Un paso adelante, dos atrás

Rosa Martínez

Atardecer con apagón sobre La Habana.

HAVANA TIMES — Hace casi un mes, un compendio de ciber noticias, que recibo diariamente en mi correo, me trajo la alarmante primicia de que llegarían los apagones a Cuba nuevamente.

Preocupadísima por lo que podía venir,  lo comenté con varios familiares y amigos que no tienen acceso a Internet, por lo que solo conocen lo que dicen los noticieros cubanos que todos sabemos bien qué es lo que informan.

“Eso es mentira muchacha, es otra campaña para desacreditar la Revolución”, dijo uno.

“IMPOSIBLE, Rosita”, comentó otro, “no hay manera de que podamos volver al pasado de escaseces y penurias. Por más que tengamos dificultades y no veamos el avance del país, nunca volveremos al pasado, eso es imposible”.

Un familiar con quien coincido con mucha frecuencia, pues vivimos en la misma casa, me dijo: “Te has vuelto loca, mujer, esto no aguanta ni 10 apagones ni más apretones, la gente se tirará para la calle”.

Esperaba que el alboroto que se formó días después, cuando en los centros laborales informaron a los trabajadores que habría una reducción de un 50 por ciento en el suministro de combustible y de electricidad en el sector empresarial, se quedara solo en eso, en un alboroto que pondría a la gente a ahorrar, a los directivos a aprovechar los recursos al máximo (es decir, robar menos), a la gente a salir de vacaciones durante la etapa estival, en lugar de perder tiempo en sus puestos.

Pero desafortunadamente no es solo eso.  Raúl reconoció el viernes frente a más de 500 parlamentarios las “dificultades económicas” que vive el país (claro, de eso no necesitábamos confirmación alguna, eso todo el mundo lo sabe, lo nuevo es que ahora son mucho peores).

También dijo que no volveremos al Periodo Especial (espero que sea cierto, pues sería la hecatombe, los jóvenes de ahora no se parecen en nada a los de los años 90, no aguatarán una crisis como la de entonces. Claro, los que dirigen el país también saben eso, por eso no desean afectar a la población, pero una cosa es lo que se quiere y otra bien distinta lo que uno se ve obligado a hacer).

Expresó el presidente que puede haber afectaciones peores (en otras palabras,  menos de todo) pero estamos mejor preparados que antes. Debe ser verdad, porque medio siglo de bloqueo, un Periodo Especial, un enemigo en la casa de al lado, deben haber servido para algo. Aunque mucha gente especula que es mentira, que no estamos aptos para nada, sino cómo se explica una reducción tan significativa de la noche a la mañana.

Entre las causas de la actual situación mencionó el incumplimiento de las expectativas de los ingresos de las exportaciones y una contracción en el suministro de combustible de Venezuela, entre otros factores. No sé ustedes qué pensarán, pero yo creo que la única es la reducción del combustible venezolano, eso basta para dejarnos tambaleando.

Igualmente, aseguró que las afectaciones a la población serán mínimas, considero se refiere a los apagones, porque desde ya la gente está siendo afectada. Cómo no serlo si ya las consultas externas y otros servicios no urgentes de los policlínicos y hospitales trabajan solo hasta el mediodía; los bancos trabajan sin aire acondicionado y menos personal (cola más larga y  calor mayor); el transporte público urbano que, por lo menos, en Guatánamo, había recibido una gran inyección de ómnibus nuevos con nuevas rutas y más recorridos en cada caso, ahora vuelve a la situación de antes o peor aún; el suministro de agua potable al sector residencial se ha extendido de días alternos a cada tres o más días.

Ademas, si se paran varias fábricas durante un mes o 15 días para ahorrar, eso traerá consigo más desabastecimiento en los artículos de fabricación nacional, sin mencionar las importaciones de productos que llamaron a sustituir hace años y nunca hicieron y ahoran creen lograrlo en medio de la dificultad actual.

Por último, el llamado al ahorro y al aprovechamiento de los recursos. Estamos acostumbrados a hacer más con menos, ese slogan es cubano desde hace mucho, solo que no sé si en este caso será posible.

4 thoughts on “Un paso adelante, dos atrás

  • Rosa, no hay que ser un genio en economía para darse cuenta de la crisis que ya está tocando a las puertas, que es mucho peor que la de inicio de los 90s. No olvidar que aquella duro del 92 al 98 (7 años) hasta que llegó Chavez al poder en Venezuela y envio una gran bocanada de oxígeno llena de petrodolares a Cuba. Con la caída del chavismo en Venezuela y el Lulismo tambaleándose en Brasil los Castro se quedan sin petrodolares y sin trabajo para los esclavos de la salud.

    Yo estimo que dejaran de entrar de golpe al menos unos 10 mil millones anuales que no pueden ser sustituidos por nada a no ser que levanten el bloqueo interno y permitan además la inversión extranjera y cubana del exterior en el sector privado. Si no lo hacen, de cabeza para un segundo periodo especial con el pueblo tirado para calle y sin válvula de escape por Ecuador y las repúblicas bananeras.

    Espero que barba truco estire la pata pronto para que Raúl Castro pueda abrir la economía al camino Chino – Vietnamita que es lo que quiere hacer pero le tiene miedo al big brother y dueño de la hacienda Cuba.

  • Efectivamente por complacer a un vetusto y fracasado dictador están sacrificando a un país entero principalmente a los jóvenes que solo tratan de emigrar y a los ancianos más empobrecidos obligándonos a en sus últimos años a una vejez llena de penurias después de haber sacrificado sus vidas por un proyecto político y social que nunca fue viable por si mismo sino siendo parásito de otros gobiernos

  • Cuba está como Ruperto, un pasito para adelante, dos para atrás y le está cayendo la tos..!!!!!

  • Rosa muchas gracias por tu percepción.Efectivamente es una política descabellada que no ha previsto la disminución del suministro de petróleo venezolano a Cuba desde el 2014.
    Dos años después en vez de buscar mayores fuentes de financiamiento interno y externo, convocan a nuevas restricciones.
    Será necesario seguir los apagones que ocurran para ver si esta vez Raúl Castro ha dicho la verdad o no.De hecho ya tú has señalado la disminución de los servicios vitales y otros han señalado el aumento del precio del transporte privado, además de los apagones.Parece ser que efectivmente incluso las tiendas TRD no están siendo surtida por productos, así que la escacez es crónica. No sé qué se imagina el gobierno, de hasta dónde puede contraer la economía sin un estallido popular en las calles.

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