El sector privado en Cuba: una mirada desde dentro

Por Osmel Ramírez Álvarez

HAVANA TIMES – Es un hecho que ya existe en Cuba, de una manera más clara, lo que se define como sector privado. El trabajo por cuenta propia (TCP) fue el inicio y las MPYMEs (micro, pequeñas y medianas empresas) son la continuidad de ese desarrollo. Y no hay dudas de que en breve se verán desde el gobierno ‘forzados’ por la realidad a aceptar empresas mayores.

No tengo dudas de que en cinco años más del 50% de los bienes y servicios en Cuba se producirán por la actividad económica del sector privado. La inoperante y disfuncional economía estatal-planificada ha ido cediendo terreno ante la paralización casi total de la economía y lo seguirá haciendo a pesar del discurso repetitivo y fuera de lugar que aún conservan en la asamblea nacional y las reuniones del consejo de ministros.

Ahora mismo las calles de mi pueblo están llenas de puntos de venta de los TCP y MPYMEs, con muchos productos que les resuelven el día a día a las familias cubanas y que no encuentran ni en las tiendas en pesos estatales ni siquiera en las de MLC (dólar magnético). Porque las tiendas en MLC también pertenecen a la economía estatal-planificada y por eso no logran ser lo suficientemente eficaces.

Es cierto que los productos son caros con respecto al salario y las pensiones que ganan todavía la inmensa mayoría de los cubanos. Es criminal que un jubilado que recibe 1500 pesos apenas pueda comprar con ellos dos litros de aceite o dos kilogramos de detergente, por ejemplo. O el salario mensual de un profesional equivalga al precio de una caja de cerveza o malta (dos docenas).

Pero es el precio del dólar, moneda en que compran, y no el salario, el referente a la hora de establecer precios y tener utilidades. Y todo negocio persigue obtener utilidades. Si el salario no alcanza es responsabilidad de los que fijan los salarios, de los que pagan. El sector privado paga mejor a sus empleados porque toma en cuenta el costo de la vida, para que la motivación del trabajador sea el salario, no hacer cosas por la izquierda (ilegales).

Mientras que en el sector estatal pasa lo contrario, apelan a la ‘lucha’ para completar el salario y dejan en la vulnerabilidad a los que no tienen nada que robar. Entonces, es al Estado como empleador al que hay que reclamarle por el bajo poder adquisitivo del salario, no a las MPYMEs.

Y es frecuente ver a mucha gente culpando al sector privado de los precios inalcanzables para el salario estatal, mientras sus empleados tienen un aceptable poder adquisitivo y es su propio empleador, el Estado, el que ha creado dos economías: la real basada en el dólar; y la virtual, basada en el salario.

También los productos se pueden considerar caros con respecto a los precios comparativos en otros países de la región, pero es en dólares que compran fuera y dentro de Cuba, provenientes del extranjero obligatoriamente y con una empresa estatal importadora metida por el medio, que cobra caro y eleva los costos. Sumemos además que la crisis con el combustible ha multiplicado hasta por cinco el precio de la transportación de esas mercancías.

No hace mucho alguien que anduviese en la calle con una caja de cerveza o más de un litro de aceite era detenido por la policía como un delincuente, multado, la mercancía decomisada y pasaba el día en la estación. Y si era reincidente, lo mínimo que le tocaba era una condena de un año de prisión domiciliaria. Transportar cualquier mercadería era harto peligroso. Hoy es normal, andas con un triciclo con 20 cajas de cerveza o una caja de aceite o un saco lleno de paquetes de detergente, te pasan los policías por el lado, y ni te miran. Hay una gran diferencia.

Falta mucho, pero es el camino. Seguramente hay MPYMEs que tienen detrás a jefes corruptos o gente de la casta gobernante, como se asegura y hasta se publican evidencias, pero de ahí a asegurar que todas son así es un gran disparate.

Es comprensible que el comunista jubilado con 1500 pesos, olvidado y triste porque los jóvenes de su cuadra ni el vendedor de la tienda de MLC dan valor a sus medallas y diplomas por ‘comer candela’ por la revolución durante toda su vida, se ruborice al ver el precio del aceite en la MPYME. Y que al no tener el valor de protestar por el de la bodega que no llega, culpe al sector privado y no al sistema. Pero no es comprensible que lo hagan gentes con más luces y aun así lo vemos por ahí.

El futuro en Cuba es del sector privado y de los precios equiparados al dólar, no hay de otra, y es inevitable que el camino sea doloroso para mucha gente. Son los salarios y el resto de la economía ficticia y virtual del Estado los que tendrán poco a poco que equiparárseles.

El pan tendrá calidad cuando los particulares hagan todo el pan y compren toda la harina, la importen ellos mismos, así como las máquinas de hornear; igual bajará el precio cuando sean más competitivos. También se taparán los baches cuando haya empresas de viales; y así por el estilo.

Volver a la economía libre de mercado poco a poco, aun sin que sientan desde el poder la necesidad de hacer cambios políticos hacia la democracia. Hoy por hoy no es la democracia y los derechos humanos los que los presiona y los compele al cambio, sino la economía. Y es ahí donde se ven obligados a ceder.

Las cosas están cayendo por su propio peso y a mediano plazo, con más libertad económica, el escenario ‘debe’ encaminarse hacia ‘los otros cambios’ que son igualmente necesarios. Lo importante es que la bola comenzó a rodar y es, ¡por suerte!, imparable.

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Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

2 thoughts on “El sector privado en Cuba: una mirada desde dentro

  • De acuerdo contigo en todo menos el ultimo párrafo, la bola no es imparable, eso pensamos también en los 90 y llego Chavez y todo fue para atrás, con ellos no hay seguridad porque es una realidad que a ellos no les gusta lo privado, se sienten amenazados, lo hacen porque no le queda mas remedio, no porque sea una necesidad para el desarrollo del pais, por tanto en el momento que decidan expropian y aquí no ha pasado nada.

  • La mayoría de las MIPYMEs lo que hacen es importar y revender, eso no crea valor. Lo que puede sacar al país de la miseria son empresas (pequeñas y grandes) que creen riqueza, que la mayoría de los productos que se vendan sean de producción nacional, y para eso falta muchísimo.

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