Una pregunta recurrente aquí en Cuba

Paula Henríquez

Foto: Adita Viero

HAVANA TIMES – En más de una ocasión me han preguntado si quiero irme del país. Hace tiempo que no recordaba el tema, pero hace unos días alguien volvió a insistir en hablar de ello y una vez más me vino a la mente la misma respuesta.

En realidad creo que nunca he querido irme. Lo que no quiere decir que no deseo que las cosas cambien. Por supuesto que sí, que anhelo una vida mejor para todos aquí en la pequeña Isla y además, no soy la única.

Irme del lugar donde nací y me crié significa renunciar a muchas cosas, como mismo han hecho muchos de los que se han marchado. Nunca he juzgado a nadie. No me toca. Cada quien sabe lo que es mejor para sí mismo y los suyos, así como sus razones, y cualesquiera que sean estas, son injuzgables. Hay quien vive toda su vida fuera de su país con la añoranza de regresar, hay otros que se suman al borrón y cuenta nueva, hay quienes lo toleran, en fin, hay muchos tipos de personas.

Yo, en cambio, creo que podría tolerarlo, pero una cosa es eso, y otra diferente es aceptarlo. Por supuesto que me encantaría visitar otros lugares, ver otros pueblos, conocer otras culturas y adquirir muchos bienes que ni en sueños tendría aquí. Me encantaría ver cómo avanzo, junto a mi familia, gracias a las nuevas tecnologías, al desarrollo a la evolución en un sinnúmero de esferas de la sociedad, de las cuales no disponemos en este país.

Por otra parte, en el plano espiritual me gustaría ver que todos nos sintamos orgullosos de ser cubanos y de vivir en Cuba, que los que viven fuera están orgullosos de serlo, pero viven fuera; que no nos maltratemos, que seamos solidarios unos con otros, que no antepongamos al que viene de afuera por encima de nosotros mismos por el único motivo de tener más que todos aquí.

Por último, irme del país significaría, para mí, perder mis contactos, mis raíces, a mis padres, a mis familiares, mi casa y puede que hasta mis recuerdos. Las cosas se olvidan sí, muchos dicen que no, pero yo percibo que sí y lo digo por amigos que se han marchado y, sin querer, digo yo, han olvidado muchas cosas.

No quiero sentirme así, eso le diría a ese amigo que insiste en el tema. Puede más ese sentimiento de posible añoranza que lo que me pueda ofrecer vivir en otro país. Quizás esté equivocada, quizás no.

Paula Henriquez

Paula Henríquez: Desde pequeña me han dicho que debo tener cuidado con lo que digo en público. “Piensa antes de hablar, sobre todo delante de los demás”, me decía mi mamá y, entonces, resultaba más un ruego que un regaño. Aún hoy la escucho… y la cumplo, solo que no hablo… escribo. Las letras, las palabras son mi escape, mi salida y las catarsis diarias, las que imprimo en el papel, me reavivan. Y esta foto… me refugia.

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5 thoughts on “Una pregunta recurrente aquí en Cuba

  • “que no antepongamos al que viene de afuera por encima de nosotros mismos por el único motivo de tener más que todos aquí”; Paula, quien piensa así vive como en una especie de resignación (como diciendo: me jodí, me tocó quedarme); cubanos somos todos, los de vivimos fuera y los que viven en la isla, lo que ha dividido a los cubanos y a hecho muchísimo daño a nuestra nación (que es de todos) fueron y son las posiciones de los radicalistas de ambos extremos, y voy más allá: el día que a los cubanos no se les considere “emigrados” por irse a vivir a cualquier rincón del mundo, y puedan cada vez que puedan y quieran regresar, mantener sus casas, en fin hacer lo que hacen los ciudadanos de muchos otros países, ese día ganaremos como pueblo y nación. Los odios (reales y aparentes (para garantizar ciertos status)) de los radicalistas al final los paga el pueblo cubano (que es uno, aunque algunos digan lo contrario). Saludos.

  • Paula. Mi consejo desinteresado es: LARGATE

    Olvidate de eso de que Roma paga a los traidores, pero los desprecia. Ja, Ja, Ja, Ja

    Si yo me hubiera quedado en Cuba en 1985 estaria hoy almacenando papel sanitario para cuando se perdiera en los mercados, preocupandome de comprar viandas carisimas para alimentar a mi familia y mirando en la libreta si me tocaba pollito viejo en lugar de pescado. Con 64 annos, ya hubiera perdido la
    mitad de la dentadura. Mi esposa estaria menopausica y ninguna jovencita tendria el minimo interes $$$$ de tenderse en una cama para aliviar mi priapismo. Ja Ja Ja. Ese asunto esta ahora de moda.

    En cambio, ante mi se abren decenas y decenas de proyectos. Trabajar tres meses aca, rellenando declaraciones de impuestos es el menos interesante de ellos,
    Mi ultima idea para, el proximo anno, consiste en sacar varios miles de dolares de mi retiro y, en combinacion con mi hijo que es muy habilidoso y estudia dia a dia el mercado, comenzar a “especular” un poco en Wall Street. La nueva kriptomoneda de Maduro, el Petro, ja ja ja ja ja,es sumamente tentadora.

    Quien, hace unos anos, se le ocurrio la feliz idea de invertir unos pocos cientos de dolares en companis como Microsoft, de Oracle o Amazon hoy seria millonario. La cuestion es apostar al caballo ganador.

    Si me despreciaron y no me dieron, injustamente por cierto, je je, mi Premio Nobel ni me hicieron “Sir”, quizas tengo la oportunidad de seguir los pasos de Lord Maynard Keynes y, sino enriquecerme, al menos de entretenerme apostando y ganar (o perder) unos pesitos extras.

  • Una de las extraordinarias ventajas de vivir fuera de la isla es poder conectarse a la internet.

    Conectado eres practicamente un genio. Bueno, no vas a reestructurar el codigo tributario, Talladrid dice que es lo mas complejo que tenemos, ni a hacer aportes a la fisica cuantica, pero definitivamente, el mundo se pone al alcance de tus dedos

  • Una de las razones por las que queria vivir fuera de Cuba es poder sacudirme esa sentimiento de pobreza y escasez que me acompanaba. Hoy, no es que sea rico, pero tengo cubiertas mis necesidades, . . Inclusive retirado, me doy algunos gustos , lujos impensables para el cubano de a pie sin depender de las remesas, tener que “luchar”, mendigar favores, humillarme o chicharronear para que me den un viajecito.

  • En Cubadebate se atreven a publicitar la reconstruccion de los hoteles de los cayos luego del paso de Irma y algunos comentaristas estan cabreados, como este veterano, copio;

    Albertiquin dijo:
    Año 83, regresaba de Angola en el Barco ¨Las Villas¨, bojeamos parte de la costa Norte y observamos la cayería, incluidos Cayo Coco y Guillermo !Qué lindos! y no tenían estas instalaciones, !Que Bella es Cuba! !Como me gustaría Conocerla! !Que lindo sería venir desde el mismo lugar pero como !Turista!

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