Dilema lingüístico
Verónica Vega
HAVANA TIMES — Últimamente creo atisbar un ligero soplo de optimismo en las consignas oficiales, una especie de intento de contemporaneidad, como en este slogan que he visto en varios carteles de la Habana:
“NUEVOS RETOS, NUEVAS VICTORIAS”
Nótese la ausencia de indicativos ideológicos y cómo la afirmación no es una sentencia, una elección entre dos extremos (socialismo o muerte), y puede referirse a cualquier campo de la actividad humana. Sin embargo, no sé por qué a mí se me antoja que los retos son económicos (o sea, para el cubano de a pie) y las victorias… ¿de quién serán?
Ahora, un cartel ubicado a la entrada del municipio Cotorro, no pude colocarlo en ninguna de las dos tendencias. Éste reemplazó a uno ya muy desteñido por efecto del sol y el churre, que afirmaba:
EL PARTIDO ES EL ALMA DE LA REVOLUCION
Ahora, con una flamante bandera cubana pintada enuncia:
CUBA POR SIEMPRE PATRIOTICA
Obligada a esperar junto a la críptica consigna una guagua que tardaba muchísimo, me descubrí sumergida en enmarañadas reflexiones.
¿Cuba, por siempre patriótica?, me preguntaba. Si la función del adjetivo es determinar o calificar al sustantivo, decir que Cuba es patriótica, ¿no equivale a afirmar que Cuba es cubana?
Esto lo creía ya implícito en el sustantivo, así que deduje que el concepto debía ser aún más herméticamente conceptual y seguí escarbando el intríngulis del asunto.
Querrá decir que, ¿Cuba se patriotiza? Según el Larousse, este es el significado de patria: (s.f.) País en el que una persona ha nacido del que posee la nacionalidad.
Lo que sugiere que, ¿Cuba se autonacionaliza? Se autoproclama “patria”, y además “por siempre”, (el adverbio también debe ser información relevante) ¿Será que antes no lo era? ¿Qué se descubrió a sí misma? ¿Que ya no es patria de sus hijos sino de ella? Yo, Cuba, me cubanizo. Me reafirmo y me enpaíso.
Sé que estas vallas junto a calles o carreteras no son aleatorias y mucho menos el significado que expresan. Cualquier diseño destinado a promocionar la política gubernamental es cuidadosamente concebido y revisado.
Entonces, la supuesta redundancia o el sin sentido, (o el exceso de significado!), debió ser elegida entre varias propuestas y vencer suspicacias y escrutinios.
Este argumento redobló mi confusión, convenciéndome de mi total ineptitud para captar mensajes tan profundos.
Yo jamas le prestaria atencion a esos carteles que publicitan al regimen y mucho menos les trataria de buscar alguna logica, ahora bien que te parece si encontraras uno asi :” Fuera toda la Castrocracia”
Pues yo recuerdo una valla que habían puesto cerca de la Escuela de Letras (1998, más o menos) que decía “A la revolución y el socialismo le debemos todo lo que hoy tenemos”, o algo así. Hay que reconocer que el mensaje era exacto y correcto.
No te preocupes Veronica que esa “ineptitud” la padece todo el pueblo. Cuando le he preguntado a los cubanos que si no les atormenta estar en un pais rodeado de carteles y consignas, porque para mi eso seria atormentante, lo que me han respindido ha sido: ” niña a esos carteles nadie les hace caso”!, parece que precisamente todos sientan la misma sensacion de no poder captar el mensaje.