La Constitución del 40 nos daría todos los derechos que nos faltan a los cubanos

Foto: Juan Suárez

Osmel Ramírez Álvarez

HAVANA TIMES – Echándole una ojeada a la Constitución del 40 vi cosas muy interesantes. Precisamente aquellos derechos y logros democráticos que perdimos en 1952 y aún hoy necesitamos los cubanos. No en vano fue por el restablecimiento de esa Carta Magna que Fidel atacó el Moncada, fundó el Movimiento 26 de Julio, escribió el Programa del Moncada, peleó en la Sierra Maestra y fue seguido por gran parte del pueblo hasta el triunfo de 1959. A casi ocho décadas de su promulgación sigue siendo casi perfecta para la Cuba de hoy.

Si queremos una Constitución que nos guíe hacia un país mejor, más libre, más democrático, más justo y equitativo, no hay que inventar más: tomemos la del 40 y hagámosle unos pocos ajustes a la época actual. Podrían ser en determinados puntos como la división político-administrativa, el concepto actual del matrimonio, tal vez el tipo de Parlamento hacia uno unicameral y cosas así. Pero la mayoría de los problemas nacionales serían resueltos bajo esa Ley de leyes, especialmente en lo referente a los derechos humanos y las garantías democráticas en ella presentes.

Tras examinar algunos de sus artículos casi es innecesario el análisis. Cito algunos:

Art 26. La Ley Procesal Penal establecerá las garantías necesarias para que todo delito resulte probado (…). Se considerará inocente a todo acusado hasta que se dicte condena contra él. (…). Los detenidos o presos políticos o sociales se recluirán en departamentos separados del de los delincuentes comunes y no serán sometidos a trabajo alguno, ni a la reglamentación del penal para los presos comunes. Ningún detenido o preso será incomunicado. (…).

Actualmente en nuestro país los presos políticos son condenados como reclusos comunes y no existe una prisión separada, con toda intención de castigo. A periodistas, artistas disidentes y opositores se nos detiene a capricho y se nos encarcela sin acusación por varios días o semanas, sin derechos que nos ampare. Y aun así nuestra flamante Fiscalía General de la República aseguró en Ginebra que existe el debido proceso. Si no diera vergüenza y pena, daría risa.

Art. 27. Todo detenido será puesto en libertad o entregado a la autoridad judicial competente dentro de las veinticuatro horas siguientes al día de su detención. Toda detención se dejará sin efecto, o se elevan a prisión, por auto judicial fundado, dentro de las setenta y dos horas de haberse puesto el detenido a la disposición del juez competente. Dentro del mismo plazo se notificará al interesado el auto que se dictare. La prisión preventiva se guardará en lugares distintos y completamente separados de los destinados a la extinción de las penas, sin que puedan ser sometidos los que así guarden prisión a trabajo alguno, ni a la reglamentación del penal para los que extingan condenas.

Nada de esto debe existir explícitamente en nuestras leyes actuales, porque es un hecho que ocurre todo lo contrario. Con un mandato constitucional como este la Seguridad del Estado perdería sus prerrogativas violatorias de los derechos humanos, que son la base de su trabajo actual, y tendría que dedicarse a lo que hacen en el resto del mundo los organismos de inteligencia: proteger los intereses del Estado de flagelos como la droga, el terrorismo o de intereses foráneos. No de su propio pueblo queriendo rescatar la soberanía usurpada.

Art. 28. Nadie será procesado ni condenado sino por juez o Tribunal competente (…). No se ejercerá violencia ni coacción de ninguna clase sobre las personas para forzarlas a declarar. Toda declaración obtenida con infracción de este precepto será nula, y los responsables incurrirán en las penas que fije la Ley.

Art. 29. Todo el que se encuentre detenido o preso fuera de los casos o sin las formalidades y garantías que prevean la Constitución y las Leyes, será puesto en libertad (…).

Los Centros de Instrucción del Ministerio del Interior en cada provincia, como el de Pedernales en Holguín (donde estuve recluido tres días en noviembre del 2017), mantienen a los “sospechosos” incomunicados y en condiciones infrahumanas por días, semanas y hasta meses. En mi celda había uno con dos meses y conozco un caso en mi barrio que estuvo seis. Luego fue absuelto por falta de pruebas, ya que no declaró la culpabilidad que buscaban.

Art. 30. Toda persona podrá entrar y permanecer en el territorio nacional, salir de él, trasladarse de un lugar a otro y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte u otro requisito semejante, salvo lo que se disponga en las Leyes sobre inmigración y las atribuciones de la autoridad en caso de responsabilidad criminal. (…). Ningún cubano podrá ser expatriado ni se le prohibirá la entrada en el territorio de la República.

