Fernando, de Nueva Yol

Rosa Martínez

Foto: Caridad
Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Desde pequeña uno de los sueños más recurrentes que tenía era el de viajar, todavía es así. Fui a Egipto a conocer las extraordinarias pirámides y las mágicas aguas del Nilo. También visité el museo más importante de Francia y el más visitado del mundo, el Louvre, cuando descubrí en un libro algunos de sus tesoros más valiosos; de paso, llegué hasta la torre Eiffel  y paseé entre sus mágicas luces.

En una ocasión desperté en una región del continente africano, entre leones, tigres y gorilas, no fue muy agradable ese recorrido, pues lo hice sola, imagínense el susto que me llevé.

De todas las ciudades y capitales que visité a través de los libros, películas y fantasías, una se repetía con frecuencia, Nueva York, quizás porque a los 14 años conocí a un encantador neoyorkino – de quien me enamoré-  de madre cubana y padre estadounidense.  Con él fui a algunos de los lugares más conocidos de la Gran Manzana, como se conoce a esa gran urbe.

Me llevó hasta el Rockefeller Center, el Edificio Chrysler – una de las estructuras más admiradas de Manhattan con sus gárgolas y puntas de acero inoxidable-, el Lincoln Center, la Estatua de la Libertad y muchos otros sitios, difíciles de olvidar.

Quizás sea el grato recuerdo de esa linda amistad con el neoyorkino y su ciudad, la razón  por la cual me interesé en una conversación que entablaban, en la parada, dos conocidas del barrio.

Las jóvenes comentaban de un amigo llamado Fernando, quien se había mudado para Nueva Yol  (así pronunciaban), después de vivir toda su vida en la ciudad de Guantánamo.

Según dijeron, el tal Fernando no se acostumbraba a su nuevo entorno, pues no encontraba trabajo y estaba pasando serias dificultades.

¿Pero cómo que no se adaptó? Si vivía en una de las ciudades más desarrolladas del mundo, allí el trabajo debe sobrar, ese lo que debe ser es tremendo haragán, acostumbrado a no hacer nada aquí, reflexioné en silencio y seguí escuchando como quien no quiere las cosas.

“El sinvergüenza ese vivía aquí de la venta de cigarros -comentó una de las chicas-, y allá quería hacer lo mismo, tan fuerte que está para estar vendiendo cigarritos”.

¿Cigarros?, quedé boquiabierta, ¿pero allá también existe ese negocito de mala muerte? Levanté las orejas aún más.

“Me dijo que la semana pasada allá llovió cantidad y por eso no había podido llamar, pues las comunicaciones estaban pésimas por las lluvias”, dijo la otra.

Bueno, parece que las afectaciones a las líneas telefónicas por humedad, no ocurren solo en Cuba, en Estados Unidos también pasa, seguí analizando aquella conversación que ya era casi mía.

“Pero él me dijo que vendría pronto, lloviera, tronara o relampagueara, que extrañaba mucho esto, que incluso no se acostumbraba al pan de allá.

¡Mi madre!,  otro acostumbrado al pan de Pánfilo,  que no se adapta a los de sabores y texturas diferentes, ese debe ser tremendo loco, seguí conversando conmigo.

“Yo le dije que esperara unos días, que con el fango que hay allá solo  se podía salir en carreta”, continuó mi vecina.

¡Carreta!, cómo que carreta, ¿vendrá de Nueva York en carreta? pregunté en voz alta. Eso sería el colmo de los colmos.  Las dos amigas se echaron a reír. Una exclamó: “Muchacha, si  Nueva yol está cerquita de Guantánamo, es un pueblecito de mala muerte”.

Los entrometidos acaban siempre así, mal parados y sin saber qué decir…

 

Rosa Martínez

Rosa Martínez: Soy una colaboradora más de Havana Times, profesora universitaria y madre de dos niñas bellas y malcriadas que son mi mayor felicidad. Mis grandes pasiones son leer y escribir y gracias a HT puedo cumplir con la segunda. Espero que mis escritos contribuyan a tener una Cuba más inclusiva más justa. Espero que algún día pueda mostrar mi rostro junto a cada uno de mis posts, sin temor a que me llamen traidora, porque no lo soy.

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4 thoughts on “Fernando, de Nueva Yol

  • En el unico lugar que hay un tigre, un leon y un gorila juntos es en un zoologico , en Africa no hay tigres y el leon y el gorila son de habitad distintos.

  • Buenisimo el post, y muy bien contado. Gracias Rosa por hacerme reír al comienzo del día.

  • Si supieras, que pasé dias riendo con mi confusión. Me pasó por chismosa jajjaj

  • Rosa, muy buena crónica. De lo mejor que has publicado hasta ahora. Me encantó. Por cierto, hay una película dominicana de 1995 titulada Nueva Yol…se puso en Cuba en un festival de cine.

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