Están tirando flechas

Osmel Almaguer

JOSUÉ: Uno de mis dos grandes amigos dice que desde que comenzó su relación actual con Deney, nunca le ha sido infiel.  Tampoco se ha sentido tentado a engañarla.  Ella le ha brindado “lo que ninguna otra.” me dice mientras comprueba mi asombro, pues todos conocemos su fama de “picaflor.”

LESLIE: Me llamó ayer muy conmovido.  “Estoy muy feliz.” me confesó, y me quedé pensando cual sería la causa de que mi otro gran amigo se sintiera así.  Él, al percibirlo, me dijo que se trataba de una muchacha muy hermosa e inteligente.  “Es la mejor en muchos años.  Hoy nos besamos.  Creo que somos novios.”

YORDANKA: Sus primeros meses en el extranjero fueron difíciles.  El trabajo le dejaba grandes espacios de tiempo para sentirse sola y extrañar a la familia.  Por eso escribía mucho, sobre todo a mí y a nuestra madre.  Luego, poco a poco, el malestar fue pasando, y creo que eso tuvo que ver con una persona que apareció en su vida.  Los correos y llamadas telefónicas disminuyeron.  Cuando regresó, me dijo medio en broma que le hubiera gustado quedarse en Venezuela.

YO: La conocí de manera causal.  Me miró con sus grandes ojos y, al devolverle la mirada, supe que no podía marcharme de aquel lugar sin intentar conocerla.  Intercambiamos números telefónicos.  Nos hemos llamado mucho.  Pronto saldremos.  Me siento emocionado.

CONCLUSIÓN: Parece que con esto del trabajo por cuenta propia alguien ha estado desempeñando con eficiencia el empleo de Cupido.