Los uniformes escolares, asunto importantísimo en Cuba

Osmel Ramírez Álvarez

Foto: juventudrebelde.cu

HAVANA TIMES – Mientras en el resto del mundo, los medios de comunicación y los grandes directivos ministeriales de los gobiernos dedican tiempo y espacio a temas como el medio ambiente, los aranceles a productos en los principales mercados, los impuestos, o si los líderes cumplen o no su agenda política, en Cuba impera lo trivial.

Los uniformes escolares acaparan, desde hace más de un mes, la atención de medios y funcionarios oficiales, dando explicaciones sobre las tallas, las listas y bonos para comprarlos, la fabricación y distribución en las unidades o simplemente la llegada tardía de la materia prima para elaborarlos.

Por supuesto, todo eso funcionando muy mal y con mil dificultades, como es habitual cualquier cosa en la Cuba comunista. Y claro que es un asunto importante para las familias poder comprar los uniformes escolares: primero, porque es obligatorio asistir a las aulas con estos como vestuario, y segundo, porque con la carencia y encarecimiento de la ropa sería un calvario si se usara la normal.

Pero de verdad que es llamativo e interesante el desgaste nacional que conlleva intentar garantizar, con mil dificultades, un simple uniforme. (Porque solo venden una muda de ropa al año). Sería más fácil para un país equiparable al nuestro, como por ejemplo República Dominicana, llevar a un ser humano a la Luna, que para el Gobierno cubano conseguir que todos los escolares puedan comprar un uniforme de su talla, cualquier día de los dos meses de vacaciones, sin cola y sin quejas por no estar en la lista o sin bonos cambiados.

Llueven las quejas de la población. Ahora son más fáciles de visibilizar por las mayores facilidades informativas. Lo hacen por Internet, usando el correo, las redes sociales, los SMS o simplemente llamando por teléfono celular, gracias a los bonos de promoción pagados a cientos de miles de cubanos desde el exterior, por los parientes emigrados. Y algunos periodistas oficiales, en programas estelares, han sido “autorizados” a tratar el asunto, al parecer con el compromiso de que resalten constantemente la bondad estatal por querer garantizar el uniforme.

Un incidente bien elocuente fue cuando el joven locutor Lázaro Manuel Alonso, en la revista Buenos Días, de Cubavisión, se molestó porque los televidentes en sus mensajes afirmaban que “no había uniformes en la tienda ni hallaban las tallas que buscaban” y él, junto a los directivos invitados rectificaban que “sí había uniformes y que era incorrecto afirmar lo contrario. Lo correcto es decir que en ese momento no estaban”. –sobran las palabras.

Cabe preguntarse: ¿cómo pretenden alcanzar un socialismo próspero y sostenible si ni siquiera son capaces de garantizar unos simples uniformes artesanales?

Y si la incapacidad fuera solo con los dichosos uniformes, estuviésemos bien, pero es lo mismo en todo: con el pan, con el transporte, con la venta de alimentos y productos de primera necesidad en general, etc., etc., etc. Harían falta mil artículos para enumerar el desastre.

Pero en estos días el tema de moda son los uniformes. Los periodistas oficialistas, mientras tratan de posar como verdaderos voceros de la realidad social cubana, no dejan de mostrarse como lo que realmente son, parte del aparato manipulador del sistema, dando énfasis al “esfuerzo del Gobierno” por encima de su incapacidad.

No dejaré de contarles que mi hijastro, que va para sexto grado, no ha podido tener aún su uniforme nuevo, y ya el lunes inició el curso escolar. El bono no lo hemos recibido todavía por problemas burocráticos que ni vale la pena narrar. Pero no pierdo el tiempo enviando quejas a los medios oficiales ni siquiera en mi localidad.

Desde que descubrí cuál es la causa de todos los problemas en Cuba no me desgasto en batallas estériles, como es luchar contra las disfuncionalidades puntuales. El problema es el sistema que no sirve y no funciona. Y para resolver la raíz del problema es que lucho.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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3 thoughts on “Los uniformes escolares, asunto importantísimo en Cuba

  • Osmel el uniforme ese tema por donde lo miremos es ilógico, y muy manipulado, recuerdo en los 70, escuelas en el campo, a final de año si no entregabas el uniforme no te daban las notas escolares, si el día que lo entregabas el profesor de guardia decía que la ropa estaba en mal estado, tampoco te daban la nota o el expediente escolar, esta aberración entro al país en el año 59, cambiamos de siglo nuestros amigos de la sierra no se han enterado, lo más triste que estos problemas lo han creado con su burocratismo, su restricciones, estamos en espera que un particular ponga una atelier de uniforme, es muy difícil autorizar esta gestión

  • Cuando mi hijo estaba en la primaria consegui una camisa extra pagandola a sobreprecio. En la secundaria tambien consegui otra muda extra pagando cuc.

  • Con los uniformes pasa lo mismo que con todo lo demás en Cuba, la escasez abre paso a la corrupción y la necesidad al ingenio. donde más la gente se atreve a entrar en negocio es en la habana, por eso es allí donde más irregularidades se reportaban en los especiales de televisión que hicieron con este gran tema de relevancia nacional.

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