Las Bratz en Cuba

Regina Cano

Foto: Saffy/Flickr
Foto: Saffy/Flickr

Las BRATZ en Cuba han crecido, con aires de niñas y cuerpos de adultas, grandes gafas de sol y aretes, ligeras cadenitas y anillos de fantasías, pequeñas sayas o shorts, y bolsitos de piel falsa.

Muchas adolescentes y casi mujeres están siguiendo la apariencia de esa historia creada para los medios, de cuatro amigas adolescentes.

Llenas de bellas sonrisas, la cabeza plenas de mariposas y una actitud infantil ante todo, son más ahora las jóvenes que siguen la manera de enfrentar la vida a lo BRATZ.   Incluso las conocidas piyamadas americanas para jóvenes de hasta 22 años no dejan de suceder.

Son chicas de inteligencia física.   Se preparan para profesiones diversas y solucionan muchos de sus asuntos con griticos y sobreactuación.   Al parecer planean integrar la lista de las mujeres que son muñecas en sus futuras familias y engrosan una posible clase media.

A qué aspira en el futuro una Bratz cubana?   Tal como llegan otras influencias: Un hibrido.   Una EMO-BRATZ?  Tal vez sí o tal vez no.

Qué harán de la vida de este país tanta niña desinteresada, junto al resto del pastiche que será la población en Cuba para dentro de 10 o 15 años?   Un gran agujero negro?

Tal vez sí, tal vez no.

Regina Cano

Regina Cano:Nací y he vivido durante toda mi vida en La Habana, Cuba, la isla de la que no he salido aún y a la cual amo. Vine a esta realidad un 9 de Septiembre. Mis padres escogieron mi nombre por superstición, pero mi madre me crió fuera de la religión que profesaba su familia. Estudié Contabilidad y Finanzas en La Universidad de La Habana, profesión que no desempeño por ahora y que decidí cambiar por hacer artesanías, algo de cerámica y estudiar un poco sobre pintura e Inglés. Ah! Sobre la foto; me identifico con los preceptos Rastafari, pero no soy una de ellos, solo tengo este gorro que uso de vez en cuando, pero les aseguro que no tenía una foto mejor.

One thought on “Las Bratz en Cuba

  • He ahí los resultados de ciertas carencias… Lo que hace falta es PROTEÍNA, PRO-TE-Í-NA, COÑO!

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