Crisis epidemiológica en Pinar del Río

Por Pedro Pablo Morejón

HAVANA TIMES – Pinar está que arde. Desde hace dos semanas, tras declararse la nueva normalidad, un rebrote ha ocasionado más de 200 infectados hasta la fecha. Todos los municipios presentan casos, pero los más críticos son Consolación del Sur, Guane y la capital provincial. 

La ciudad de Pinar tiene zonas en cuarentena. Consolación está cerrada por todas las vías de acceso, desde la carretera Central hasta la autopista Habana-Pinar. Lo mismo ocurre en Guane, fundamentalmente en el poblado de Isabel Rubio, antiguo Mendoza, del que ya escribí un post hace meses y que es el más afectado de la región.

Jamás, desde el inicio de la pandemia, hace ya siete meses, la provincia había tenido tantos contagios. De hecho, Pinar del Río tuvo largos períodos sin casos durante este tiempo. Los números siempre fueron bajos y por eso la gente se pregunta cómo es que las cosas se fueron de control.

Hace unos días las autoridades declararon la regresión a la fase de transmisión autóctona limitada, tomando medidas, entre las que se encuentran la suspensión del transporte público y privado de pasajeros.

Ello significa que el llamado trabajo a distancia vuelve a implementarse, pues las personas que laboran, en su mayoría no disponen de medios propios para trasladarse y son escasos los centros laborales que disponen de un transporte para sus trabajadores. La gente saldrá por necesidad.

Aun en la capital provincial deberán caminar largas distancias por la ausencia de ómnibus, coches tirados por caballos o los conocidos bicitaxis.

Suspensión del curso escolar 2020-2021.

Los exámenes de ingreso a La Universidad se aplazan. Se pospone el inicio del curso para la educación primaria y media, que se presumía para noviembre, antes de este rebrote.

Los centros gastronómicos solo podrán elaborar alimentos para llevar.

Parece un chiste en una provincia donde conseguir algo para llevarse al estómago hace mucho se convirtió en una batalla campal. Son rutina las inmensas y angustiosas colas en la que los ciudadanos se disputan como animales el pan de cada día.

El arroz, la carne, el café, por citar tres elementos, constituyen artículos de lujo.  Como seguro en el resto de Cuba. Más de lo mismo que ya a nadie asusta.

A todo esto se suma el nuevo cierre de la frontera con Artemisa y la continuidad del uso del nasobuco.

¿Saldremos de esta grave situación epidemiológica? Seguro que sí, aunque preocupa que ya no aíslan a los sospechosos de Covid. Les hacen la prueba de PCR y a esperar en casa, con el consiguiente riesgo de contagios mientras llega el resultado.

Tan pronto la situación se controle, Pinar volverá a abrirse y el resto del país seguirá con un brote aquí y otro allá, hasta que una vacuna eficaz consiga erradicarlo en todo el mundo. Todavía no se ve la luz al final del túnel.  Por lo pronto, solo nos queda seguir sobreviviendo.

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Pedro Morejón

Soy un hombre que lucha por sus metas, que asume las consecuencias de sus actos, que no se detiene ante los obstáculos. Podría decir que la adversidad siempre ha sido una compañera inseparable, nunca he tenido nada fácil, pero en algún sentido ha beneficiado mi carácter. Valoro aquello que está en desuso, como la honestidad, la justicia, el honor. Durante mucho tiempo estuve atado a ideas y falsos paradigmas que me sofocaban, pero poco a poco logré liberarme y crecer por mí mismo. Hoy soy el que dicta mi moral, y defiendo mi libertad contra viento y marea. Y esa libertad también la construyo escribiendo, porque ser escritor me define.

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