Un yanqui en Guantánamo, Cuba

Rosa Martinez

Descansando en Guantánamo. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 23 dic. — Desde que comencé a colaborar con HT he entrevistado a varios guantanameros, desde amas de casas, médicos, educadores, psicólogos, vagos, estudiantes, en fin, todo tipo de persona.

Casi todos han accedido, gustosamente, a darme su opinión sobre algún tema determinado, pero siempre bajo la condición de que no sean publicados ni sus nombres, ni sus rostros.

La razones que me han dado van desde “es más fácil opinar si no digo quién soy.” “no puedo permitir que se publique mi nombre en un sitio no cubano.” o, sencillamente, “no quiero buscarme problemas.”

Aunque es así, no los puedo obligar a dar la cara, sólo publico sus opiniones sinceras. Ninguno de mis entrevistados se ha atrevido a decir algo que ponga en tela de juicio su fidelidad a la Revolución, quizás sea porque aquí en el Oriente del país la gente tiene mucho más miedo a decir lo que piensa.

Hace unos días conocí a un estadounidense de visita por Guantánamo, y aprovechando su español regular le pedí que accediera a darme una entrevista, sería su opinión con respecto a la discusión del Proyecto de lineamientos de la política económica y social de la Revolución Cubana, de lo que tanto se comenta dentro y fuera de la Isla.

Los cubanos somos más cuidadosos para comentar sobre un tema espinoso, pero un extranjero, especialmente norteamericano, es más libre de decir lo que piensa, dije yo, y rápidamente me puse a preparar las preguntas que le haría.

El yanqui accedió a responder mis interrogantes, pero grande fue la sorpresa que me  llevé cuando puso como condición que no publicara su nombre. “No quiero problemas.” me dijo. “Tengo muchos amigos aquí y quiero seguir visitando la Isla.” Les soy sincera, esto sí que no me lo esperaba.