El amor en los tiempos del desamor

Warhol P

HAVANA TIMES — Lo que me mueve a escribir este post es una ruptura sentimental, algo muy personal ¿Quién no ha estado enamorado(a) alguna vez?, incluso, a veces no somos capaces de darnos cuenta de lo que en realidad sentíamos por esa persona, hasta que de manera inesperada llega el final.

Hoy lloro, como cualquier ser humano, añorando a esa persona que durante varios años permaneció a mi lado, ya ni siquiera recuerdo sus tantos defectos, solo me vienen a la mente los mejores instantes que pasamos juntos.

Olvido, que alguna vez, al principio de la relación, cuando salíamos a la calle juntos, él prefería ir un poco apartado, porque quizá sentía vergüenza de compartir su vida con otro hombre, he olvidado su manera de no querer cambiar las cosas que ocurrían a nuestro alrededor, de no abrirse al mundo como una persona libre, olvido su temor a ser descubierto por una familia que nunca estuvo cuando él necesito ayuda, y solo estaba yo: lo mejor que le había pasado en la vida, así me decía siempre, era así de simple: lo mejor.

Podría estar llorando frente a este ordenador, mientras escribo, porque ya sé que nada es para siempre, y que las personas cambian muy rápido de pensar y proceder, y la vida es como una planta que mientras va creciendo cambia, todo se transforma, aunque sea a pasos lentos, el cambio de las cosas es inevitable.

Ahora estoy solo, mientras ese hombre que hoy no puedo olvidar, acaricia el cuerpo de una mujer que conoció hace tres o cuatro semanas atrás, y solo le valió eso: era una mujer, ahora sí podrá caminar libremente por las calles y tomarla de la mano, besarla en público, llevarla a visitar a su abuela, a la madre que siempre pregunta, ¿Dónde está tu mujer?, llevas casi cuatro años con ella, y no la he visto nunca. Edificar una falsa historia para todos, engañarla a ella y engañarse a si mismo, ese es el nuevo plan.

Mis amigos me dicen que todo durará mientras él continúe ganando su dinero diario, las cosas están difíciles, una entrada extra es bienvenida, él gana unos cien pesos diarios, ella tiene dos niños pequeños que mantener, debe arreglarse las uñas cada semana, teñirse el pelo, dar prioridad a los niños que crecen.

Solo pienso en las palabras de él; las mismas que utilizó conmigo, y me hago daño si los imagino juntos, y siento mucha tristeza cuando lo escucho decirle, que ella es lo mejor que le ha pasado en la vida.