Acuarela de un país paralizado, casi disfuncional
que necesita un cambio con urgencia
Por Osmel Ramírez Álvarez
HAVANA TIMES – Cualquiera que viva en Cuba es un testigo del desastre que estamos viviendo, de este sistema disfuncional y del callejón sin salida que significa la ‘continuidad’ de lo que no funciona tomada como política oficial. Las vivencias del día a día dibujan sin duda el escenario de manera insuperable.
Hace meses estamos agobiados por los apagones demasiado frecuentes, largos y distribuidos con evidente sobrecarga a los municipios para evitar más disgustos en las poblaciones aglomeradas, proclives a protestas mayores y difíciles de sofocar. Pero ya en agosto, supuestamente alejado del peligroso mes de julio, se decidió generalizar los apagones hasta las ciudades importantes incluida la Habana.
En Holguín se publicó un cronograma de apagones a partir de este lunes 8 de agosto, que incluye la ciudad cabecera y divide a la provincia en tres grandes bloques de circuitos afectados en cuatro horarios de apagones: de 4, 8, 6 y 6 horas consecutivamente, para sumar las 24 horas del día.
Por ello cada bloque y cada circuito un día es afectado con 10 horas, (el primero de 4 h y el ultimo del día con 6 h), al otro día 8 h y al tercer día 6 h. para luego continuar así el ciclo. Lo que además de organización, también es evidencia de la regulación y normalización de los apagones como algo que llegó para quedarse.
El propio día de comenzar el cronograma, este lunes, no pudo cumplirse porque hubo un récord inesperado de déficit generacional de más de 1400 MW de electricidad. Y los horarios de afectaciones llegaron a 13 horas y hubo que unir los bloques apagados.
A las cotidianas fallas en numerosos bloques en varias termoeléctricas, se sumó la salida de servicio de la Antonio Guiteras de Matanzas, afectada por la calidad del agua que usa para su proceso, debido a las labores relacionadas con el incendio de la vecina Terminal de Supertanqueros. Este último, otro evento catastrófico que agrava más el complicado escenario cubano.
Por esta causa y también por falta de harina, como tantas veces, hace dos días no llega el pan de la cuota, dígase el único pan que existe por acá en el este holguinero. No sé si en el resto del país haya harina para que los dulceros, panaderos y galleteros particulares fabriquen y vendan, pero aquí no. El estado no tiene prácticamente para cumplir con lo básico y los cuentapropistas trabajan con la que ‘se lucha’ en los almacenes y panaderías del estado.
La leche llega tarde y se corta, por falta de electricidad para la pasteurizadora o de combustible para el carro que la distribuye. El bombeo del agua también está afectado por los apagones y como el suministro no es estable, sino por horarios, ello implica más afectaciones todavía.
¿Cómo distribuir entre los horarios el poco tiempo de electricidad? ¿Qué posibilidades tienen las viviendas más alejadas de que le llegue antes de que la quiten? Igualmente, el agua almacenada en casa, con horarios tan prolongados de apagones, ¿cómo se eleva sin electricidad?
Las tierras están en barbecho por falta de combustible para los tractores, que aunque son pocos, ya hay más que bueyes porque los animales han sido diezmados por el robo en ascenso. Los campesinos por miedo a los ladrones y a los vaivenes del mercado con la falta de insumos y la pérdida de mano de obra con la migración, siembran cada vez menos. Apenas para la subsistencia o algo más.
La migración de alguien es el plan que se debate en cada familia y a veces por familias enteras. Pululan anuncios en los grupos de venta de Facebook rematando casas con todo adentro, indicador de un plan migratorio en grupo familir. La gente quema las naves y huye de este país en ruinas, ya sin una sola gota de esperanzas en el sistema o en su capacidad de cambiar.
Los emprendedores están entre los grupos sociales que más migra, viendo sus negocios diezmados y con pocas probabilidades de resolverse o incrementarse la libertad económica. El discurso conservador del gobierno en contra de la iniciativa privada, que dice potenciar pero a la vez limita con actividades prohibidas y límites de crecimiento, es muy convincente a que emigrar es el mejor negocio.
Precisamente ‘las prohibidas’ son las actividades más dinámicas y que podrían asegurar el éxito logístico del sector privado en general. Gente sin producir por falta de electricidad e insumos, tanto en la vida doméstica como en los negocios privados, como en las empresas estatales. Todo el mundo paralizado y el país hundiéndose cada vez más.
Mientras que el gobierno anuncia 75 medidas que son más deseos que estrategias, y luego comprar los dólares que entran a Cuba sin que medie ninguna actividad económica. Divisas que tienen ya un mercado natural en el comercio informal y la migración.
Pretenden entorpecer ese mercado comprando y no vendiendo, pero solo propiciará una más alta cotización de las divisas, presionados por la demanda no cubierta todavía por el mismo gobierno. Lo que significa más inflación y por consiguiente, más carga sobre el pueblo.
En resumen, un escenario dantesco y desesperanzador que no parece tener salida con la continuidad de lo que no funciona. Es evidente que la única salida es potenciar un cambio desde el propio sistema, (más allá de que un potencial estallido social ponga fin al régimen con la expectativa de que nos salga bien el cambio de sistema sin que la ingobernabilidad coyuntural produzca flagelos indeseados).
Pero llama la atención que no se ven las señales de cambiar el rumbo del barco y el inmenso iceberg que nos hundirá por completo ya está frente a la quilla listo para la fatal colisión. Ojalá el golpe de timón se produzca a tiempo.
La pobreza es un ciclo en espiral, cada vez se es más pobre. El país no tiene arreglo con ese gobierno pero a ellos poco les importa. Construyeron muchos hoteles, y lo siguen haciendo, sin haber garantizado la electricidad, eso es construir la casa por el tejado. Los «accidentes» del Saratoga, Felton, Matanzas, etc., no son accidentes, todos se podían haber evitado, pero es un estado fallido, no «sala´o»
Sí Tito, es un desastre.