¿A dónde vamos a parar?

Por Safie M. González

HAVANA TIMES – La situación vuelve a ser alarmante, sobre todo en La Habana, donde cada día aparecen nuevos casos positivos a la COVID 19.  Volvemos a la fase cero, y todo gracias a la inconciencia de las personas.

Entrar en la fase uno, algo que sucedió hace poco más de un mes, me dejó bien claro un par de cosas, la primera, nada de playa, pues en vacaciones y “saliendo” de una pandemia, es evidente que, para gran parte de la población, este era el destino ideal.

Segundo, de momento no hacer visitas, porque si todo el mundo comenzara a visitarse, a darse besos y abrazos, cuando está la posibilidad de que haya casos positivos asintomáticos, el resultado puede ser (y de hecho es) caótico. Y es precisamente por ello que hemos retrocedido, y nuestra Habana vuelve a la fase cero.

Pocas veces salí de casa, pues convivo con una persona de alto riesgo y bajo ningún concepto quería exponerla. Sin embargo, las veces en las que tuve que personarme en el trabajo, lo hice adoptando todas las medidas de higiene y protección. Fue entonces cuando viví la realidad por la que transitamos y la cual nos ha llevado de vuelta al inicio.

Mi experiencia en el necesario ómnibus no fue precisamente esperanzadora. Parto del hecho, de que el vehículo iba atestado, irrespetando, por supuesto, lo que se había dicho anteriormente en el Noticiero de la televisión, así como en la Mesa Redonda, (no más de 25 personas de pie, en ómnibus rígidos y no más de 45 en los articulados). Muchas de las personas que encontré en el camino al bajarme del ómnibus, ya fuera sentadas en una esquina o caminando tranquilamente, estaban sin el nasobuco (mascara).

Las fiestas tampoco se han hecho esperar. Y no me refiero solamente a los eventos que se han reportado en los últimos días en la TV, sino a aquellos que en cualquier barrio de la capital cobran vida. Pues hace dos noches muy cerca de mi casa escuché la música muy alta, mientras los inquilinos y sus invitados (muchos) vociferaban la letra a la par que jugaban dominó.

¿A dónde vamos a parar? No sé. A estas alturas, donde la irresponsabilidad y el poco sentido común de muchas personas es tan palpable, saque usted sus propias conclusiones.