Detalles cotidianos de la actual agudización de la crisis en Cuba

Osmel Ramírez Álvarez

Ilustración por Yasser Castellanos.

HAVANA TIMES – Nada mejor que los detalles cotidianos para entender el alcance y repercusión de la crisis aguda en Cuba. Por ejemplo, ya se me está acabando el aceite y no tengo idea de cómo conseguir el próximo litro.

El de la cuota es solo para la primera semana, y el que usamos ahora lo conseguí gracias a un amigo que por su trabajo fue a Sabaneta de Guantánamo y, como es un lugar poco poblado, todavía quedaba. De los dos que compró me cedió uno.

Aquí en Mayarí han sacado en las tiendas de divisa dos o tres veces en lo que va de año. Venden dos litros por persona y la cola es una multitud, todos llamándose por los celulares. Enseguida se acaba. Igual sucede con el pollo, que el mes pasado logré comprar porque me enteré con alguien que trabaja en el mercado, mientras le “daba la letra” a otra persona cerca de mí. Pero en febrero no he tenido igual suerte.

Por otro lado, mis hijos han estado muy enfermos de una virosis terrible “que anda”. En realidad, todos en casa la hemos padecido, ya lo he comentado en un artículo anterior, pero me centro en los niños, porque son los más vulnerables.

Es triste no tener siquiera un termómetro para medir la fiebre, pues no los venden. Antes, los trabajadores de la Salud los robaban del hospital y los vendían por la calle, pero ya ni eso. Imaginen que cuando mi niña estuvo ingresada había que buscar un termómetro en otra sala, pues no tenían ninguno en Miscelánea de Niños. Increíble, ¿verdad?

Pero tampoco al principio teníamos medicamentos paliativos para contrarrestar los efectos de la virosis. Tuve suerte que sacaron cuando tenía varios días con el catarro, y alcancé complejo vitamínico, paracetamol en suspensión y loratadina. Este último llegó a tiempo porque le estaba dando a mi niña de tres años un cuarto de pastilla de un antihistamínico para adultos, recomendado con reservas por el médico, a falta de uno ligero para niños. No había de otra para frenar el proceso alérgico.

Ahora mismo el desodorante en casa se terminó. Seguramente los hombres y mujeres de la edad de piedra no se abochornaban del mal olor en las axilas tras una carrera detrás de un mamut o huyendo de un tigre diente de sable, pero ahora estamos acostumbrados a un mínimo de decencia.

En Mayarí no hay. Ayer un familiar fue a Holguín y le encargué, pero tampoco hay. Llamé a mis parientes de Santiago de Cuba y me dicen que sacan a veces un poquito, pero vuela. Finalmente llamando y llamando di con el desodorante, pero ¡en Matanzas! Ya una amiga me compró cinco, para mí y varios familiares, y me los enviará en la guagua que viene de La Habana, con alguien conocido. Yo enseguida por correo le giraré el dinero. Menos mal que la solidaridad humana no se ha acabado, aunque ciertamente el entorno hostil la pone en crisis.

Aquí los puntos de venta agropecuario se topan unos con otro, como donde quiera. La carne de puerco sigue ausente por completo. Ya no hay ni comida para puercos ni puercos ni carne de puerco. La gente en broma dice que llegó el Armagedón para los puercos. Y como dice Buena Fe en una canción, el puerco es el mamífero nacional, porque es la carne más consumida.

Ayer, mi vecino Panchito mató un puerco que él mismo crió, y un enjambre de gente lo rodeó antes que terminara de prepararlo, pidiendo las libras que deseaban comprar. A lo sumo eran como 100 libras de carne y necesitaba mil para saciar la demanda de los vecinos desesperados. Yo tuve suerte porque fui de los primeros en enterarme. Compré mis dos libras, que fue como decidió racionalizarla para que alcanzaran más gente. Claro que la mayoría no pudo comprar.

Finalizo con otro ejemplo más, porque hay tantos, que podría escribir un libro de muchísimas páginas. Mi primo Marcelo me comenta de su hijo de 27 años, que tiene todo listo para irse por Nicaragua antes de que finalice el mes de febrero. “Ya no quiere vivir más en este país, se le metió eso en la cabeza. Le conseguí un trabajo en Nicarotec y no quiso ni empezar, dice que por 500 pesos no le trabaja a nadie”. Estaba angustiado porque su hijo no quería trabajar como él, y por lo riesgoso de la travesía que le espera hasta llegar a los EUA.

Creo que le di un poco de ánimo haciéndole ver que su hijo solo le estaba dando muestras de ser inteligente, porque 500 pesos son apenas 20 pesos convertibles y es el precio de un pantalón o un par de zapatos de pésima calidad. Los jóvenes no quieren envejecer como nosotros, esperando que el Gobierno convierta el barro en oro. Este sistema ni funcionó, ni funciona, ni funcionará.

