El verdadero desfile

Por Pedro Pablo Morejón
HAVANA TIMES – Me levanté el domingo 1 de mayo como cualquiera de esos días, sin recordar siquiera la fecha. La mañana no había avanzado mucho cuando desde la sala y a través de las persianas, pude ver el paso de dos camiones cargados de personas, no muy llenos.
Entonces recordé que era el día del tradicional desfile por el primero de mayo, pero al parecer esta versión había sido muy corta en comparación con años anteriores.
También noté que esta vez no se vieron tantos camiones, desde los cuales trasladan a los lugareños para que desfilen en el municipio donde resido.
¿Habrá habido menos concurrencia este año? Era la pregunta que de un modo recurrente rondaba en mi cabeza. Llegó el mediodía y la curiosidad me hizo poner el noticiero.
Las imágenes que se transmitían dejaban ver a una muchedumbre de personas desfilando frente a La Plaza en la Habana y también por la principales calles de cada provincia. La participación se veía nutrida y una sensación de desprecio y asco me fue surgiendo desde entonces.
Resultaba difícil digerir todo esto tras los acontecimientos del último año. Una crisis sanitaria sin precedentes que puso en evidencia la situación desastrosa del sistema de salud y que costó la vida de miles de cubanos, la efervescencia por lograr cambios hacia un mejor país que tuvo como colofón a todo un pueblo lanzado a las calles durante los días 11 y 12 de julio, la consiguiente represión brutal tras aquella siniestra orden de combate que causó muertos, heridos y más de mil detenidos, en su mayoría jóvenes, después condenados a penas desde 5 a más de 20 años de cárcel.
Todo en medio de una inflación galopante, el apartheid de las tiendas en moneda libremente convertible y la escasez generalizada de bienes de primera necesidad, en medio de cortes del suministro de electricidad y una ausencia crónica de medicamentos.
¿Cómo era posible entender todo esto?
Pero cuando las emociones se fueron asentando y las denuncias apareciendo empecé a comprender que todo no fue más que un montaje publicitario.
Imagino la preocupación del régimen de querer ofrecer una imagen de apoyo popular conociendo el rechazo generalizado por parte del pueblo.
Se tomaron el trabajo de planificarlo muy bien, con suficiente antelación. Y para no correr riesgos e imprevistos el desfile solo duró alrededor de media hora.
Ya se filtraron audios y videos que evidencian las presiones y amenazas en centros laborales y estudiantiles para obligar a los cubanos a participar en esa farsa. Una joven amiga me contó que tuvo que desfilar y tomarse selfies porque en su universidad se exigió que debía presentar evidencia de la participación, de lo contrario estaría en riesgo la carrera.
Solo de esta manera, mediante presiones y chantajes, y gracias a la experticia de los actores de propaganda que saben tomar las imágenes desde los ángulos más favorables para simular concentraciones multitudinarias, podrían reunir a un grupo en apariencia numeroso
Ya se sabe también que fue una jornada de arrestos y acosos contra activistas pro democracia .
La realidad es que aun cuando desarrollaron toda una campaña organizativa de recursos, propaganda y represión es significativo el número de los que se abstuvieron de desfilar.
Me atrevo a asegurar que el 11 de julio hubo más cubanos para exigir los cambios que Cuba necesita (recordemos que fueron muchas horas en las calles) que quienes participaron, ya sea por obligación o por desidia en esa obra teatral del primero de mayo.
Porque en estos momentos el régimen solo cuenta con el ejército, la policía, cuatro privilegiados y un puñado de chivatos.
En paralelo, desde el 2021 está ocurriendo un desfile mucho mayor de cubanos, desde Nicaragua hasta territorio estadounidense.
Un desfile espontáneo, aunque peligroso y cargado de dolor. Un éxodo provocado por la desesperación de vivir en una tierra a la que le han robado la esperanza y el futuro.
Ya la cifra se acerca los 80 000 y se calcula que de seguir la tendencia a finales de este año llegará a más de 200 000 los cubanos que habrán intentado escapar de La Isla.
Ahí se encuentra el verdadero desfile, no en esa farsa del primero de mayo.
Tienes mucha razón el verdadero desfile es la cantidad de emigrantes cubanos que se han ido en busca de mejorar en todos los sentidos , pero lo peor es que un país ,sin comida ,sin medicamentos ,sin transporte ,con una súper inflación con apagones eléctricos, desfila aparentemente los que fueron todos contentos ,un pueblo que se tiró a la calle exigiendo sus derechos .. Entonces ponen imágenes de los desfiles de otros países donde las personas reclamando sus derechos , reclamando cambios y que raro nosotros los cubanos ,no tenemos nada que reclamar nada que decir ..DPEPDPE….
Así es querida amiga, ojalá puedas escapar pronto de este infierno. Gracias por leer mis escritos.