Historia de monos

Rosa Martinez

Foto: juventudrebelde.cu

HAVANA TIMES — Hace unos días leí varios periódicos nacionales en busca de un tema actual para debatir con mis estudiantes. Después de revisar varios ejemplares de Granma y Juventud Rebelde me interesé por una noticia en particular.

La risa y el espanto, son dos sensaciones que pocas veces andan juntas, pero fue exactamente eso lo que me provocó el trabajo de Juventud Rebelde Los monos fugitivos.

Según cuenta Patricia Cáceres, la autora del trabajo, por allá por el 2002 una pareja de primates de la familia Cholorecebus aethiops, más conocido como mono verde, se escapó del Zoológico Nacional de La Habana.

Al principio, los animales se quedaron en el área cercana al Zoológico, pero después de algunos fallidos intentos de captura, se fueron alejando del lugar hasta instalarse en los terrenos del Instituto  de Ecología y Sistemática.

Esta área es tranquila, con árboles frondosos y muchos frutales, lo que propició que la pareja se multiplicara hasta llegar actualmente a unos 25 más o menos.

A los lugareños al principio les causó gracia ver aquellos ejemplares africanos viviendo silvestre cerca de ellos, pero la risa dio lugar a la tragedia, cuando la manada comenzó  a alimentarse de los maíces, guayabas, mangos, habichuelas, tomates, plátanos, y mameyes que cultivan los campesinos, quienes se acogieron al decreto ley 300 que contempla la entrega de tierra ociosa en usufructo.

La parte increíble de la historia no es cómo estos animales se desarrollaron plenamente en tierra cubana, eso es comprensible debido a las características de nuestro país, ellos son omnívoros, es decir se alimentan de plantas, frutas y de animales pequeños.

Lo verdaderamente sorprendente son las explicaciones brindadas por la dirección del Zoológico Nacional durante más de 20 años para justificar que los animales sigan libres y causando problemas.

Las justificaciones van desde la inteligencia de los monos, algo que todos conocemos, el color amarillo verdoso de su pelaje que les permite esconderse en el bosque sin ser vistos, hasta el alto costo de los dardos y los sedantes.

No dudo del talento de esos primates, considerados los más inteligentes del reino animal y de los cuales proviene nuestra propia especie. Pero, para mí, todos los argumentos no son más que una muestra de la irresponsabilidad, negligencia y morosidad que nos caracteriza cuando de resolver problemas a la población se trata.

Si en lugar de frutas y pequeños animales, estos monos comieran humanos, a estas alturas no quedaría un solo habanero para hacer el cuento.

Rosa Martínez

Rosa Martínez: Soy una colaboradora más de Havana Times, profesora universitaria y madre de dos niñas bellas y malcriadas que son mi mayor felicidad. Mis grandes pasiones son leer y escribir y gracias a HT puedo cumplir con la segunda. Espero que mis escritos contribuyan a tener una Cuba más inclusiva más justa. Espero que algún día pueda mostrar mi rostro junto a cada uno de mis posts, sin temor a que me llamen traidora, porque no lo soy.

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One thought on “Historia de monos

  • Bueno por los monos, que ahora son libres y pueden comer!

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