Tania y sus preguntas

Rosa Martínez

HAVANA TIMES — Hace unos meses la maestra de mi niña de 8 años, me preguntó en una reunión de padres cómo Tania se las arreglaba para conocer sobre diversos temas.

En realidad no es que la niña sepa tanto, pero como le gusta leer mucho y ver programas televisivos relacionados con la ciencia y la tecnología, se informa sobre temas de los otros niños de su edad no tienen idea.

De ahí, entonces, la preocupación de la maestra: Rosa, me dijo, Tania me sale con unas preguntas en el aula que me deja boquiabierta y tengo que recurrir a mis mañas para no quedar mal parada.

Lo mismo me pregunta de la capa de ozono, que de la situación en Siria, de los mamíferos o de la historia de la Muralla China.

Ella no es fácil, no hay tema que debatamos en el aula del que no diga algo, continuó, y siempre me hace una preguntica de esas que matan a cualquiera.

A mí me hace lo mismo, le dije, igual me sale con una duda de geografía que de historia. Y sobre Cuba, me ha obligado a retomar los libros porque hay muchos hechos históricos que no recuerdo exactamente, siempre quiere saber más.

¿Y cómo te las arreglas? Me preguntó, porque según ella tú también sabes de todo un poco.

Bueno, yo no sé de todo un poco, no soy tan culta como quisiera, le dije.

Antes leía muchísimo, pero ya ni tiempo tengo para eso, ahora solo leo temas muy puntuales.

Aunque eso sí, me mantengo bien informada sobre lo que sucede en Cuba y en el mundo y estar informada me da un diapasón con el que me puedo defender.

“Te aseguro que por muy informada que estés”, le expliqué, “siempre puede haber una pregunta que te sorprenda.”

¿Quiere que te diga cómo he logrado llevarle la delantera?

Sí, claro, dime, respondió.

Dicen que la mejor forma de defenderse es atacando, ¿no?, pues eso es lo que yo hago, no le doy tiempo a que me ataque, es decir a que me pregunte; yo la ataco primero entregándole un libro que le pueda gustar y del que le explico algunas cosas.

Le traigo materiales sobre temas que sé que le interesan, y los debatimos entre las dos; le introduzco temáticas sobre Guantánamo en los que estoy preparada y de los que puedo darle detalles.

Así, la entretengo y no le doy tiempo a que me coma a preguntas. Eso sí, siempre debes aparecerte con algo nuevo.

Así son los niños, de todo quieren saber, de todo quieren una explicación, somos nosotros los que debemos estar a la par de ellos y ayudarlos a crecer.