaginé que me iban a salir con esa variante, pero es que el meollo de lo que planteo está en otro lado: a Eliseo Alberto no se le cerraron nunca las puertas del regreso al país, a pesar de todo lo que escribió. Lo que nos debe poner a pensar por qué a unos sí y a otros no…

  • y quien sino un obtuso dictador es capaz de decirle a un cubano que puede o no puede regresar a su pais??
    Un cubano que no ha cometido delito,que solo quiere expresarlo que siente? Eliseo tiene mas derecho a estar en Cuba que fidel castro,que la puso de satelite,la sometio a tortura,la arruino,etc,etc.Que se piensan estas personas.Solo la fuerza ha logrado este status y cuando se acabe esa fuerza,pues todo volvera a la normalidad y eliseo podra ir y venir(los eliseos) y los medicos podran irse a vivir a etiopi,USA o a su casa en el cotorro,los dominadores de hombres,pasaran a la historia!!

  • El companerito Armando Guerrita, segun el mismo cuenta en el foro sobre el mariel de Luis Rondón Paz (verifiquenlo) anda de vez en cuando con extranjeros, yo no quiero decir que sea «jinetero», pero eso explica el porque de su pasion encendida por una ideologia fracasada, ya que el sujeto parece que lleva buena vida, gracias a las andanzas con extranjeros en el mariel, como dice el dicho «asi cualquiera es comunista», ademas otro detalle: si vive en cuba y tiene internet para entrar aqui (privilegio que solo tiene la elite y los segurosos) mas motivo tiene para defender a la elite castrista y su religion fundamentalista.

    Ademas Armando Guerrita, la economia de cuba no es la mas floreciente del continente por culpa del bloqueo, si no por la destruccion sistematica y metodica que hizo el comandante de la economia cubana durante 50 anos

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