El Mangle Rojo, poesía en la Isla de la Juventud

Osmel Almaguer

HAVANA TIMES — El año pasado ya había hablado de mi viaje a la Isla de la Juventud, o Isla de Pinos, como prefieren los lugareños que se le llame a su tierra. Este año me tocó volver a ir, nuevamente con motivo de los Juegos Florales Mangle Rojo, que suelen celebrarse en el último mes del calendario.

Aunque me sentía curado del enamoramiento inicial que casi siempre inspira esta isla y su gente, no pude sino volver a vivir una experiencia paradisíaca, en la que la poesía, la música, el amor y la amistad llevaron la voz cantante.

Cuatro días viviendo al límite, casi sin dormir, casi sin tiempo para pensar en lo que haces (creo que aquí reside la magia del asunto) dejándote llevar por un itinerario sabiamente diseñado por los organizadores del evento, entiéndase los amigos: Randy (rapero y presidente de la Asociación Hermanos Saiz en el municipio), Daniel y Aylín (vicepresidentes y jóvenes promesas de la literatura).

Allí compartí con amigos del año pasado, Osmany (poeta de Pinar del Río) y Heriberto (Ciego de Ávila),  Israel Domínguez (Matanzas) y Yansy Sánchez (Santiago de Cuba), estos dos se sumaron para la ocasión.

La química se completó con los trovadores Ariel Díaz (La Habana), Frank Martínez (Santiago), Manuel Leandro (Holguín) y Silvio Alejandro (quien, por cierto, tiene una buena peña todos los viernes en el Pabellón Cuba).

Allí estuvieron también muchos de los mejores escritores de este municipio, y que siempre nos abren los brazos en cálida bienvenida, Maikel García, Javier Negrín, Rafael Carballosa, Nelton Pérez y José Taboada.

También Ayren, mi joven amiga; Jaime Prendes, artista de las artes plásticas, y Lázaro Chirino, periodista que cubre y conduce las noches florales.

Allí también está Yasiri, bella y talentosa bailarina del grupo “Carapachibei”, a quien no pienso dejar de visitar en cuanto me sea posible.