Puntos a considerar para un eventual diálogo entre el gobierno y la emigración

Por Osmel Ramírez Álvarez

Miguel Diaz Canel. Foto: Estudios Revolución

HAVANA TIMES – Recientemente el presidente de la república de Cuba Miguel Díaz Canel, (el que nos asignó el Partido Comunista), anunció durante un encuentro con inmigrantes cubanos en Argentina el 4to evento de ‘La nación y la emigración’, lo cual ha sido interpretado por no pocos como un eventual diálogo con la emigración (diáspora), para abril próximo.

El tema enseguida generó mucho debate en las redes sociales y grupos opositores, cada cual, posicionándose según su parecer, a favor o en contra. Poniendo incluso supuestas condiciones.

La verdad no creo que el gobierno cubano se sienta todavía lo suficientemente presionado como para verse obligado a dialogar con su diáspora y negociar una salida de la crisis nacional, que sea justa para todos y lo más constructiva posible para la patria. Falta mucho para eso. El evento no es nada nuevo, será el cuarto desde que en 1978 Fidel propició el primero.

Así como aún persiste un sector radical en la oposición que sigue de soñando con barrer de un escobazo a los comunistas con socialismo y todo, para edificar luego la gloria capitalista, igualmente el PCC de aferra a que siguen siendo una revolución salvadora que tiene que impedir, al precio que sea, que el imperialismo y el capitalismo se apodere de Cuba, a la postre el ombligo del mundo. Mientras esas posiciones persistan tan fuertes como hasta ahora, seguirá el equilibrio de fuerzas y el estancamiento nacional, porque ambas partes se retroalimentan.

Considero que es una maniobra más de política exterior del gobierno cubano, donde simularán el diálogo con supuestos representantes de emigración. Pero serían solo aquellos migrantes vinculados al sistema a través de los programas de preservación de la ideología y el adoctrinamiento que promueven y efectúan los consulados cubanos por todo el mundo. No son muchos los que bailan al son de esta comparza, ni representan a la mayoría, pero actuarán como tal en una especie de obra teatral maquiavélica.

Sin embargo, si ocurriera un milagro y realmente Díaz Canel nos sorprendiera haciendo una convocatoria realmente inclusiva dentro de la emigración, tampoco sería inteligente pedir, exigir o condicionar el diálogo con cosas imposibles, demasiado costosas para ellos, en el escenario actual. No se puede confundir la oportunidad con victoria arrolladora.

Se encuentran en dificultades serias y necesitan gobernar con un mínimo de holgura económica, pero no están derrotados ni nada que se le acerque a eso. Hay que exigir lo mínimo indispensable entre todo lo que buscamos, precisamente aquello que facilitaría nuestra lucha y abriría el camino del cambio que Cuba necesita. Y debe ser tan básico y simple que de negarse el gobierno, quedase entonces mal parado frente a la comunidad internacional.

Recordando que sería tan solo un diálogo con la emigración, no con la oposición política, podrían ser los siguientes cinco puntos:

1) Que la ciudadanía efectiva lo sea para todo, incluyendo los derechos civiles y políticos, aún mutilados, que tenemos dentro de la isla, como el derecho a participar en votaciones parlamentarias y referendos. Y los pasaportes, de ser necesario, les cueste al menos lo mismo que a los cubanos dentro.

2) Que no haya cubanos regulados o prohibidos de entrar al país propio (desterrados), no existe motivo que justifique esa barbaridad.

3) Que se permita (con una ley) al menos la libre asociación civil (sociedad civil), dentro de Cuba y con ramificaciones hacia la diáspora, de ser factible: llámese gremios obreros no oficiales, feministas, ecologistas, de DDHH, contra el racismo, artistas, grupos de opinión, etc., aparte de los oficiales. Y como colofón se incluya una institución de DDHH equivalente al “Defensor del Pueblo”, elegido en el mismo proceso y ciclo electoral que los diputados, por el voto directo, pero de propuestas de la sociedad civil.

Y como la emigración tiene derecho a influir en los cubanos con sitios alternativos y preocuparse por que Cuba cambie, ¡cómo cubanos que siguen siendo!, puede ayudar mucho que reclamen otros dos puntos:

4) Que se respete la libertad de expresión al menos en internet; que no haya sitios no oficiales bloqueados y se le permita a la sociedad civil acceso a segmentos de los medios actualmente existentes.

5) Que se liberen todos los presos políticos, se elimine la práctica de regular la libertad de circulación, así como de reprimir y criminalizar la disidencia y el periodismo independiente.

Consiguiendo estás cosas nuestra lucha pacífica por una república ‘con todos y para el bien de todos’ estaría más cerca del triunfo.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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One thought on “Puntos a considerar para un eventual diálogo entre el gobierno y la emigración

  • La diáspora nunca le fue fácil emigrar, hasta sus pertenencia, propiedades perdían, sus derecho como cubanos, no pueden entrar un barcos a cuba, de que quieren hablar, bajo sus condiciones, siempre abra que no importe lo que hagan esperando las regalía, hoy siguen regulando la salida de los cubanos solo por decir público que tus ideas son diferente y su partido no te gusta

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