¿Por qué he decidido dejar de sembrar tabaco?

Plantas de tabaco.

Por Osmel Ramírez Alvarez

HAVANA TIMES – El tabaco es un cultivo tradicional donde vivo, en el valle de Mayarí. Estas tierras producen hojas de gran calidad, equiparadas a las mejores vegas de Vueltabajo, Pinar del Río. Además, hay una gran tradición de al menos dos siglos. Numerosos arroyos y ríos con buen caudal todo el año, un manto freático bendecido y hasta una represa en las montañas cercanas que por gravedad permite regar sin gasto energético.

Todos los ingredientes para que la producción sea abundante. No solo de tabaco, de cualquier cultivo porque son suelos de tipología 1, de aluvión. Sin embargo, hay gran escasez de viandas y alimentos en Mayarí, y el tabaco en vez de crecer su producción y calidad, está bajando. Muchos campesinos disminuyen sus sembrados y otros han dejado de sembrar, como yo. Decidí no hacerlo más.

La empresa de tabaco, TABACUBA, es una empresa estatal y solo ella puede dominar los contratos con los productores en el país y en su sede en cada territorio (Unidad Económica Básica UEB). Es decir, que es un monopolio. Si TABACUBA falla, falla todo. Si cometen una injusticia o un error al poner un precio demasiado bajo o un producto demasiado alto, se afecta la producción y no hay más nadie con quien hacer negocios. Es ilegal.

Y por ser TABACUBA una empresa estatal planificada, está sujeta al modelo económico disfuncional del país que falla y falla y vuelve a fallar sin ser reformado en su esencia; el mismo que nos tiene en la miseria y no nos permite el desarrollo. Entonces TABACUBA falla una y otra vez y en vez de para adelante, va hacia atrás. Y los productores siempre con la esperanza de que finalmente mejoren el negocio, pero una y otra vez lo destruyen con sus malas prácticas comerciales y su ineficacia, para luego querer reconstruirlo. Una locura, pero así pasa.

Ni TABACUBA ni el Consejo de Ministros de Cuba necesitan el embargo norteamericano para tener problemas. No hay bloqueo externo que empareje con el bloqueo interno haciéndole daño a la economía cubana. Suben los insumos diez veces y los precios del tabaco solo cuatro. Ya por ahí no hay paridad.

Y para estimular la producción de capas finas para puros de exportación, el tabaco que no las produce, lo pagan por debajo del costo de producción. A pesar de su inmenso valor agregado en la misma confección de puros de consumo nacional y de cigarrillos. Negocios millonarios, sin embargo el productor de la materia prima tan valiosa es obligado a perder dinero. Y así contrae deudas con el banco que no puede luego pagar y su nivel de vida se ve afectado, mientras la empresa enriquece.

Otra injusticia, o torpeza porque al final se vuelve un boomerang y les deprime la producción, es la estimulación con capacidad de compras de MLC. Como el mercado interno ha sido dolarizado y el sistema bancario no cambia CUP por MLC, que te vendan un porcentaje de MLC al cambio oficial es una gran oportunidad que mejora tu poder adquisitivo. Bueno, solo las capas finas de puros exportables califican para el 5% de su valor en MLC, sin embargo, el resto del tabaco del que también salen exportaciones y se usa para confeccionar puros exportables, no son estimadas en esa estimulación.

En resumen, es como un juego al azar, una especie de ruleta de casino, donde unos pocos suertudos salen con los bolsillos repletos y la mayoría con migajas o endeudados, después de tanto trabajo y sacrificios. Porque el tabaco es un cultivo intensivo muy sacrificado, que no da respiro.

Ya otros agricultores por acá se molestaron con las incongruencias de la empresa y desistieron hace tiempo, renuentes a volver de tanto disgusto. Mi padre y yo probamos otra vez no por fe en que la empresa fuera capaz de ser eficiente finalmente (algo que parece imposible si no cambia el sistema económico que le impone el esquema disfuncional), sino porque creímos que la mentalidad exportadora que exigía el gobierno se abriría paso en un momento de vacas flacas como el actual y podría haber una oportunidad de salir bien.

Pero no, ni el tabaco, que es un negocio exportable seguro, se libra de la disfuncionalidad obtusa. A pesar de los 500 millones de dólares que dio de ingresos en la última campaña, no quisieron comprar los insumos necesarios para el cultivo en un negocio con mercado seguro. Y luego exhiben muchos logros de ventas, pero es mucho más lo que se puede crecer y son muchos los perjudicados a pie de surco para que puedan lucrar de esa manera.

Sin embargo, se gastaron millones en construir más hoteles en medio de la pandemia, cuando no llegan turistas. O en construir una represa con más canales y túneles, que almacena un agua que luego no se puede aprovechar porque no hay recursos para poner tuberías o una potabilizadora. Nada, que aunque uno sepa que esto tiene serios problemas (y no por gusto está jodido este país), no deja de chocar con las cosas absurdas que suceden a diario.

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Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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One thought on “¿Por qué he decidido dejar de sembrar tabaco?

  • Tienes razón, se gastan millones en hacer hoteles que depende que vengan los turistas, y no invierten en un negocio rentable y seguro, que no depende de factores externos. El turismo se ha visto deprimido por el virus, pero ahora puede venir otro problema, el alto costo de los combustibles puede encarecer los vuelos y la gente volará menos. Sobran hoteles y falta comida.

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