Gatos en la Vieja Habana

Regina Cano

HAVANA TIMES — Caminar por el casco histórico de la ciudad suscita siempre indagación, pues si no te mantienes al tanto de sus cambios te parecerá en algún momento que ya no estás en ella.

El entorno de este lugar se ha mantenido cambiante desde hace mucho tiempo, primero lo han modificado los derrumbes y tal vez desde el último decenio lo han cambiado la remodelación, recuperación y mantenimiento del espacio físico habitable o empresarial de un barrio reconocido como el más antiguo de la ciudad de La Habana.

Pues gentes!, en uno de los reconocimientos que me permiten la accidentada  visita a la Habana Vieja, me encontré con una manada de gatos que aprovechan la reparación del Palacio de los Capitanes Generales para procrearse y sobrevivir, pero lo que me hizo notarlos o descubrirlos fue la asistencia de una mujer con varias jabas y recipientes de comida.

Alrededor de 23 animales–según decía la señora- entre gatos y gaticos se esconden al costado del Palacio… debajo del contenedor que sirve como temporalidad constructiva, donde la esperan todos los días para recibir la generosidad de esta mujer.

La mujer -al parecer en sus sesentas- me dice que la gente que pasa por allí los maltrata o los miran con indiferencia, que ella dedica dos veces del día a venir a traerles algo de comer, que no soporta ver la indefensión en que viven, que la causa de su número es la posibilidad de estar ocultos debajo del contenedor, que ella no vive cerca, pero sí trabaja en el barrio y que aprovecha esta cercanía, buscando la comida como puede y con sus propios recursos.

Obviamente le encantan los animales y su sensibilidad al respecto le hace dedicarse de esta forma a estos gaticos, si sufren, sufre y si crecen saludables le es motivo de alegría.

Por mi parte y sin poder hacer mucho por ellos -pues ya tengo suficientes gatos a mi cuidado- me gratifica saber que existen citadinos, que aunque no tienen como solucionar el asunto a otra escala, hacen lo que pueden por los animales callejeros.

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2 thoughts on “Gatos en la Vieja Habana

  • Conozco a esa buena senora. La vi en el año 2008 cuando me case y estaba en La Habana esperando a mis papeles. Me gusto mucho ver a ella dandole comida y carino a esos gatos.

  • Mi reconocimiento personal y de parte de todos los amantes de los animales, a esta noble señora, que sin duda, demuestra el gran corazón y don de gente, con los cuidados que les brinda a estos gatitos. Hace mucha falta que en su pais y en el mundo entero, se siga su ejemplo. Dice el dicho……la grandeza de una nación, se refleja en la manera en que cuidan y se ven sus animales.

    De corazón le envío toda la suerte del mundo a esta señora y sepa usted que ya tiene ganado el cielo. No solo es hablar que se hace o se puede hacer algo….hay que concretar las buenas acciones u obras.
    Viva cuba…..viva el perú, señores!!!

Comentarios cerrados.