Más vegetarianos en Cuba por necesidad

Osmel Ramírez Álvarez

Foto: Luisa Martina Hernandez

HAVANA TIMES – El sábado es el día con más probabilidades de encontrar alimentos en los mercados. Aquí es costumbre que dejen lo poco que hay para ese día, que hay feria. Voy al Mercado Ideal (que no hace ni un poco de honor a su nombre), a las shopping, a los cientos de puntos de venta de los cuentapropistas, recorro todo el pueblo y alrededores, pero nada de nada. No pude encontrar nada de proteína animal.

Parece increíble. El lector podría pensar que exagero o que me refiero a que no hallé lo que buscaba específicamente. NO. No encontré nada, y es literalmente hablando. Ni embutido ni carne ni pescado, nada a ningún precio.

Me hubiese conformado, dadas las circunstancias, con picadillo de soya mezclado con desperdicios de carne de dudosa procedencia, el mismo que regalaba a otras personas menos escrupulosas que yo hasta hace unos meses, cuando venía por la libreta.

Sin embargo, la última vez que llegó lo comí con tantas ganas, como si fuera lo mejor, ya sin la interferencia de recuerdos cercanos del sabor de mejores opciones. Porque ahora mi dieta es mayoritariamente vegetariana. Lo bueno es que resulta saludable; lo malo, que es impuesta por las circunstancias.

La mía y la de casi todas las personas por estos parajes, y presumo que es general. No hace falta un estudio para saber que el 99% de la dieta de la mayoría de las familias cubanas, en este nuevo Periodo Especial, es a base de productos vegetales. Se come muy poca carne, me atrevo a decir que menos del 10% de lo que se consumía hace un año solamente. Pero no por evitar las grasas, ni por sensibilidad por las matanzas de animales ni sus condiciones en las granjas factorías. Es algo forzoso.

Tal vez en las capitales provinciales y en La Habana haya un suministro menos escaso, pero en los municipios es mucho peor. Me enteré que, como una rareza, hace unos días sacaron en una shopping de Mayarí picadillo de pavo a 90 centavos CUC, creo que 400 g, pero voló y dejó a la aglomeración de personas con las ganas. El pollo, que antes faltaba poco, se extinguió; y el puerco está en peligro de extinguirse también.

Ya ni pensamos en el pollo. Y tampoco es fácil toparse con carne de cerdo, es estrictamente una cuestión de suerte. El precio se ha duplicado en pocos meses, pero ni se echa a ver, porque el principal problema es encontrarlo. Por el salario mínimo cubano un trabajador tenía que laborar, antes de la crisis aguda, dos días para comprar una libra de carne, ahora necesita trabajar cuatro días. Se ha vuelto un alimento exótico.

Por suerte hay vegetales, aunque muy caros y no siempre variados. Por la carestía general todo sube, pero aquí es más acentuado por la sequía que nos ha golpeado muy duro en las zonas agrícolas del valle de Mayarí. La presa está al 85%, pero no hay infraestructura construida para aprovecharla con el riego. La han demorado más de una década por mala administración, más que por falta de recursos. Pero bueno, ahí está el bloqueo para justificar y ahora mucho más fácil, con el tema del capítulo III del Helms Burton.

En los primeros 130 días del año ha llovido solo el 36% de los registros históricos y aunque hace pocos días comenzaron las precipitaciones, el daño a los sembrados en secano ya está hecho. Por ello, las limitadas producciones de los escasos campesinos con riego, se comercializa a elevados precios.

Otro detalle importante en Mayarí es que el mayor productor porcino del territorio, que además tenía sociedad con numerosos productores más pequeños, fue detenido y está en espera de juicio. Y todos sus socios fueron afectados junto con él, lo cual ha contribuido enormemente a deteriorar la producción local.

Por supuesto que tenían delitos, pero nada excepcional. Son los mismos que tienen y tendrán para poder trabajar en medio de tanta burocracia, regulaciones y limitaciones, el resto de los productores del país. Por ser eficiente como productor privado, lo mismo te pueden dar un diploma elogiándote, que te pueden meter en la cárcel, solo depende de la voluntad política, pues no existe forma de producir y ser eficiente legalmente.

Sin embargo, en los noticieros de la televisión cubana son ahora más recurrentes que de costumbre los reportajes de grandes producciones agrícolas y porcinas, en los que no se habla casi de los problemas, sino que se enfocan en dar la sensación de que se está produciendo y avanzando. Y los dirigentes simulan estar muy activos para sacar al país adelante. El mismo estilo propagandístico de siempre, sin sustento real ni sostenible, que nos ha mantenido expectantes y falsamente esperanzados por 60 añas.

Ahora nuevamente convertidos en vegetarianos, no como filosofía de vida, sino por necesidad.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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5 thoughts on “Más vegetarianos en Cuba por necesidad

  • Osmel…la crisis es general en Cuba…pero convertirte en vegetariano es algo costoso ¿no crees?

  • Súper costoso. Igualmente ser carnívoro. Cualquier alimento en Cuba es muy costoso y más comparado con los salarios miserables. Pero el tema es que aquí la carne además de costosa está perdida. Ni embutidos ni huevos ni anda. Vegetales y bien caros. Es el escenario. Vegetarianos forzosamente.

  • La cuestion es acostumbrarse, es mucho más sano que el consumo de carne. Lo que sucede es que no hay variedad para poder equilibrar una dieta vegetariana con todas las de la ley. Y los bolsillos se resienten porque todo esta caro en general. El que tenga tierras debe sembrar y autoabstecerse, eso es una garantía de tener buenos vegetales orgánicos.
    La carne roja es dañina y esta llena de parásitos.

  • Saludos Irina. Creo que yo soy en ese caso privilegiado porque tengo tierra, pero no es una solución general. se necesita un mercado estable y con precios asequibles. Y lo de ser vegetariano o no debe ser una opción personal. Todo en exceso puede ser dañino, principalmente las carnes. Y la roja tiene parásitos pero se mueren al cocinarla. Los cubanos gustamos mucho de la carne, es la verdad, y si ahora predomina el consumo de vegetales, que de hecho son carísimos, es por anomalías del mercado socialista o no sé cómo catalogarlo.

  • Por eso los argentinos y uruguayos están llenos de parásitos, porque desayunan con un bife

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