¡No hombre, no!

Rosa Martínez

Los niños que encontraron la billetera: Adrián (a la izquierda), Lesniel (al centro) y Maikol con sus padres. Foto: Ronald Suarez

HAVANA TIMES — Cuando hace varios días vimos, en la casa, la noticia de los muchachos pinareños que devolvieron la billetera que encontraron con 3,300 Euros, mis niñas y yo nos miramos con complicidad y nos echamos a reír.

No reíamos de la honestidad de los dos pequeños -aunque en realidad cada vez es más raro ver casos como ese en nuestro país- sino de algo parecido que nos ocurrió hace dos años más o menos.

Nos encontrábamos en villa La Lupe, en las afueras de la ciudad de Guantánamo. Habíamos sido invitadas por unos familiares míos a pasar el fin de semana allí.

Al principio dudé en ir, pues, como siempre, no contaba con dinero ni para un refresco de 10 pesos, pero invitación al fin, no tendría que pagar nada.

No lo pensé mucho, o mejor dicho, pensé en mis niñas, quienes solo así visitarían un lugar de esos, y acepté pasar con mis primos la tarde del sábado y parte del domingo.

El primer día estuvo genial, mis hijas se divirtieron muchísimo, se bañaron en la piscina, jugaron y comieron todo lo que quisieron, y yo, no voy a negarlo, me tomé unas cuantas cervecitas, que no sé si era porque no salieron de mi bolsillo, pero sabían distintas, más deliciosas…

En la mañana del domingo mis pequeñas fueron de las primeras en levantarse por todo aquello, y sin perder un segundo recorrieron todo el lugar desde bien temprano, tratando de aprovechar al máximo el tiempo que nos quedaba.

Caminando por los alrededores de la piscina se llevaron tremenda sorpresa cuando se encontraron una billetera a ful, es decir, llenita de billetes.

Sin analizarlo dos veces, y poniendo en práctica lo aprendido en casa, se la entregaron a un trabajador de la villa para que se la devolviera a su dueño.

Después regresaron corriendo a la habitación para contarme lo que había sucedido, quedé boquiabierta…

“Pepeero, ¿tenía mucho dinero?”, les pregunté.

“Uff, cantidad”, me respondieron a coro. “Y todos eran fulas, mami”, agregó la mayor.

Parece que notaron algún gesto extraño en mi rostro, porque me inquirieron de inmediato: “Que pasó, ¿hicimos mal en devolverla?”.

Les manifesté rápidamente, como diría el popular Pánfilo: “¡No hombre, no!”

Rosa Martínez

Rosa Martínez: Soy una colaboradora más de Havana Times, profesora universitaria y madre de dos niñas bellas y malcriadas que son mi mayor felicidad. Mis grandes pasiones son leer y escribir y gracias a HT puedo cumplir con la segunda. Espero que mis escritos contribuyan a tener una Cuba más inclusiva más justa. Espero que algún día pueda mostrar mi rostro junto a cada uno de mis posts, sin temor a que me llamen traidora, porque no lo soy.

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7 thoughts on “¡No hombre, no!

  • Yo nunca me encuentro nada, pero con seguridad que devolver tanto dinero dar risa y parece increible, mas con las carencias que tenemos los cubanos, en fin hay gente que aun tiene valores, aunque no se si el dueño lo agradece, a lo mejor le sobra el dinero, por eso lo bota y no le da valor, a lo mejor estaba borracho y el dinero se lo iba a gastar en p….

  • ¿Entonces tu propones que según sea la necesidad del que perdío el dinero o el uso o mal uso que tu puedas suponer que le va a dar será la honradez o imbecilidad de que lo devuelve? Si es así habrá que modificar uno de los diez mandamientos.

  • Por suerte aun quedan personas en nuestro país con tamaños valores. Un detalle…los niños son de familia acomodada en viñales y además…..son cristianos. Esos detalles los olvidaron en Cubadebate y el último, se les fue en el noticiero nocturno donde repitieron la noticia

  • Rosa, da gusto leerte! me reí mucho con el “no hombre no!”. Estás educando muy bien a tus niñas, que no te quepan dudas. Te felicito! Saluditos.

  • No se si estaré educando muy bien a mis hijas, pero les aseguro que me esfuerzo mucho por estar entre las mejores madres del mundo jajaja. Se sufre mucho con los hijos, las malas noches, cuando enferman, cuando hacen cosas muy malas que te entristecen, te decepcionan. Pero tambien te dan mucha alegría, como cuando hacen algo que le has inculcado y ni tú misma lo harías mejor, como ocurrió con esta historia tan real, como el sol.
    Gracias a todos por comentar, ustedes también me dan fuerzas para seguir adelante en medio de tantas dificultades. Besos

  • Ella ya enseño a sus hijos a ser “vivos”, cuando es mas común de lo que su poca moralidad piensa que existen Cubanos que así actúa, ejemplos tengo varios, pero para que si ella ni sus hijos ya sirven para nada, ganamos mucho con que se vallan a gringolandia.

  • Se le puede disparar al tipo este? Tu vales mucho menos que mis hijas y yo, ESTUPIDO.

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