Los problemas de Oswaldo
Por Pedro Pablo Morejón
HAVANA TIMES – Como todos deben conocer, las aguas de principios de junio ocasionaron muchos derrumbes de edificaciones en Cuba, la mayoría ocurridos en La Habana.
Edificios de más de 90 años sin apenas mantenimientos, donde conviven decenas de familias bajo riesgo de despertar un día en el más allá como consecuencia de un colapso de esas estructuras tan deterioradas.
Las autoridades culpan al embargo estadounidense de todo. La pésima situación del fondo habitacional en el país no puede ser la excepción.
Sin embargo, no paran las construcciones de instalaciones turísticas en un momento en que el turismo internacional se encuentra en declive.
Cada día se hace más difícil construir o reparar una vivienda con esfuerzo propio. A menos que tengas familia en el extranjero se convierte en una empresa casi imposible.
La vivienda de Oswaldo tiene techo de fibra, algunas de las vigas de madera se notan visiblemente dañadas por el comején. Por estos días de intensas lluvias temía un posible derrumbe.
Lo más probable es que el techo resista unos años, pero nadie sabe si quizás solo es cuestión de meses para que se le caiga encima.
Por eso ha comenzado, como se dice en buen cubano, a “ponerse las pilas”. Tenía pensado comprar unas planchas y vigas metálicas que por el mercado negro le pueden conseguir. Trajo un albañil que midió largo por ancho de la vivienda y determinó que para el techo necesitaba 10 vigas metálicas y 9 planchas, además de algunas cabillas, bloques y cemento.
Cada viga de 6 metros de largo oscila entre 2500 y 2600 pesos, las planchas tienen un costo semejante. Haciendo cálculos debe gastar alrededor de 50 000 pesos sin contar cemento, bloques, cabillas, transportación y mano de obra.
Pero Oswaldo es un cubano de a pie y sus ingresos no rebasan los 5000 pesos mensuales. El albañil le sugirió prescindir de las vigas y planchas. Las tejas de fibrocemento del techo están en perfectas condiciones y se pueden encofrar unas vigas y le saldría más económico.
Para ello necesita bloques, cemento, cabillas, alambrón , arena y piedra. Vuelve a sacar cuentas y resulta un estimado de más de 40 000 pesos.
Las matemáticas no juegan con su patrimonio. “Poco a poco, Roma no se hizo en un día”-piensa, pero no puede evitar la desazón que esto le produce.
Solo dispone de unos 20 000 pesos que ha reunido con tesón. Sabe que debe “apretarse más el cinturón” mientras reúne lo que falta. De momento irá comprando poco a poco lo que pueda conseguir.
También será difícil gestionar los materiales. Escasean y a causa de la corrupción en todos los niveles mucho de lo que se consigue en Cuba es por el mercado informal.
Pero antes debe resolver un problema de última hora. La olla de cocinar arroz acaba de dar su último suspiro, el mecánico, que le había hecho tantos remedios le acaba de decir que ya no tiene solución. Deberá adquirir dólares para comprar una en las tiendas en MLC (moneda libremente convertible)
Los problemas nunca faltan y el techo puede esperar aunque no demasiado. Oswaldo respira profundo, se calma y se dice a sí mismo “Ánimo nene, lo único que no tiene solución es la muerte”.
Los artículos de Havana Times son excelentes, sin estridencias ni exageraciones. El asunto de la vivienda es crítico, pero mucho más en La Habana donde los gobernantes ven que la ciudad se viene abajo y no hacen nada, da pena ver las fotos de los derrumbes y al lado los hoteles, un contraste tétrico. Es el peor gobierno desde 1902, el único plan que tienen es resistir a costa del sufrimiento de millones. ¿Están satisfechos con el legado que han dejado? ¿Pueden dormir tranquilos?
El comunismo termina cuando se acaba el dinero de los demas. Agarraron una cuba en plenty auge, no han hecho mas q desbaratarla desde 1959.
“El comunismo termina cuando se acaba el dinero de los demas. Agarraron una cuba en plenty auge, no han hecho mas q desbaratarla desde 1959.”
Todo en nombre de la Revolución devenida 2 años más tarde del 59, Robolución.