Me amenazan de muerte

Por Nonardo Perea

HAVANA TIMES – El sábado 23 de mayo, por mi cuenta de Facebook recibí amenazas de muerte, y no solo fueron amenazas contra mí, el sujeto bajo una falsa identidad, también amenazó con que a algún familiar mío podría ocurrirle algo, y se vería como un accidente, o algún problema médico.

Ese mismo día también recibieron amenazas varios activistas, escritores y periodistas cubanos, entre ellos el escritor y novelista Jorge Ángel Pérez, la escritora y periodista María Matienzo, y los periodistas Yosmany Mayeta Labrada, y Maykel González Vivero.

Lo que más llama mi atención es que todes formamos parte del colectivo LGTBIQ, y de igual modo trabajamos activamente en las redes.  Mariela Castro, como directora del Centro Nacional De Educación Sexual, y defensora de nuestros derechos, debería tomar cartas en el asunto, pero ya sabemos que pasará de ello, porque para ella somos simples garrapatillas. Solo defenderá a aquellas personas que le sostengan la corona y que no difieran de sus ideas políticas y revolucionarias. Y qué es lo que hace un revolucionario cubano, pues esto, amenazar, acosar, tratar de desestabilizarte emocionalmente.

Actos como estos tienen que ser reportados, y hacerse públicos, para que el mundo sepa cómo marchan las cosas en esa Cuba que cada día muestra más su verdadera cara.

Esto se llama crimen de odio, y pone en evidencia que esos que se hacen llamar revolucionarios, actúan como esbirros, lo hacen bajo perfiles falsos y por tal motivo es casi imposible acceder a la persona real, mucho menos se puede hacer una denuncia formal al gobierno de Cuba, porque te dirían que podría ser cualquiera.

Lo cierto, y más preocupante, es que el sujeto maneja información personal de todos, y anda suelto en las redes, seguramente manejando diferentes perfiles, y no pasa nada porque se siente seguro y respaldado por un desgobierno que le da luz verde para hacer y deshacer a sus anchas.

Ya ni siquiera les importa que algunos de los amenazados vivan fuera de la isla. Por mi parte les digo que no tengo miedo, pueden hacer lo que quieran con mi vida, eso sí, continuaré trabajando en mi arte, y ellos con sus actos, me estimulan cada vez más a hacer arte político,  y se los digo una vez más, nada ni nadie me va a detener, soy libre, ahora vivo en un país libre, y duélale al que le duela seguiré en mi lucha independiente.