Si Evaristo no es ladrón, entonces ¿quién lo es?

Rosa Martinez

Actrices de la telenovela cubana Añorado Encuentro.

HAVANA TIMES, 14 mayo — Las telenovelas nunca me han atraído mucho, pero como tenemos tan pocas opciones en nuestra programación televisiva al final uno acaba por conocer la historia y hasta por ver algún que otro capítulo de la novela de turno aunque sea para criticar la mala actuación o el lento desarrollo de esta.

La semana pasada me vi obligada a ver la telenovela cubana.  No tenía deseos de leer o hacer otra cosa, y como en casa tenemos un solo televisor, y la mayoría decide qué ver, me tocó perder.

Pero no fue tan malo que viera un capítulo de Añorado Encuentro, porque gracias a esto pude presenciar como la pobre Mireya, esposa del dirigente corrupto, quedaba boquiabierta ante las barbaridades cometidas por su queridito esposo.

Si no hubiera sentido lo mismo estoy segura de que no la entendería, pero ya experimenté eso alguna vez y creo que los que amamos nuestro país hemos sufrido de igual manera al ver que varios de nuestros dirigentes, en quienes confiábamos, nos desangraban por dentro.

Y no lo digo solo por el ex ministro de la Industria Alimenticia, Alejandro Roca, que recientemente fue sentenciado a 15 años de privación de libertad, bien merecido lo tiene; lo digo por todos los que han sido atrapados robándole al pueblo y también por los que quedan sin descubrir, que siguen estafando, malversando y lo que es peor, destruyendo nuestra Revolución.

Se dice que Yoani Sánchez y otros blogueros cubanos contrarios al gobierno, son nuestros enemigos, pero amén de mi opinión sobre ellos, les aseguro que los dirigentes malversadores, ladrones y mentirosos son más peligrosos que cualquier mensaje  sedicioso que pueda navegar por Internet.

Estos malhechores son más perjudiciales que cualquier compaña subversiva, por que con sus acciones pueden lograr, lo que nunca logrará la disidencia cuando exagera nuestra realidad o cuando miente sobre algún suceso, y es que perdamos la confianza en nuestros líderes y en nuestro sistema social.

Lo curioso es que ni Alejandro Roca, ni los que están por caer podrán decir lo que dijo Evaristo, el corrupto de la novela cubana.

No podrán decir que lo hicieron  porque sus pobres salarios no les alcanzaban para vivir o porque querían lo mejor para sus hijos, porque todos sabemos que no necesitan robar para lograr una cosa ni la otra.

Tampoco podrán decir como Evaristo que no estaban robando, que solo estaban luchando, porque  caballero, si eso no es robar, ¿qué cosa es?