Mi autoconsumo progresa en medio de la crisis…
…y la pandemia
Por Osmel Ramírez Alvarez
HAVANA TIMES – El año pasado cuando se hizo más patente la crisis de desabastecimiento y el arroz comenzó a faltar, ¡y a subir de precio!, me di cuenta de que tenía que ampliar la siembra de viandas en mi autoconsumo familiar.
En mi patio ha habido desde siempre plantones de plátano, de tambures (plátano burro) y de guineos (plátano fruta). Pero, aunque ‘no era’ muy comedor de viandas, sabía que al faltar el arroz, el consumo de estas en la familia se haría necesariamente mayor, y no bastaría lo ya plantado. Entonces destiné una parcela de 30m X 30m, que anteriormente cultivaba de tabaco, y los sembré de plátanos.
De eso hace 10 meses. En sí la nueva siembra de: 50 de plátano, 30 de guineos y 20 de tambures, para tener de las tres clases en la proporción adecuada. Intercalé yuca entre ellos. Me costó cerca de 2 mil pesos la inversión, entre roturación, comprar semillas y pagar ayudantes en varias ocasiones para desyerbar. Algunas veces apurado ante una inminente lluvia o muy complicado con el periodismo.
Si no llovía, lo regaba con agua de mi pozo aledaño, donde tengo una bomba de agua y le conecto aspersores o riego por aniego. Unas condiciones que he creado con gran dificultad durante muchos años, porque no es fácil acceder a estos medios en Cuba. Y eso hace cualquier siembra mucho más segura. Eso sí que no delegué en nadie, lo hago yo mismo siempre para garantizar un riego eficiente.
La yuca aquí se comienza a cosechar después de los seis meses, pero faltando un par de semanas para ese umbral, una noche lluviosa me robaron aproximadamente 30 cangres (se le llama así al tronco parido con yucas). Más o menos dos quintales, calculaba yo, porque estaban nuevecitas todavía. A partir de ese día tuve que cuidarlas de noche, lo que para mí es fatal, porque aunque no duermo mucho, la ‘mala noche’ no se me da muy bien.
Tuve que empezar a consumir las yucas sin que tuvieran su total desarrollo, pero tenían una calidad tremenda. Todo el mundo loco con mis yucas y vendí una parte para recuperar los 2 mil pesos invertidos. Ya todo lo que quedaba de yuca, más los plátanos, era ganancia y dejé el resto arriesgando y haciendo alardes de cuidos. Por suerte no me robaron más y hasta hoy me quedan cinco matas todavía. Saco de vez en cuando un cangre y con eso comemos en casa sin cocinar arroz y le doy a mis padres. Es mucho lo que ahorro con ellas.
Lo mejor es que sacando la yuca anterior, sembré de nuevo dentro de los plátanos y ya están grandes las nuevas plantas, con buen desarrollo de las raíces. En unos días se me acaban las primeras, pero ya en octubre tendré de nuevo más yucas. Y también plátanos.
Ya hace unos días la primera planta de guineo comenzó a echar manzana, para dar un racimo. Y muy pronto lo harán otras y así escalonadamente. Entonces no le faltarán viandas a mi familia. Y cuando digo familia, no es mi casa solamente, es también la de mis padres, de mis dos hermanas que tienen casa e hijos, la casa de mi hija mayor con su mamá, y la de mis suegros. Estos últimos tienen una finca grande y con ellos resuelvo la leche, boniatos y habichuelas.
Creo que es un privilegio vivir en el campo y tener un pedacito de tierra en estos tiempos de crisis. Me siento dichoso y aprovecho para sacarle provecho a la finca y minimizar los efectos del desabastecimiento.
Dentro de la parcela también tengo intercaladas matas de ají, quimbombó y calabaza. A cada rato recojo sus frutos y resuelvo, sin ir a la calle a comprar, lo cual es un gran ahorro. Y en otro lado tengo maíz y frijoles de ensalada, que son los que se dan bien en esta etapa del año, que agrícolamente se le conoce como ‘siembras de primavera’.
Es por eso que la pandemia no ha repercutido casi nada en mí. No me he estresado, pues no estoy confinado ni ocioso y casi nunca tengo necesidad de usar nasobuco. Nada ha cambiado en mi vida o ha sido muy poco, y lo que lo ha hecho es reconfortante, como esto de las parcelas o tener los niños todo el tiempo en casa, que también tiene su lado bueno. Por suerte, las cosas que hago como trabajo no se han visto afectadas. Y eso es también otro privilegio.
Saludos Osmel; muy buenos tus comentarios sobre la realidad politica-economica-social que vive Cuba.
Soy natural de Tacajo (casi vecinos) y resido en Miami desde 1996.
Soy graduado del Pedagogico en la especialidad de Geografia pero mi verdadera pasion son la Historia y la Economia Politica. Como tu, me defino como socialista democratico y sufro desvelo por causa de todo lo que ocurre en nuestro solar nativo. Abrigo la esperanza e ideal martiano de una patria «con todos y para el bien de todos».
Saludos reiterados y que haya paz.
Felix Castellanos.
Buon trabajo. Me gusta mucho leer su diario. Felicidades!
Felicidades! Eres dichoso de tener salud y un pedazo de tierra. Dicen que se puede cortar la mata de yuca y dejar las yucas en la tierra, y que se conservan mucho tiempo, no sé si será verdad, cortando la mata no pueden robártela, por supuesto, después pasarás trabajo para escarbar y sacar las yucas. Sobre el riego busca en youtube «programador de riego franchi», es un invento de un cubano que vive en Bejucal, es para no tener que preocuparte con el riego. Suerte.
Te felicito, tienes un tesoro en la tierra, y lo compartes con tu familia, que maravilla. Aqui en la ciudad la cosas no marchan nada bien, altos precios y escases, y cada dia abren más tiendas en MLC, moneda que no se paga en Cuba. Puedes ir enseñando a tus hijos que te ayuden a cultivar, darles la clases. Me imagino que tienes perros que te ayuden a cuidar tus siembras. Ten por los menos cuatro.
Saludos Félix castellanos, me agrada saber que tenemos tantas congruencias. Yo soy biólogo, pero la geografía, la historia y la política es lo que más me apasiona. Me gustaría contactar contigo para intercambiar ideas, si tienes WhatsApp mi número es +53 55076502.
Gracias Claire St-Onge, me agrada saberlo.
Tito, sí me siento muy dichoso y más porque siempre valoro mucho lo que tengo. Buscaré lo del riego en Google y conozco el sistema de cortar los tallos de yuca. Luego se ponen un poco duras cuando retoñan y la única ventaja es para poder tener más visibilidad al cuidarlas, porque si uno deja un pedacito de tallo para poder sacarlas, también los ladrones pueden hacerlo. Gracias hermano.