Luis, el de la mirada triste
Rosa Martinez
HAVANA TIMES, 16 mar — Luis es un hombre de más de 60 años que vive en mi cuadra. Aunque su cara siempre me pareció demasiado triste, nos llevamos bien.
Primero, porque trabajó junto a mi hermano durante muchos años y nos visitaba con frecuencia, y segundo, porque es el padre de una muchacha que admiro por su inteligencia y bondad.
Él es de esas personas que, cuando los miramos a la cara, nos da deseos de echarnos a correr, porque creemos que nos va a gritar o, en el peor de los casos, nos va a comer de un solo bocado.
Siempre me pregunté por qué tenía esa cara de pocos amigos a la que muchos temían, por qué hablaba poco y casi nadie lo visitaba.
Mi hermano me dijo en una ocasión que Luis había sufrido mucho, que antes era más alegre, pero los golpes recibidos no le dejaban mostrar la alegría que sentía por estar vivo y tener a Magdalena, su hija y única compañía.
Sé que debemos intentar comprender a nuestros semejantes con sus defectos y virtudes, a fin de cuentas nadie es perfecto.
A pesar de este pensamiento popular, que siempre me acompaña, sigo intrigada por la expresión de Luis, quizás un día lo entienda, quizás no.
Hola, Rosa. una bella crónica. Lástima que la dejaste trunca. Te digo:
“Mi hermano me dijo en una ocasión que Luis había sufrido mucho, que antes era más alegre, pero los golpes recibidos no le dejaban mostrar la alegría que sentía por estar vivo y tener a Magdalena, su hija y única compañía”
Si hubieras desarrollado este elemento de suspense, estaríamos asistiendo a un magnífico retrato. Suerte.
Gracias isidro por las sugerencias. Le pediré su correo a Circles para ponerme en contacto con usted. Cuidese