Vivienda propia, una utopía en Cuba

Rosa Martínez

Foto: Caridad
Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Amanda es una guantanamera de 26 años que convive con sus padres, sus abuelos, su hermana menor, su esposo y su niña de dos años. Aunque está acostumbrada a tener cerca a los familiares, pues nació en la casa de los abuelos maternos, siempre llena de tíos y primos, no deja de soñar con un lugar propio donde vivir solamente con su compañero e hija.

“Es complicado compartir el hogar con tanta gente”, cuenta. “Pueden pasar varios días sin conflicto alguno, pero siempre sucede alguna desavenencia, pues son demasiadas personas bajo el mismo techo.

“Por ejemplo, mi padre es un hombre respetuoso, calmado, tiene muy buenas relaciones con mi esposo, pero como tuvo una educación excesivamente machista no ve de buen grado que este me ayude a lavar, planchar, mucho menos que esté cerca de la cocina. Son pensamientos de otros tiempos, pero hay que respetarlo, porque es el dueño de la casa y sabes cómo es eso”.

Comenta también que su madre es un poco rezongona y nunca está conforme con nada de lo que ella hace. “Diariamente me encargo de la limpieza de la casa y friego los trastes (mi hermana menor es una haragana de primera categoría), pero la cocina es su territorio, allí no hay quien se meta.

“En ocasiones mi niña o mi esposo quieren comer algo especial, y es casi imposible complacerlos a ellos sin disgustarla a ella. Dice que la niña está malcriada que debe comer lo que ella preparó o que mi marido es un antojado (así sea un simple café), que si esto que si aquello. Si viviéramos separados, por supuesto, eso no sucedería”.

A la pregunta de por qué no alquilarse, levanta la mirada y responde: “No, qué va, las rentas están demasiado caras, nuestros salarios no alcanzan para eso. Hemos pensado hacerlo más de una vez, cuando hemos tenido discusiones fuertes en casa, pero con la cabeza fría hemos decidido que esa no es la solución, por lo menos en nuestro caso”.

Dice que están haciendo gestiones para conseguir un préstamo bancario, pero necesitan dos codeudores y la gente no quiere estar en esos líos, porque se han dado cada casos por ahí. Lo más probable es que ni con dos créditos puedan comprar un cuarto de mala muerte, sin mencionar que estarían cinco o más años endeudados.

Amanda sufre las consecuencias de la convivencia múltiple, pero ella no es la única que conozco con esa situación, imagino que varios cubanos que lean este post comentarán que ellos también están al corriente de muchos otros con situaciones similares, si es que ellos mismos no la tienen.

El déficit habitacional es uno de los muchos problemas que el Gobierno socialista no ha logrado solucionar durante sus más de 50 años en el poder. Esto trae consigo conflictos familiares, pues en el 32 por ciento de los hogares de la Isla (según el último Censo de población y Vivienda) conviven varias generaciones y, por supuesto, cada cual defiende sus gustos y preferencias, costumbres…

Una simple discrepancia por la música alta o el género de esta, una vida joven desordenada en contraposición con una de la tercera edad excesivamente mesurada, pueden ocasionar serias discusiones en el seno familiar, así como faltas de respeto, separación…

Convivir con familiares de diversas edades puede ser frustrante. Se necesita en primer lugar mucho cariño para tolerar a esas personas que amamos y tienen modos de actuar y de pensar tan disímiles al nuestro; paciencia para comprender sus caprichos y respetar sus espacios; inteligencia para usar las palabras más adecuadas y escoger el mejor camino; pero de lo que más requerimos es de un lugar propio para evitar todas esas discrepancias.

Rosa Martínez

Rosa Martínez: Soy una colaboradora más de Havana Times, profesora universitaria y madre de dos niñas bellas y malcriadas que son mi mayor felicidad. Mis grandes pasiones son leer y escribir y gracias a HT puedo cumplir con la segunda. Espero que mis escritos contribuyan a tener una Cuba más inclusiva más justa. Espero que algún día pueda mostrar mi rostro junto a cada uno de mis posts, sin temor a que me llamen traidora, porque no lo soy.

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4 thoughts on “Vivienda propia, una utopía en Cuba

  • Y lo más triste del caso es que no se ve la luz al final del túnel. El gobierno cubano ni toca el tema viviendas en sus carteras de proyectos, ni planes a mediano plazo para apoyar al ” pueblo trabajador”. Si Castro II no ha cumplido con el vaso de leche diario que prometio hace años, mucho menos vamos a ver ofertar viviendas para personas con salarios de 25 USD mensuales.

    Rosa en el mejor de los casos hay que emigrar, trabajar algunos años, ahorrar y volver para comprar un apartamento de microbrigada que veo en revolico.com están alrededor de los 7000 a 10 000 usd. Y todavía los ciber jabas dicen que el éxodo es por la ley de Ajuste.

  • Entre la baja natalidad, la emigración y el desamparo de no pocos ancianos pronto van a sobrar las viviendas

  • Muy de acuerdo con el bobo de Abela, ya que la solucion a este problema tan esencial para muchos cubanos ni se ve,yo tengo problemas de vivienda en habana vieja,y he realizado todas las gestiones habidas y por haber, todos los años, actualizo dictamen tecnico, tengo orden de albergue y cuando vas a planificacion fisica que es como se llama ahora vivienda los muy corruptos te dicen, No es que la Habana Vieja esta en Estatica milagrosa,lo que quiere decir que los edificios que estan en proceso de derrumbe y que para ellos no existe ninguna esperanza de reparación estamos vivos de milagro, no hay respeto para la vida humana,por tanto los derechos civiles nuestros estan afectados porque no existe ninguna voluntad por parte del Estado en resolver esta problematica. Tengo un nieto de 5 años al que ya le preocupa la situacion del edifcio ya que ni puede salir al patio a jugar,,como a tantos otros niños se les afecta todo su desarrollo pleno al no tener todas las condiciones,tal y como dice la Convencion de los Derechos del niño de la ONU.
    MI hija es tecnico medio en Contabilidad ,pero su salario ni mi jubilacion alcanza para comprar un inmueble por muy modesto que sea ,maxime cuando todo se va en mal comer,tienes razon Rosa maria es una utopia
    tener una vivienda propia.

  • No solamente es una utopía tener casa propia, es una utopía que “hicieron revolución para terminar con esos flagelos”. Hoy por hoy, se está viendo todo fue de mal para peor.

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