La comida en Cuba

Rosa Martinez

Foto: Caridad
Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Sobre la alimentación en Cuba se pueden decir muchas cosas. Que cada día es más cara, amén de las rebajas de los últimos días; que el trabajador promedio debe “inventar”, es decir, robar en su trabajo o tener una búsqueda extra para que a los suyos no les falte; que la variedad es poca, pues aunque vivimos en un país tropical nuestra dieta no es ni variada ni rica en vegetales y frutas.

Peor aún, casi todos los productos que ofertan, tanto el Estado como los particulares, son con harina y azúcares, por eso la población cubana tiene tendencia al sobrepeso.

Pero aunque mi historia tiene que ver con el sustento diario, no es sobre la calidad de este ni cómo nos las arreglamos para  sobrevivir durante un mes con 500 pesos (salario promedio cubano), de eso, prometo contarles mi experiencia.

Hoy solo compartiré un suceso que preferiría no fuera real.

Carla es la amiga preferida de Giselle, mi hija menor.  Con esa vecinita y compañera de aula mi pequeña pasa más tiempo que junto a su única hermana, pues además de las ocho horas en la escuela, después de hacer la tarea comparten al menos una o dos más jugando, correteando, regando o pintando.

La niña es como una más de la casa, cena con nosotros frecuentemente; en varias ocasiones ha dormido aquí, y hasta nos ha acompañado a viajes fuera del municipio.

Debido a la amistad tan linda entre las dos, a las familias no nos ha quedado más remedio que establecer también una relación íntima.

Hace poco sucedió algo que me llenó de pesar, no por nuevo, sino lo contrario, por ser recurrente en familias de bajos ingresos.

La hermana de Carla, de unos 18 años,  llegó a nuestro hogar con cara de asustada y pidió hablarme a solas.

Me dijo: “Rosita, dice mi mamá que si cocinaste y no está muy apretada la cosa por acá, que le mandes un poco de lo que hiciste para Carla, que está muerta de hambre y allá no hay nada”.

“Esta bien, no hay problemas”, respondí de inmediato, “espera solo dos minutos, buscaré un pozuelo”.

Pero mientras preparaba la encomienda, me quedé pensando: “Si mando un poco de comida para Carla, entonces  ¿qué comerán su padre, su madre y su hermana, que también es estudiante?

Lo importante no es qué hice o dejé de hacer entonces, lo que sí interesa es que esos  padres son dos trabajadores igual que yo, tan  responsables y sacrificados como cualquier obrero cubano común, eso no debería sucederles, ¿verdad?

Rosa Martínez

Rosa Martínez: Soy una colaboradora más de Havana Times, profesora universitaria y madre de dos niñas bellas y malcriadas que son mi mayor felicidad. Mis grandes pasiones son leer y escribir y gracias a HT puedo cumplir con la segunda. Espero que mis escritos contribuyan a tener una Cuba más inclusiva más justa. Espero que algún día pueda mostrar mi rostro junto a cada uno de mis posts, sin temor a que me llamen traidora, porque no lo soy.

Rosa Martínez has 155 posts and counting. See all posts by Rosa Martínez

14 thoughts on “La comida en Cuba

  • Es pavoroso cuando uno recibe estas experiencias de primera mano, pues aunque uno sabe que existen y están ahí, no las personaliza en primer lugar porque como yo hace un tiempo emigré con mi familia, donde vivo el fruto de mi trabajo y el de mi esposa es más que suficiente para alimentarnos a todos muy dignamente y sobra algo más para otras cosas algunas de ellas impensables en Cuba. Es triste que esto le sucede a una familia responsable y trabajadora, con empleos remunerados, muy probablemente profesionales abnegados capaces y competentes. Una sociedad así está condenada, por eso me sigue molestando que aún perdure.

  • Todos los cubanos que vivimos el periodo especial en Cuba, vivimos muchas veces historias como esas de ver a nuestros hijos acostarse con hambre y sentir la impotencia de no poder resolverlo sin tener que robar o realizar una actividad ilícita.

    Recuerdo que hubo una época que un porcentaje elevado de niños estuvieron técnicamente desnutridos pues no alcanzaban la talla ni el peso mínimo de acuerdo a la edad que tenían. El problema se manejo con secretismo habitual, pero todos lo supieron por la dieta a alimentaria adicional que recibieron estos niños que si mal no recuerdo incluía chicharos. Para el resto de la población el gobierno repartió las pastillas de polivitaminas.

