La salud pública en Cuba: Excelencia pero con fallas

Rosa Martínez

Hospital Maternidad-Obrera de La Habana. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 30 oct.  — El gobierno cubano hace grandes esfuerzos e invierte muchos millones de dólares cada año para brindar un servicio de salud de excelencia a los más de 11 millones de habitantes de la Isla.

Sin embargo son muchas las insatisfacciones que subsisten que van desde falta de materiales hasta el personal médico y paramédico que lejos de aliviar los padecimientos que aquejan a los pacientes, lo agudizan con su mala trato e incorrecto proceder incorrecto, sin mencionar aquellos que necesitan “un regalito” para hacer su trabajo con calidad.

Quiero compartir con los amigos de Havana Times lo que le sucedió a una guantanamera de 39 años que después de dos décadas decidió tener su tercer hijo que afortunadamente fue su niña a quien nombró Idaliana en honor a una amiga que murió hace poco.

Durante las 40 semanas que duró su embarazo Ana María González recibió todas las atenciones que brinda el Programa Materno Infantil (PAMI).  Ella está muy agradecida a todo el personal médico que la apoyó en algún momento, aunque lamenta que el final de la historia no fue feliz como en las telenovelas.

El primer trimestre fue la etapa más embarazosa.  Sufrió los comunes vómitos que acompañan a  muchas mujeres durante esta etapa y recurrentes cefaleas que le causaron gran molestia.  Trató de alimentarse de la mejor forma posible como le indicó su médico de familia que afortunadamente fue el mismo hasta el final del  embarazo, algo que ya no vemos con frecuencia.

Ana estuvo ingresa cinco días de abril en la sala 4E días por un catarro estacional que le provocó alguna falta de aire y como el virus AH1N1 había entrado al país, se mantenía vigilancia especial con las gestantes, puérperas y  niños.  En esta sala se sintió como en casa, aquí las hospitalizadas normalmente son bien atendidas.

La ingresaron una segunda vez en la sala de Perinatología  por hipertensión arterial.  De este lugar recuerda con mucho cariño al Dr.  Neysel Jardi, quien desafortunadamente para Guantánamo, ahora, cumple misión internacionalista en Nigeria.  Jardy se mantuvo muy al tanto de ella al igual que del resto de las compañeras de sala.  El Dr Neysel es un especialista competente y de muy buen trato.

Desde la semana pasada Ana esperaba para dar a luz su bebé.  En cualquier momento podría sentir la primera señal.  El domingo, después de la media noche, su niña avisó – mamá dale que voy pá fuera.

A correr todo el mundo

Rápidamente, su hermana llamó una ambulancia, a esa hora por el sur de la ciudad, donde vive ella, no pasan ni las bicicletas.

Afortunadamente el carro llegó rapidísimo.  En menos de 5 minutos la habían recogido y llevado al hospital provincial.

Madre y hija. Foto: Irina Echarry

La recibieron en el cuerpo de guardia y de ahí directo a pre-parto.  Estaba lista para traer su niña al mundo.  Este parto será más fácil-le decía su hermana- después de dos, el tercero es un pastel.

Llegó a pre-parto con esas palabras en la mente.  Los dolores parecían comérsela viva, pero su hija pronto estaría en sus brazos, pensar en eso le daba fuerzas para aguantar los cólicos y todas las manos que le registraban las entrañas.

Después del primer trimestre su bebé fue muy disciplinada, no quiso salir antes de tiempo, no le provocó molestias serias o acidez.  Seguro sigue siendo obediente y saldrá sin mayores complicaciones-pensó ella.

Pero no fue así

A última hora Idaliana se atravesó en su vientre.  Tuvieron que hacer una cesárea urgente para poder sacarla.  Qué barbaridad-pensó – su única hembra y salió a la fuerza.

El Dr. Mena realizó la exitosa cesárea.  La anestesióloga se convirtió durante los 40 minutos que duró la operación, en la mejor compañera que una mujer adolorida pueda tener.  Sus palabras no solo fueron de confianza y aliento, fueron un bálsamo para su alma, fueron más efectivas que el líquido que atravesó su columna vertebral y anestesió la mitad inferior de su cuerpo.

Después de la cesárea Ana María estuvo las 12 horas establecidas en el post-operatorio.  He ahí para la sala de Quemados pues no había espacio en la sala de las cesareadas (3I).

Ya comenzaron los problemas-dijo ella a su hermana que había logrado colarse hasta el post-operatotio.  Permaneció en quemados durante tres días y su niña estuvo todo ese tiempo en preparto, al cuidado de las enfermeras.

