Cuba en el Mundial de Baseball

Osmel Almaguer

La presente edición de la Copa Mundial de Baseball podría ser la última. Sospecho que tal decisión, por parte de la IBAF, tiene mucho que ver con la reciente creación de un evento que sí reúne gran parte de los mejores peloteros del orbe, el Clásico Mundial de Baseball.

Cuba ha dominado históricamente las lides mundialistas con un total de 25 medallas de oro, siendo los Estados Unidos su más cercano perseguidor con cuatro preseas doradas. Este palmarés pertenece, sin embargo, a otra época. Cuando la participación de jugadores profesionales no estaba permitida y nuestro equipo nockeaba a cuanta selección se le ponía por delante.

La era que tantas victorias nos dio, en realidad lo que hizo fue enceguecernos. Y mira qué casual, o qué causal resulta, pues mientras nos creíamos invencibles en la pelota y olvidábamos peligrosamente sus fundamentos, esos detalles que definen y hacen tan rico al Baseball.

También nos creíamos un pueblo desarrollado en lo social, y olvidábamos que nuestra bonanza económica se debía a un pacto con una potencia que pronto desaparecería.

Así, llegados los noventa, perdimos “la nodriza” y poco tiempo después también la ilusión de ser los mejores del mundo en la pelota. Ser los mejores en este deporte había significado ser soberanos o suficientes políticamente, o al menos eso dejamos que nos hicieran creer.

Con los noventa cambiaría el mundo y las utopías serían cada vez más inalcanzables. Muchos ideales desaparecieron del horizonte, y la forma de hacer las cosas cambió. Fue en este contexto que llegó la primera gran decisión de la IBAF: permitir la entrada de jugadores profesionales a sus eventos oficiales.

En Cuba esto causó un gran revuelo. El cisma estaba a punto de romperse. Muchas preguntas serían respondidas y otras nuevas llegarían. ¿Era el Baseball amateur que se jugaba en Cuba mejor que la pelota rentada?

Aunque en un principio no nos enfrentamos a jugadores de las Grandes Ligas, el choque con equipos que presentaban en sus nóminas jugadores de las ligas menores americana y japonesa, así como de otras ligas importantes como la dominicana, la mexicana y la portorriqueña, mostró un saldo favorable para Cuba.

No obstante, ya no ganábamos los juegos por grandes diferencias. Cada vez se fue haciendo más importante retomar asignaturas que en nuestro Baseball habíamos olvidado, como el toque de bola, el robo de bases, y otros conceptos estratégicos.

Se fue poniendo de manifiesto que no sabíamos correr bien las bases, que no movíamos bien los jugadores de la banca, que ni siquiera sabíamos escoger las piezas de un equipo. Estos y otros males provocados por la forma en que se jugó, sobre todo, en los años ochenta, con su era del aluminio.

Poco a poco, países que no existían en la élite beisbolera mundial aparecieron, como Holanda, Australia, México, Panamá y Canadá. Otros, como Japón, Estados Unidos, Corea, República Dominicana, Venezuela y Puerto Rico, fueron mejorando sus nóminas hasta hacerles a los cubanos, de la victoria, una misión casi imposible.

Luego llegó el primer Clásico y de nuevo las preguntas, que al final fueron respondidas satisfactoriamente. Estábamos en la élite, incluso en un evento en el que participaban una gran cantidad de estrellas profesionales. Casi ganamos la competencia.

Creo que esa victoria en el 2006 nos encegueció un poquito más. El Baseball siguió evolucionando y comenzó el éxodo masivo de peloteros cubanos hacia los Estados Unidos. La Serie Nacional de Béisbol comenzó a debilitarse. Aunque mantenía a varias de sus estrellas, el nivel del grueso de los peloteros comenzó a bajar.

Ya en el segundo Clásico, aunque mantuvimos prácticamente el mismo equipo, mala costumbre de nuestros directivos que mucho nos ha costado, y aunque nuestros peloteros jugaron desinhibidos en el grupo clasificatorio de la primera fase, frente a Japón nos vimos aún más desnudos que la primera ocasión. Perdimos dos veces y aunque se trataba del doble campeón, mostramos muchas deficiencias.

Otro gran problema de nuestro equipo ha sido el bateo. Algunos lo achacan a una estrecha zona de strike, o a una estrecha interpretación por parte de los árbitros cubanos, de la zona estipulada. Otros echan la culpa al débil picheo de la Serie Nacional, pero resulta que en arenas internacionales han sido los lanzadores los que mejor han respondido. ¡Vaya paradoja!

