Ser solo estudiante

Daisy Valera

Mi curso escolar acaba de concluir, después de un mes de estrés por los exámenes, al fin tengo tiempo para descansar y realizar muchas otras actividades no docentes.

Este año de estudios fue largo y plagado de trabajos, lo suficientemente cansador, como para hacerme reflexiona sobre una frase que es muy común en la sociedad cubana y que me parece que antes no había podido percibir porque las clases y los trabajos escolares no habían invadido tanto mi tiempo.

“Lo único que tienes que hacer es estudiar,” – esto es lo que se le dice a las personas en Cuba que están en un rango de edad entre los 5 y 25 años, aunque esto puede parecer muy bonita tiene una connotación un tanto diferente.

La misma se traduce aproximadamente así  – si eres estudiante te debes preocupar solamente por estudiar lo que te indica la escuela y esforzarte desesperadamente por obtener las mejores calificaciones, si no estás cometiendo un error enorme.

Lo que he visto en estos años de estudiante es que la vida de la mayoría ronda en torno solamente a la academia y  a las notas.

Los profesores y la familia te hacen creer que no hay otras actividades que puedas hacer, y que además eres un irresponsable si no cumples con esto.

Hace aproximadamente dos años que no tengo mucho tiempo libre, pero siento que he aprendido cosas muy importantes que me ayudan ha crecer como persona, estas precisamente no me las han enseñado en la escuela.

La academia no logra a mí entender, relacionar lo que aprendemos en esta con otros conocimientos que solo te puede brindar la sociedad y los trabajadores como base fundamental de esta.

En la sociedad que estamos viviendo es indispensable que el estudiante interactúe con otros sectores y logre asimilar conocimientos que no justamente te los brindan las clases.

Conocimientos sobre ciencias sociales, política y filosofía no debieran ser tan ajenos a las personas que por ejemplo estudian ciencias.

Los conceptos actuales que se manejar coartan el desarrollo individual y social.