La casa misteriosa en el km 78 de la carretera La Habana – Pinar del Río
Por Pedro Pablo Morejón
HAVANA TIMES – Ya sea con destino a La Habana o regresando a Pinar del Río, se hace imposible ser indiferente a una construcción que hace mucho está dando de qué hablar entre choferes y pasajeros.
Se trata de una vivienda ubicada al costado de la autopista Habana-Pinar, en el kilómetro 78, zona perteneciente al municipio de San Cristóbal, provincia de Artemisa.
Es una casa de placa con buen estado constructivo que se haya abandonada hace más de 20 años, sobre la cual, en pleno siglo XXI se ha tejido una oscura leyenda.
Porque es un hecho innegable, corroborado por los vecinos, de que varias familias han intentado vivir allí y se han visto compelidas a marcharse. ¿Por qué?
Investigaciones periodísticas realizadas en el lugar dan cuenta del testimonio contradictorio de los lugareños.
Unos alegan que al anochecer se escuchan voces, sonidos de objetos que caen o cambian de lugar, y hasta se han visto luces. Muchos creen que está maldita por causa del fantasma de Juan “el Colorao”, un señor que hace muchos años vivió y murió en dicho inmueble. Creen que se aparece en las noches. O por el de dos hermanos que presuntamente la vivieron tiempo atrás y se mataron en una riña.
Otros, por el contrario, manifiestan que todo eso es falso. Alguno, incluso, dice haber pernoctado en la noche y no sentir nada fuera de lo normal.
Algunas versiones más racionales exponen que la causa de estar abandonada radica en que no se ha podido llevar la electricidad allí. Argumento poco creíble, si consideramos que en Cuba no faltan los electricistas mañosos capaces de montar tendederas, incluso camufladas, para evadir la vista de inspectores. También se explica que el terreno en que se encuentra ubicada es muy bajo, causando que cuando llueve se inunde.
Pero nada de lo anterior consigue explicar el misterio de una vivienda espaciosa y con una estructura sólida, que con las necesidades habitacionales del país y todavía más en una zona frecuentemente azotada por fenómenos meteorológicos, permanezca deshabitada por tanto tiempo, cuyo acondicionamiento solo necesita trabajos de carpintería y plomería, que aun con lo oneroso de estos no deja de constituir una opción ventajosa.
La búsqueda de una explicación cabal nos sumerge en un laberinto de razones que no nos llevan a ningún destino.
Por lo pronto, cada viajero que transita por la autopista Habana-Pinar la observa allí, desolada, soberana, sin Patria, pero sin amo, renuente a ser ocupada. ¿Te atreverías a hacerlo?
Podrías contar más sobre esta casa misteriosa? O sea más anécdotas?
Serian historias interesantes de conocer.
Pero ya la cosa está así que veo una casa abandonada y me la cojo. Jajajaja. Como están los pinareños. Parche en el ojo, cotorra en el hombro y al abordajeeee. Esa casa debe estar en litigio o fue decomisada y no la han asignado.