Se publica «La Pendiente»
Osmel Almaguer
HAVANA TIMES — Tengo 34 años y estoy próximo a tener mi primer libro publicado. Llevo 17 en esto de la escritura, luchando, metiendo cabeza por aquí y por allá, y la verdad es que no ha sido fácil.
A mi edad, la mayoría de los escritores tienen al menos dos publicaciones. Es más o menos la norma en Cuba. Las llamadas imprentas-Rizo han ayudado mucho a que los jóvenes difundan sus obras incipientes. Hay una Rizo en cada provincia de este país.
Por otro lado, deberemos reconocer que las oportunidades originadas por las Rizo tienen una consecuencia negativa, toda la basura literaria que se publica cada año.
También deberemos reconocer que las Rizo no resuelven el principal problema que hay en todo esto, y es la selección de las obras a publicar.
Mi libro, ópera prima, saldrá bajo el título de La Pendiente, y era casi de imaginar que saldría bajo el sello de una editorial territorial, o sea, de las que imprimen con las Rizo, más específicamente Ediciones Ávila, de Ciego de Ávila.
Y debo la publicación al premio de los XIX Juegos Florales Primavera, el año pasado, pues también es importante apuntar que son los premios casi la única posibilidad que tienen los jóvenes de publicar.
La red de premios literarios que existe en Cuba tiene una característica muy llamativa, la mayoría está dotada de muy poco dinero en moneda nacional, e incluso algunos, como el “Primavera”, no otorgan premio en metálico.
El derecho de autor, no supera los 10 000 o 12 000 pesos, en los mejores casos. En el mío, asciende tan solo a 1000 pesos ($50 usd) en moneda nacional. Y hay mucha gente con razones para que libros como el mío tengan tirada pequeñas (tan solo 500 ejemplares), pero la principal, es que “la poesía no vende”.
Sé que no hay un seguimiento por parte de las editoriales en el destino final del libro, que es el consumo por parte de los lectores. Sé que aunque mi libro se agote en una semana, a nadie le preocupará alguna reimpresión o adecuación del precio.
Sencillamente se trata de que en Cuba no haya un mercado del libro. La literatura, como el pollo de la bodega, es otra de las cosas subsidiadas por el Estado Cubano.
En mi caso, acabo de dar el primer paso, salir del anonimato, mis problemas como escritor inédito han cedido lugar a los problemas típicos de los autores cubanos.
¡Felicidades, Osmel! Ya eso es más que algo…¿Sólo cultivas la poesía, o también la narrativa?
gracias isidro, estoy metido en algo que puede desembocar en una novela, con caracter{isticas trasngen{ericas, o sea, de varios g{eneros literarios