Un testimonio muy interesante

Osmel Ramírez Álvarez

El Hospital Vladimir I. Lenin de Holguin, Cuba

HAVANA TIMES – Estando recientemente en Holguín, en el hospital Vladimir I. Lenin, gestionando la operación quirúrgica de la empedrada vesícula biliar de mi esposa, conversé con mucha gente. Los pacientes y acompañantes terminamos intimando mucho en las largas esperas de las consultas o frente al quirófano.

Se me presentaban como por arte de magia muchos temas para hipotéticos artículos, pero no quise ser reiterativo y hasta es bochornoso. Es mucho lo que he hablado ya del crítico estado de nuestro bien diseñado Sistema de Salud pública, que es gratis, pero “cuesta” mucho trabajo y mucho dinero, más del que cobra un obrero normal, para “resolver”.

Lo más interesante y que sí terminó motivando estas líneas es una charla que tuve con los acompañantes de un paciente de la zona de Velazco, pertenecientes al municipio de Gibara, relativamente a poca distancia de la ciudad de Holguín. Gente humilde y muy creíble, casualmente vecinos del médico opositor Eduardo Cardet, que me contaron espontáneamente lo que saben. Y yo pude palpar también lo que desconocen.

“Es una persona excelente, muy buena, y un médico maravilloso, igual que su esposa; ella atiende a mi mamá” – me contó la señora.

Su esposo, más elocuente y conocedor del asunto, continuó: “Él es opositor y lo sacaron a golpes de su casa. Está preso y es una lástima, porque tenía un futuro por delante. Mejor se hubiera ido a una misión y luego desertaba y ya, arreglaba su vida. Pero se metió en política y mira lo que le hicieron”.

“Dicen que hasta golpes le han dado en la cárcel y le niegan la libertad condicional. Su esposa es buenísima, una doctora con buen trato y nunca habla del asunto, al menos fuera del marco familiar. Ella sigue trabajando, pero ahora se dice que está de licencia porque se va a someter a una operación. Ellos no tienen buena vida, al contrario, viven humildemente en una casa nada buena. Ese muchacho se desgració con meterse en eso, el pobre”, culminó.

Para su asombro le conté que soy periodista independiente y como reviso la prensa libre en Internet conozco un poco el caso de Cardet. Le mostré en mi móvil noticias sobre su vecino y un vídeo de la Comisión de la CIDH sesionando en Colorado, EUA, donde la hermana del opositor prisionero político da su testimonio. Se sorprendió.

Como la inmensa mayoría de nuestro pueblo no usa Internet para informarse, porque es muy caro e inaccesible, y terminan viendo solo los noticieros y periódicos oficiales, para los que la verdad de Cuba y las noticias son solo “las convenientes”. Lo otro no les cuadra y “si no les cuadra no pasó”, parecido a lo que canta Thalía.

Por eso los vecinos de Cardet saben menos de su situación que un cubano de Australia o de Miami. Se sorprendieron mucho de que tuviese un apoyo tan grande en organismos internacionales y que fuera declarado preso de conciencia. Ni siquiera sabían que estaba vinculado con el reciente problema de los diplomáticos cubanos en la ONU, saboreando la campaña “presos ¿por qué?” que promovió EUA.

“Allá nadie sabe que eso tenía que ver, en parte, con Cardet. Hasta ahora yo creí lo que dijeron, que era otra patraña de los EUA para justificar el bloqueo” -dijo el vecino del opositor, sin salir del asombro.

“Yo no le aconsejo a nadie que se meta en política, mientras estén vivos Raúl y los generales viejos, esto no cambia. La Revolución fue una cosa bonita, pero este país no es y nunca será por lo que se luchó y no tiene arreglo, por lo menos en los próximos 10 o 12 años”, opinó.

Le expliqué que en todo pueblo que por alguna razón falta el decoro, siempre hay personas que renuncian a lo más conveniente y pagan las duras consecuencias de cargar en sí el decoro de muchos. “Esos son los imprescindibles”, como dijo Martí. Que, aunque el horizonte aún esté dominado por penumbras alguien tiene que ir labrando, trabajosamente y a pesar de la represión brutal, el camino hacia la luz.

Fue, sin duda, una conversación muy provechosa por ambos lados. Para mi resultó interesante conocer esos testimonios de la gente que conoce a Cardet de su barrio y constatar la veracidad, que nunca dudé, de lo que sobre él leía.

Cuán falso es el argumento esgrimido oficialmente de que los opositores cubanos no tienen el reconocimiento de nuestro pueblo. Lo tienen donde pueden, en su radio de acción más inmediato y en la diáspora, adonde les es posible llegar con sus mensajes, por causa del bloqueo a la información alternativa, impuesto por el poder mediático del sistema.

Fueron testimonios muy valiosos. Los vecinos de Cardet me pidieron encarecidamente no revelar sus nombres cuando les hablé de contar la interesante anécdota en un artículo. Otra muestra de que la lucha de Cardet y de muchos otros valientes compatriotas por una Cuba mejor es necesaria.

Es terrible, además, palpar el miedo del cubano a “marcarse” con el sistema, aunque solo se trate de decir lo que se piensan o de contar las verdades incómodas a los que detentan el poder.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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4 thoughts on “Un testimonio muy interesante

  • ¿Vuestro post? ¡Ni una palabra más, ni una menos! ¡Es la realidad a lo largo y ancho del archipiélago cubano!
    ¡Gracias!

  • vivimos creando estrategias mentales para no reconocer el miedo que empapa nuestra sociedad y nos infecta como individuos, es facil encontrar razones para el miedo, para ser valiente solo se necesita una desición, la de SERLO, pero el costo se hace demasiado en un país donde lo primero que encontrarás es la incomprensión y el desprecio de aquellos por los que das el paso adelante, así que al final solo queda el ser valiente por uno mismo, pero uno mismo a veces es insuficiente.

  • Gracias hermano.

  • Excelente OSMEL, es la radiografía de la Cuba real. Gracias por escribirlo.

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