Esperó tres días ansiosamente para amantar a su recién nacida, finalmente el momento llegó.  La trasladaron junto con su bebé a 3I.  El primer disgusto se lo llevó cuando fue a cambiar a la niña, tenía la vulva enrojecida, daba lástima verla.  No quiso culpar a nadie, solo se preocupó por curarla y aliviarle la molestia. Finalmente estaba con su hija, y esto era lo que importaba.

Los baños estaban sucios pues hacía varios días que no había agua en el hospital, pero ya faltaba poco para regresar a casa.  Debía mantener la calma.

Esa noche a penas pudo pegar los ojos, los dolores por un lado y la recién nacida que no se satisfacía con su leche, por otro, no la dejaron descansar.  Después del aseo, aprovechó el fresco de la mañana y se quedó dormida por un rato.

Llegó la hora de la visita y el médico la despertó.  ¿Te has hecho algún análisis en esta sala?- le preguntó.

Soñolienta todavía Ana respondió – no, aquí no pero…

No la dejó terminar, de muy mala gana le dijo- ¿Usted no escuchó lo que le pregunté?

Ya bien despierta le dijo -Yo si escuché y trataba de explicarle que cuando estaba en la sala de quemados…

Pero señora –gritó el médico interrumpiéndola nuevamente – limitase a lo que le pregunto, no me interesa lo que le hicieron en quemados.  Le estoy preguntando por tercera vez si en esta sala le hicieron algún análisis.

La madre molestísima dijo gritando también – estoy tratando de explicarle que ya me hicieron análisis en otra sala y que yo sepa este es un solo hospital.

Ustedes son de las personas – dijo el médico refiriéndose a las 8 madres que estaban en la sala – que le hacen cualquier examen y sacan un cero así de grande.

Quizás a las otras madres no le importaban aquellas palabras, pero Ana María que es licenciada en Ciencias Pedagógicas desde hace 16 años, se puso verde.

Su ira fue tal que recogió sus pertenencias y sin escuchar los consejos del familiar presente y de las compañeras de cuarto, se fue para su casa sin recibir la alta médica.

Quizás usted coincida conmigo en que la actitud de la madre no fue muy inteligente, especialmente por su bebé.  ¿Pero me pregunto si ante tal ofensa y un maltrato similar usted no hubiera echo lo mismo?

3 thoughts on “La salud pública en Cuba: Excelencia pero con fallas

  • Amiga Rosa,es posible,que el medico estaba “sobrecargado”,o era el unico que habia en el Hospital…pero yo te digo….y lo he escrito en esta pagina….que mi ultimo hijo nacio en Colombia(Bogota)…si te escribo la Historia,pareceria una “novela de Ciencia Ficcion”…..aparte de los “inconvenientes”..en la clinica,los medicamentos que tuve que comprar en una farmacia,porque en la clinica no habia….”PAGUE” por mi hijo …casi 3,000 Marcos Alemanes en ese tiempo 1999…..soy cubano….pero nunca pense …que un niño fuera una “mercancia”……yo le decia a la madre!! EN CUBA ESO NO EXISTE!!! aparte de que para el “alta” de la Clinica “tuve que pagar” 2,000 pesos mas (pesos colombianos)……..era increible!! cuando “choque con esa realidad”!! saludos!

  • segunda parte!!………………Cuando lleve a la madre a una clinica que se llama”La Granja”.habia una Cola “inmensa” como soy Cubano….me adelante y pregunte por el Medico….una enfermera me dijo “estamos en cambio de turno”…ahi me “acorde de Cuba”..la madre tenia fuertes dolores de parto!! y a lo Cubano “forme un Bateo”…….llegue a las 4 de la tarde ..la atendiueron a las 8 de la noche…y mi hijo ..nacio a las 4 de la madrugada……en una clinica privada!! porque PAGUE!!…si no hubiese teneido dinero …creo que se muere la madre y el bebe!!….saludos

  • Pero mi amooo, y esas son las fallas que ibas a mencionar. Pero por dios, que bien se ve que en Cuba nos atienden tan bien en los hospitales que nos creemos que los médicos son máquinas que un día no pueden estar estresados o abrumados de trabajo. Esa respuesta del médico te pareció ¨una falla¨. Mira, soy cubana y vivo en un país caribeño, fuera de Cuba, y aquí si que hay fallas, pero con F mayúscula, aquí no hay palabritas cariñosas, aquí es si tienes dinero bien y si no te mueres y si tu familia no tiene para pagar el entierro, te meten en una caja de bacalao.
    Yo no digo que en Cuba todo sea perfecto, pero por favor, no actuemos solo con el deseo y el sentimiento, publiquen artículos objetivos, critiquen de Cuba lo verdaderamente criticable. Si algo extraño de allá es la atención médica que es muy buena , aquí afuera da tristeza ver como tratan a la gente en los hospitales. No bromees, por favor.

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