Creo que la causa principal es que no se lleva a los bateadores que mejor ajustados están. Se casan con los más conocidos aunque no bateen. Estos, a su vez, se acomodan porque no sienten presión. Tampoco se balancea el equipo. Queremos llevar a los primeros 14 jonroneros de la Serie Nacional, y colocarlos del primer al noveno bate, y un equipo de pelota no se hace así.

Como resultado de todo lo antes expuesto, el último Mundial que conseguimos ganar fue en el 2005. Y conste que este tipo de eventos siguen siendo asequibles a nuestras selecciones. Pues no me cabe en la cabeza que un picheo de Reino Unido logre dominar a la tanda cubana.

Para la Copa que ahora se juega, la Comisión Nacional de Béisbol de nuestro país preparó un equipo que por primera vez, después de mucho tiempo, ha llenado de esperanzas objetivas a nuestro pueblo, que sigue dependiendo de ese “circo” para mantener sus ilusiones.

Fuerza, velocidad, habilidades, defensiva, buen picheo, balance y, sobre todo, una dirección comandada por Alfonso Urquiola que sabe administrar muy bien todos estos recursos, caracterizan al equipo.

Por si todo esto fuera poco, hemos sostenido algunos topes de fogueo con equipos de calidad como Venezuela, Puerto Rico y Panamá. Hacía muchos años que nuestro equipo no se preparaba así, y ya ven lo que está luciendo. Ganando sobriamente los partidos cerrados, y nockeando cuando los dejan.

Creo que si siguen trabajando así, no tendrán problemas para ganar la que posiblemente sea la última de las Copas Mundiales en este deporte. Se quitarían mucha presión de encima y podrían estar apuntando al comienzo de una nueva era dorada.

Nota: despues de terminar la primera ronda de la Copa Mundial 2011 invicto con 7-0, Cuba ganó su primer juego de la segunda ronda el Martes 8-7 sobre EE.UU.

osmel

Osmel Almaguer: Hace poco solía identificarme como poeta, promotor cultural y estudiante universitario. Ahora que mis nociones sobre la poesía se han modificado un poco, que cambié de labor y que he culminado mis estudios ¿soy otra persona? Es usual acudir al status social en nuestras presentaciones, en lugar de buscar en nosotros mismos las características que nos hacen únicos y especiales. Que le temo a los arácnidos, que nunca he podido aprender a bailar, que me ponen nervioso las cosas más simples y me excitan los momentos cumbres, que soy perfeccionista, flemático pero impulsivo, infantil y anticuado, son pistas para llegar a quien verdaderamente soy.

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One thought on “Cuba en el Mundial de Baseball

  • Felicidades por su articulo, soy de Panama y como usted mismo lo dice, Cuba una gran potencia en el beisbol vino a Panama con un objetivo alto y claro, y fue ganar, pero se esta viendo evidenciado la gran paradoja de la que habla…los equipos cada vez mas competitivos y preparados en todos los aspectos, y eso es bueno, no se crea esa monotonia o monopolio beisbolistico por llamarlo de alguna manera, vemos mas competencia, y por ende un espectaculo a nivel internacional mas atractivo, muestra de eso lo estan haciendo Holanda, Canada, Australia, lares donde tal vez no pense ver beisbol al nivel que estan demostrando, y hasta el mismo Panama que hace años habia visto resagar su beisbol amateur y que ahora pareciera querer despertar nuevamente a pesar de las malas dediciones y preparaciones improvisadas que estamos teniendo en nuestra seleccion nacional, lastima por equipos como Dominicanos y Venezolanos que amateurmente se estan rezagando, tal vez por verse absorvidos por el profesionalismo, pero todo eso es parte de la evolucion de la pelota, y muestra mas grande de esta evolucion es el Clasico Mundial, donde nuestros beisbol “amateur” se ha visto a prueba, bien por cuba que demostro a pesar de todo ser potencia del beisbol en ambas versiones del clasico, no a si mi Panama que fue un debacle total a pesar de contar con grandes ligas. En lo personal no me gusta llamar amateur su beisbol ni el nuestro porque el nivel que tiene es extraordinario, siento que el problema va mas en las dirigencias, seleccion y preparacion de nuestros jugadores, por lo menos en el caso de los equipos Panameños.

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