El socialismo autoritario en Cuba y el cambio que nuestro pueblo necesita

Osmel Ramírez Álvarez

HAVANA TIMES – El eslogan de Raúl Castro, desde que asumió formalmente el poder en 2008, fue Por un socialismo próspero y sostenible. Era mucho más alentador, dadas las circunstancias, de lo que promovió Fidel: “Resistir, resistir y resistir”.

Díaz-Canel, por su lado, no tiene un eslogan propio. Mantiene el mismo de Raúl y tal parece que cree sinceramente que lo conseguirá, al menos, es el mensaje que quiere trasmitir televisando sus jornadas en el Consejo de Ministros, diciendo que hay que hacer ahora lo que en 60 años no se ha podido conseguir. Y para convencer a los que lo pusieron repite todo el tiempo: “Somos continuidad, somos continuidad”. Pero la realidad es que el nuevo presidente “nombrado” por el PCC trabaja en condiciones mucho más adversas que sus antecesores.

Tras diez años de cambios cosméticos y tímida apertura al sector privado, está obligado a mantener el modelo económico estatalizado, centralizado y burocrático que hundió al país, porque si se atreve a innovar, el mismo que lo puso podría quitarlo fácilmente del cargo. Si acaso tiene ideas renovadoras debe esperar.

Bajo tales circunstancias, cada vez hay menos socialismo en Cuba. Eso en cuanto a beneficios sociales, porque en lo político-económico el sistema es cualquier cosa menos socialista. La prosperidad prometida es casi una burla. El enemigo del modelo económico parece ser la riqueza, no la pobreza. Y la pobreza junto a la migración son lo único que parece sostenible.

Sin duda, el plan principal del Partido Comunista es mantenerse en el Gobierno a toda costa. No es patriótico ni nacionalista, es partidista y sectario. Fidel para lograrlo sentía que necesitaba tener a la inmensa mayoría del pueblo hipnotizado. Raúl demostró que no necesitan todo el apoyo, ni siquiera mayoritario. Con un pequeño porcentaje es suficiente cuando se poseen las fuerzas represivas para el control social. Especialmente la policía política que llaman Seguridad del Estado, y que actúa por encima de la Constitución y las leyes para enfrentar cualquier acto de disidencia.

Tampoco tenemos dónde reclamar los pocos derechos, porque el sistema de justicia no tiene jurisdicción sobre las fuerzas represivas y es dominado por la policía política. En dos palabras, siguen órdenes. Cualquiera puede ser juzgado por lo que les venga en gana y lo único que los frena en alguna medida es la imagen internacional y la capacidad popular de hacer denuncias, ahora facilitadas por el poco, pero creciente, acceso a Internet.

Tienen la garantía de un sistema político diseñado para mantener el poder, que sumado al poder mediático casi absoluto, hace la fórmula perfecta de manipulación y control sociales. Así imponen un modelo político-económico garante del control totalitario al que está acostumbrado el PCC, y al que no desean renunciar, al costo de renunciar al desarrollo y a DDHH esenciales.

Lo peor es que los comunistas en el poder son un grupo minoritario dentro de nuestra sociedad, me atrevería a decir que aproximadamente el 10% de la población adulta, apta para el voto. El resto, salvo pocos opositores abiertamente declarados, o bien cooperan con el régimen por conveniencia o lo toleran por dependencia y miedo. No el miedo a la tortura física que infringen las burdas dictaduras de derecha, sino a cosas peores, más refinadas, que actúan sobre la siquis y causan pánico.

Por todo ello existe una gran paradoja: los comunistas son minoría y perdieron hace mucho el corazón del pueblo, pero tienen el control absoluto de los hilos de la política, la economía y las fuerzas armadas y represivas del país. Es decir, no representan, pero estamos controlados y maniatados, sin poder soberano para librarnos de ellos ni para elegir otro camino.

La meta del 2030 para tener mejorías puede pasarse para el 2130, y tampoco conseguirán nada. Ni en mil años el sistema político y económico actual tendría forma de sacar el país adelante. El eslogan de “un socialismo próspero y sostenible” es una falacia, algo imposible de cumplir sin hacer cambios profundos en nuestra sociedad, comenzando por fomentar una democracia, libertades económicas y derechos humanos.

Lo ideal sería barrerlos como por arte de magia y que otros grupos políticos, más capacitados, tomen el mando provisionalmente y propicien el cambio. Pero lo ideal no existe o es raro. Jamás el Partido Comunista cederá por patriotismo espontáneo, ni es tarea sencilla sacarlos por la fuerza. La realidad es que tienen el poder y pueden retrasar por mucho tiempo más la salida democrática.

Por eso hay que poner los pies sobre la tierra y estar dispuestos a negociar. Proponer una Hoja de Ruta para el Cambio que sea democrática y a la vez viable, que debe incluir, guste o no, al Partido Comunista, de manera que rechazarla les resulte muy costoso y aceptarla represente un punto de partida hacia una salida, lo más justa posible, para todos los sectores nuestro pueblo.

La historia tiene muchos ejemplos de transición democrática y para salir de sistemas totalitarios ha habido que presionar duro, pero a la vez ceder, para lograr una solución consensuada, en aras de avanzar hacia la democracia, la cual no es un bien público que se obtiene de golpe, sino que se construye poco a poco con inteligencia y tolerancia.