Así anda nuestra bella Cuba; así vive nuestro pueblo; así nos acercamos al 24 de febrero para votar en un referendo por la nueva Constitución, que nos ofrece tan solo la “continuidad” de lo mismo que no ha funcionado hasta hoy. Por eso Yo Voto NO, porque quiero una Cuba mejor. Y una Cuba mejor es posible.

Osmel Ramirez

Soy de Mayarí, un pueblecito de Holguín. Nací el mismo día en que finalizó la guerra de Viet Nam, el 30 de abril de 1975. Un buen augurio, ya que me identifico como pacifista. Soy biólogo pero me apasionan la política, la historia y la filosofía política. Escribiendo sobre estos temas me inicié en las letras y llegué al periodismo, precisamente aquí en Havana Times. Me considero un socialista demócrata y mi única motivación comunicacional es tratar de ser útil al cambio positivo que Cuba necesita.

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13 thoughts on “Detalles cotidianos de la actual agudización de la crisis en Cuba

  • excelente cronica!

  • …magnifico…excelente…

  • ¡Genial tu post! ¡Triste realidad de casi Cuba entera. Ojalá el “NO” sea contundente!

  • Osmel, muy buen post, sobre todo desgarrador, habrá quién piense que exageras, pero nada más cercano a la realidad que tus vivencias. Supongo que mucho peor las estarán pasando las personas de provincia. Los que vivimos en la capital corremos con un poquito más de suerte, aunque también estamos afectad@s tod@s, debo aclarar y no es nada nuevo que los cubanos y cubanas siempre hemos tenido dificultades que abarcan desde la alimentación, el transporte y un sinnúmero de cosas, pero siempre tenemos el aquello de que en algún momento algo cambiará, pero resulta que cuando se hace un cambio de presidente y esperamos mejorías, nos sueltan que solo habrá continuidad, y esa continuidad se hace real con la situacion actual que está viviendo Cuba que con la llegada de Canel y su continuidad nos deja sin ánimos de seguir creyendo en un sistema que no se endereza y que por lo visto no se enderezara, por ese motivo todo el mundo tiene el deseo de emigrar, y no solo las personas jóvenes, he escuchado en la wify a personas mayores hablando con sus familiares en el extranjero, a los que les dicen que no quieren morir en Cuba.
    Yo cómo muchas otras personas Votaré NO, pero ese NO podría ser cambiado por un sí, en Cuba no aceptan

  • En verdad la crisis sólo se ha agudizado, es una realidad latente por décadas. Pero ahora el cuadro del paciente Cuba, es crítico, de terapia. Yo no sé qué tienen en la cabeza, cuál es el plan, porque por el camino que nos llevan forzosamente no hay futuro ninguno, más pobreza y migración.

  • Osmel, la lista de lo que ya no hay en grande..no hay aceite, no hay leche en polvo, no hay frazada para limpiar, apenas hay pollo, no hay perritos, ni picadillo…faltan los huevos, en fin, no sabemos a donde va a llevar la crisis cada día más aguda…ese No…debería primar el día 24…

  • ¿Vas a votar NO… esperando que ese régimen lo cuente como tal? Parece que no has oído de fraudes electorales… Además, votar NO, SÍ, o dejar la boleta en blanco, es legitimar la tiranía, por ende blindarla internacionalmente; en una frase: Afilar los cuchillos de tu matarife.

  • Es de admirar Osmel la energía que reunes para narrar y describir tan exquisitamente la realidad del cubano común, cotidianidad que ha usado el gobierno por decadas para destruir la rebeldia ciudadana a través del cansancio.

  • Osmel ¿cómo está? Leí en otro periódico que le habían detenido en relación a unos carteles contra la dictadura castrista que aparecieron en una localidad cerca de su residencia. Espero todo esté bien con usted, su familia y demás. ¡Abrazo y mi solidaridad para ustedes! Es muy valiente y la dictadura teme a personas valerosas. ¡Cuídese!

  • Excelente crónica Osmel, gracias por informarnos.

  • Si, me citaron como sospechoso, tomaron declaración de esa noche dónde estaba, por suerte durmiendo, y tomaron huellas. Soy sospechoso por ser periodista independiente, vivir en el barrio donde aparecieron los primeros cuatro carteles y porque al buscar la leche de mi niña en la bodega pasé frente al mercadito agropecuario donde pusieron uno de los carteles. Ni miré y ya estaba borrado. Es mucha falta de derechos y de respeto.

  • Gracias Kabir. Debo decir que en eso estamos a mano porque siempre leo tus trabajos y es bueno tener la visión de los jóvenes. Nn abrazo para todos en casa.

  • No dicen que el Diablo está en los detalles? Esos detalles que dan la medida del verdadero drama del cubano que resulta tan difícil, o más bien imposible, de transmitir por medio de cifras y estadísticas. Como lo que me comentó un vecino hace tiempo, cuando su padre vino de Estados Unidos y le dijo, impresionado: “Los cubanos están marchitos!” Esa marchitez es el saldo de un desgaste diario por prácticamente productos básicos, para al final, sentirse agradecido de lograr ser algo más que un indigente.

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