Foto: Juan Suarez

Más que conocido es el hecho de que los cubanos, luego de dos años fuera del país, deben repatriarse para poder ser considerados cubanos residentes nuevamente. Algo monstruoso. Y ni hablar de la regulación de la libertad de viajar fuera o visitar la Patria, usada como chantaje político y arma en contra de aquellos que nos consideran molestos a la política oficial.

Estos son solo algunos de los artículos que tratan de los derechos y garantías de los ciudadanos. Sería muy largo incluir los que aseguran la democracia funcional con separación de poderes y elecciones libres y plurales. Que incluso podríamos mejorar, jamás mutilarlos como hizo la “Carta Fundamental” que la Revolución triunfante implantó en lugar de la promesa de restitución de la del 40.

Ahora Raúl encabeza una comisión constituyente para adecuar la Constitución del 76 a sus nuevos planes. El mejor legado que podría dejar el general en el ocaso de su vida sería restablecer la verdadera Constitución por la que se luchó, la del 40. Esa que les sirvió de excusa o acicate, en el mejor de los casos, para combatir la dictadura batistiana y alcanzar el poder hace ya seis décadas. Un poder que no nos ha dado la república que soñó Martí “Con todos y para el bien de todos”, aunque ese sea el encabezado del documento que pretenden reformar.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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6 thoughts on “La Constitución del 40 nos daría todos los derechos que nos faltan a los cubanos

  • Excelente analisis de la legalidad de estos 60 años de violacion de la Constitucion de 1940, que fue asesinada y traicionada por los mismos que un dia recurrieron a la violencia armada supuestamente para rescatarla del dictador Batista.

    En su articulado encuentras las causas del asesinato de esta carta magna por Fidel Castro que para colmo era abogado de profesion:
    – Fidel Castro no podia ser presidente de Cuba si en 1959 se llamaba a elecciones democraticas como prometio porque se requeria tener como minimo 35 años y solo tenia 33 años.
    – Se consideraba un delito grave e invalidante para ser presidente si te levantabas en arma contra la Republica y eso fue lo que ocurrio en la intentona fallida del Moncada.

  • tu le recuerdas a los Castro a un Fidel joven y eso les aterra, sobre todo, porque ahora son ellos los dictadores y saben a donde pueden llegar los tipos con ideas.. cuidate la salud.

  • La máxima de todo movimiento revolucionario es la abrogación de la constitución anterior, la creación de una nueva carta magna. Hay que entender los propósitos del grupo de Fidel… entre mayores fueran las lagunas y las discordancias entre leyes, mucho mejor, todo se ha dejado al arbitrio de quienes ocupan el cargo público. Que una supuesta abogada trabajadora de un juzgado aquí en la capital, ante una consulta, conteste con aquello de que “muchas leyes penales no están escritas”, es el mínimo termómetro para saber que estamos en el más completo estado de indefensión, ¿un estado carente de garantías para el ciudadano? ¿Hacia dónde pueden llevar esta discusión, de reformas constitucionales, los diputados? la mayoría de ellos no entienden de leyes, sean o no egresados de la escuela de derecho. Por nada del mundo van a pretender crear una nueva constitución, no existe mayor tarea político-filosófico-económico-cultural que esa. ¿En manos de quién se dejaría una empresa de tal calibre? ¿Este territorio con su gente está realmente preparado para encaminarse a ser un “país”? El primer paso sería crear ese cuerpo normativo fundamental. Estaríamos hablando de la posibilidad histórica de tener una constitución de vanguardia, con la mira puesta , en ser un verdadero país, uno que de un paso tras otro verdaderamente, uno que vuelva a llamar las miradas del mundo, por su temeraria (y tan necesaria) iniciativa de regenerarse en estos tiempos por demás convulsos.

  • Resulta curioso que todos los artículos, cuya violación denuncias en este valioso escrito, te lo están restregando por el rostro y cuerpo, uno por uno, durante tu última y más reciente detención; cómo cínica advertencia de que: !Violamos la Constitución (republicana) del 40 y nos “limpiamos” con ella! ?Y qué? Ya ni disimulan. Son una mafia castrence y castrista a la “cara”.

  • muy buen artículo, la constitución del 40 ha sido el momento más glorioso de la historia de cuba, la única vez que nos hemos puesto de acuerdo todos sin entrarnos a machetasos o poner bombas en los cines, fue un avance increible que chocó luego con la realidad cruda de la corrupción y la dictadura, pero si Fidel no hubiese usurpado la soberania nacional estoy seguro de que la democracia cubana se hubiese enrumbado y madurado.

    osmel te temen y eso da mucho que decir de ti y de ellos.

  • Al dia siguiente de publicar este articulo Osmel volvio a caer preso, simplemente por escribir, lo tienen 72 horas incomunicado. Hasta donde piensa llegar esta dictadura. No se quejen después. Le advierto estas acciones no se van a quedar impunes.

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