 

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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9 thoughts on “El socialismo autoritario en Cuba y el cambio que nuestro pueblo necesita

  • 2019, con un enmascaramiento bestial de los verdaderos procesos “de cambio” en el planeta, en la “era de la información”, con casi 8 mil millones de habitantes en el planeta, sin una brújula, con naciones con destino más incierto que nunca ¿y hablar de socialismo?…

  • No entendí. Será acaso que alguien puede creer que la era digital y el progreso social implica o necesita un pensamiento único, sea cual sea? Todo lo contrario, seguiremos debatiendo de todo, solo que el presente y el futuro tiene que ser de la democracia y la tolerancia. El debate y la puja socialismo vs liberalismo seguirá y es muy buena. Sólo hay que vacunar a las sociedades modernas contra las dictaduras de ambas tendencias en sus expresiones extremistas.

  • …si el objetivo del cambio es que este alcance para todos creo que no es tan facil …si el plan es cambiar y que se salve el que pueda sera mucho mas facil pero no muy popular…por aqui salio hace poco un articulo,que quien sabe porque desaparecio de los titulares muy rapidamente,sobre la “exitosa” transicion llevada a cabo por el gobierno de macri en la argentina…macri,el exitoso empresario democrata y neoliberal , era el personaje perfecto para sacar a argentina del desastre populista e izquierdoso de los kichner…y que paso???…que posiblemente regrese la populista e izquierdosa cristina al gobierno gracias a los “milagros” economicos que implementaron macri y el fmi y que no lograron la transicion y el cambio tan maravilloso que se esperaba…creo que los promotores del cambio en cuba deberian analizar profundamente la situacion de argentina y de otros paises latinoamericanos para ver a que escenarios se enfrentaria un cambio en cuba…en un comentario anterior lo propuse pero me dijeron que eso no aportaba nada…creo que nada pierdo con insistir….

  • Bueno Eduardo, con Macri se confundieron los argentinos más que nadie, yo mismo jamás hubiese votado por él de ser Argentino. Y sobre el cambio en Cuba, si nosotros tuviésemos un cambio hacia lo que vivió argentina bajo el gobierno neoperonista de los Kisner fuera perfecto, porque ellos salieron electoralmente y defienden la democracia profunda, fortalecen la iniciativa económica individual, la clase media más que la alta. Ojalá, esa comparación tuya no tiene lugar, porque lo de Cuba no se parece en nada a lo de los kisner. ellos son socialistas demócratas, algo así, en medio de una democracia pluripartidista, con respeto a DDHH y con economía capitalista. aquí es dictadura de izquierda, partido único, economía estatal ysector privado aplastado y minimizado a cuentapropismo y seudocooperativas. socoialismo autoritario. Ojalá tuviésemos socialismo democrático.

  • Muy cierta su reflexión, hay que domar al león pero eso lleva tiempo y lo jóvenes no quieren perderlo, por eso emigran. El sistema ha logrado una limpieza genética, en general quedan los más dóciles y parten los más preparados. El futuro es gris, un pueblo que se dedica a la caza y recolección para sobrevivir no está en condiciones de exigir nada. En la URSS el cambio vino de arriba, no espero nada de abajo.

  • el punto debil de tu propuesta es ¿por que negociarian?

  • Segun algunos argentinos y argentinas con los que he hablado, las politicas populistas de Cristina estaban llevando Argentina a la quiebra. Por ejemplo, gracias a el fuerte subsidio de la electricidad, los argentinos se dieron el lujo de tener sus aires acondicionados funcionando 24 horas en el verano, pues la cuenta era super barata. Por supuesto, a expensas del colapso del sistema electrico nacional, que no estaba disenado para esa sobrecarga. A las familias de bajos ingresos con ninos, en la epoca de elecciones, los kichneristas les repartieron lavadoras para comprar sus votos. Y la cantidad de funcionarios corruptos que estan presos despues que salio Cristina no es de juegos; habia una tremenda pinata formada. Yo no digo que durante los gobiernos de Menen, etc no hubiese corruptos y ladrones (los hubo en grande tambien) pero no traten de venderme a los de izquierda como santos y puros…La cantidad de jovenes argentinos haciendose de pasaportes espanoles e italianos no es de juego…

  • Los comunistas saben que a nivel micro, la empresa estatal socialista de la forma que esta “integrada” no puede competir eficientemente con una empresa privada. No importa que apliquen “perfeccionamiento”, “actualizacion”, “restructuracion”, etc, etc. Y saben que aunque a la larga, una politica pro negocios mas abierta traeria una expansion economica y empezaria a mover el pais fuera del abismo, no estan preparados para aceptar el fracaso del modelo economico con prevalencia de la empresa estatal. La empresa estatal tiene su papel y su rol, pero no bajo las condiciones del sistema economico cubano. A los que responden si la empresa privada ofrece una opcion, solo miren a su alrededor y miren cuantas fabricas de cerveza, de cemento, de alimentos, centrales azucareros etc, han cerrado y/o estan en ruinas y cuantos productos hechos en Cuba es posible encontrar hoy en nuestras tiendas. Tampoco nos llamemos a engano. Es muy posible que algunas de ellas, aun siendo bajo manos privadas hubiesen tambien ido a la quiebra, por diversas razones. Pero con oportunidades comerciales mas abiertas y flexibles, el sector privado hubiese identificado las oportunidades mas rapidamente y cubierto esa demanda por una via u otra. Pero eso es imposible explicarselo al PCC…

  • Tampoco entendí, ¿”socialismo vs liberalismo”?

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