Comprando unos espejuelos en Brasil
HAVANA TIMES – Con lo mala que está la medicina en Cuba, la mayoría de nosotros pasamos la vida dando la espalda a nuestros problemas de salud. Sin embargo, desde que llegué a Brasil y me establecí, poco a poco he comenzado a valorar los beneficios de una vida sana.
Eso incluye no solo comer bien, tomar bastante agua y hacer ejercicios, sino también vigilarse los problemas que uno viene arrastrando desde hace años. Ya he comentado acerca de las clínicas odontológicas, ahora le toca el turno a las oftalmológicas.
Pues resulta que con la edad y el uso de los dispositivos digitales la vista se me ha ido desgastando. Comencé a ser consciente cuando intentaba leer la fecha de caducidad de las cajas de pollo en el trabajo, y a duras penas lo conseguía, a veces.
Pasé un par de meses con la indecisión, porque ya sabía, gracias a mi esposa que usa espejuelos de toda la vida, el precio de unos aquí en Brasil. Nuestra pequeña hija, de cuatro años, también ya comenzó a usar espejuelos.
Los de ellas costaron más de 500 reales cada uno (aproximadamente 90 dólares de acuerdo al cambio en aquel momento). Entonces, aunque se puede pagar a crédito, estaba un poco indeciso.
Con la llegada de diciembre y el pago en mi trabajo de décimo tercer mes, pensé que había llegado la hora. Fue viendo el anuncio de una clínica en Facebook que me decidí a contactarlos.
Agendé con ellos y fui para que me midieran la vista. El examen, que costó 50 reales (unos 9 dólares) dio que tengo astigmatismo por presbicia (vista cansada por la edad) de 1.25 dioptrías, un valor medio. En una pequeña tienda de la misma clínica (que se llama Buena Visión), escogí las armaduras que más me gustaron y mejor se adaptaran a mi rostro.
Una semana después volví por los espejuelos y listo. Me recomendaron que los usara por 7 días en casa antes de salir con ellos a la calle, pero me adapté tan rápido que al otro día ya fui a trabajar usándolos.
Me costaron 640 reales (unos 105 dólares al cambio actual), de los cuales pagué la mitad al contado y dividí lo restante a crédito para pagar en 4 partes. A casi un mes de estar usándolos, me han beneficiado bastante, y se mantienen lindos y sanos en mi rostro.