Por Onaí
HAVANA TIMES – Desde la última reconversión monetaria, el bolívar se había mantenido bastante estable en relación al dólar.
Quiero decir, que los precios de los alimentos y otros productos básicos habían dejado de subir de forma violenta, de un día para otro, o de una hora para otra.
Fue casi un año, en el que el gobierno y sus socios económicos se atrevieron a cantar victoria: supuestamente, para ellos, Venezuela se estaba “arreglando”.
Los precios subían, porque en este año no dejaron de aumentar, pero sutilmente, como si no quisieran despertar las alarmas.
Pero hace unos 20 días, quienes tenían algún tipo de ahorro en bolívares, pudieron observar cómo se le hacía agua en el banco, o en sus propias manos. Si con 8 bolívares, o menos, se podía comprar un kilo de harina para arepas, en esas pocas horas en las que el dólar subió, ya no pudo adquirir ni siquiera la más barata de las harinas.
El gobierno acusó a una página web donde se publica el precio del dólar. Llevamos 20 años escuchando las mismas acusaciones. Pero ellos, convenientemente también subieron el precio de “su” dólar.
El asunto fue noticia por varios días.
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