    Leyendo a Rosa cualquiera se da cuenta que estas familias necesitan el auxilio de la seguridad social, pero en el socialismo cubano de cinismo despótico, ni se toma el trabajo de contarlos para no ” darle armas al enemigo”.

  • Claro que eso no debería sucederles, después de todo para eso no fue que hicieron Revolución?.

    El otro día Rosa estaba leyendo del “paladar de Santiago”, en Jaimanitas, donde es frecuentado a diario por los hijos y los nietos de los Castro, ahí ellos van a comer sushi y pescado fresco. Es sólo un dato por si algún día les da por juntarse con los que piensen que sea injusto que esto suceda a espaldas de un pueblo hambriento, y nada de a puertas cerradas, al contrario todo a la luz pública.

  • Por favor Miranda, no seas injusta, los hijos y nietos de los JEFES van a esa paladar practicamente obligados, a ellos no les gusta esa “especulación” (es decir, ostentación); el secreto está en que deben mantener una dieta reforzada de fósforo por los increíbles esfuerzos mentales que realizan para llevar adelante la economía cubana, cada uno claro está, desde su trinchera de combate: Tony correteando todo el santo dia detrás de las pelotitas de golf en un campo al sol (trabajador de contingente), la esposa en maratónicas jornadas en su boutique vendiendo ropas para incrementar el presupuesto nacional, el otro Tony (el hijo del golfista) esforzándose al máximo para que lo escojan en el próximo desfile de Chanel, Mariela rompió unos zapatos nuevecitos al ritmo de la conga antihomofóbica (que le costaron carísimos). Para Rosa, la vecina y muchos millones de cubanos ya están preparando unas pastillas de moringa que son lo máximo. Saludos.

  • No, esas cosas no deberian suceder pero desafortunadamente ocurren. Y tristemente, no sera una familia aislada. Seran muchas. Por cierto, en que quedo la historia?

  • Kamikaze, me has hecho reir de lo lindo!. Saludos.

  • La historia término así. Esa familia y miles como ellos desfilando en la plaza el primero de mayo.

  • Por eso como dijo el bobo de abela, eta calle es de Fidel y pa lo que sea Fidel pa lo que sea!!!!!!!!!!

  • Isidro:

    En Cuba tampoco ha habido, hay, ni habrá socialismo, pero tiene pésimos gobernantes que roban a manos llenas, igual que Puerto Rico. La gran diferencia está en que en PR. no hay una dictadura. En Cuba sí.

  • Ojo, este post no va de dictadura o democracia, sino de tener un plato de comida…o el empleo con el cual procurarselo…y parece que los portorros se están quedando en amplios números sin esa posibilidad… Y allá, además de no haber ni socialismo, ni dictadura tampoco hay bloqueo…al contrario, al menos en teoría son los “apadrinados” por excelencia de Washington…O no?

  • Y conste que no estoy haciendo aquí ninguna apuesta desesperada, en esfuerzo por contraponerla a lo que ocurre en Cuba. Es que se trata de una realidad muy cercana a la nuestra, sólo que asumida desde otro lado de la barda. Dejo aquí la opinión del gurú Montaner, quien avizora como posible salida a la actual crisis puertorriqueña un salto definitivo a la estatidad en la Unión ¿Sería ése también el destino para Cuba?

    http://www.diariodecuba.com/internacional/1463670845_22495.html

  • En Venezuela están peor, y tampoco tienen bloqueo., ni socialismo.

  • “son con harina y azúcares, por eso la población cubana tiene tendencia al sobrepeso.” error, en Cuba el sobrepeso y la obesidad se debe a la mala alimentacion, la mayoria de los cubanos (esos que no escriben aqui en este blog, y de verdad se jaman tremendo cable) comen una sola vez al dia, y eso es justamente lo que provoca que el metabolismo baje al punto en que todo lo que se come (una soal vez al dia) se acumula. Y si la escritora de este articulo no sabia que millones de cubanos pasan hambre, no se que hace escribiendo sobre Cuba.

Comentarios cerrados.