El casi casi

Rosa Martínez

HAVANA TIMES – “Vale la pena” es uno de los pocos programas que todavía sigo en la televisión cubana. Mi afición por las lecciones de sicólogo Calviño comenzaron hace muchísimo tiempo, cuando era estudiante universitaria y me veía reflejada en la mayoría de los temas que el profesor de la Universidad de La Habana debatía cada semana.

La transmisión de la que quiero comentarles se llamó “El casi casi” y estuvo relacionada nada más y nada menos que con el esfuerzo y el resultado, es decir, el sacrificio, constancia y tiempo que se emplea en alguna actividad y los resultados que se obtienen, que no siempre son proporcionales a la perseverancia.

Las conclusiones del profesor, así de simple, fueron que aunque se debe reconocer el esfuerzo, lo verdaderamente importante son los resultados, que uno no debe conformarse con el CASI llegar a lo que uno desea, con CASI aprobar un examen, con CASI graduarse, con CASI tener una casa, que se debe llegar al final a toda costa.

Aunque completamente de acuerdo con mi amigo Calviño, me quedé pensando en que toda la vida me he esforzado de muchísimas maneras y creía haber obtenido buenos resultados: todos mis años de primaria siempre estuve entre los tres mejores niños de la escuela, en la secundaria igual, en el  preuniversitario también fui el primer expediente, conseguí acceder a la única carrera universitaria que me interesaba y graduarme con buenas calificaciones, trabajo desde hace 22 años, en más de un empleo por cierto, pero hasta ahora no siento que haya llegado lejos.

A pesar de todo lo logrado, me siento como los personajes de las anécdotas usadas por Calviño, siento que sigo en el CASI CASI, y que por más que lo he intentado y lo intento, nunca podré llegar.