Tres Reyes Magos cubanos al rescate

Por Nike

HAVANA TIMES – Esto me sucedió el día seis de enero, día de los tres reyes magos. Me levanté para ir a trabajar, era mi primer día después de la navidad y fin de año. Me preparé bien tempranito pensando cómo me iba a ir este día lunes con el transporte que está infernal en la Habana.

Llegué a la esquina de mi casa y me encontré con el primer Rey mago del día. Estiré la mano que es la señal de botella como le dicen aquí en Cuba a la ayuda gratuita que dan algunos choferes, en este caso yo iba a Centro Habana. Cuando el carro paró le pregunté al chofer ¿pasa el túnel? Y el señor Rey Mago me abre la puerta desde su asiento y me dice que sí. Me llevó hasta la puerta de mi trabajo y le di las gracias por un viaje tan cómodo.

Al salir de mi trabajo tuve la suerte de tener un buen viaje en dos “botellas” y llegué a mi casa saltando como una ranita, así le digo porque salta uno de un carro y corre para coger una guagua, así es la cosa por acá.

Qué sorpresa en el punto del gas de la esquina de mi casa, había gas y sin cola.  El gas lo venden por la libreta de racionamiento y por turnos, a mí me correspondía.  Tantas coincidencias juntas son algo increíble en Cuba.  Corro a mi casa en busca de la libreta, y la balita. Cuando la tomo me resulta muy pesada aun vacía. Apenas salgo a la calle con ella aparece el segundo Mago. A este en verdad solo le faltaba el camello. Se trataba de un viejo vecino que bauticé como el segundo Rey Mago del día. 

En el punto del gas el muchacho que despacha estaba muy apurado por cerrar pues eran las 6 de la tarde, cuando voy a pagar se me había olvidado el monedero y es ahí donde aparece el tercer Rey Mago un hombre muy alto, delgado, parecía de las tribus Masáis, que son muy flacos.

Él sacó la billetera y me ofreció el dinero: me lo das después. Wow! me quedé con la boca abierta y le dije que yo no sabía dónde vivía para devolverle su dinero. Él me contestó: “yo estudié en la escuela primaria con tus hermanos y vivo aquí cerquita”, le agradecí por el favor que me evitó tener que volver a mi casa por el monedero y gracias a esta persona, mi tercer Mago, pude pagar la bala de gas. 

Regresé a mi casa con mi gas pues ya no tenía para cocinar. Mi segundo Rey Mago cumplió con su palabra, me llevó la balita hasta mi cocina, la instaló y todos esos favores sin cobrar un centavo.

Me sentí agradecida por los Tres Reyes Magos cubanos, que me alegraron el día con su generosidad. Tuve un día de reyes a lo cubano. 

Lee más del diario de Nike aquí.

One thought on “Tres Reyes Magos cubanos al rescate

  • Me encantaron tus Tres Reyes Magos, personas reales y amables que te hicieron el día. Muy original tu diario, que demuestra que aún existen personas buenas en Cuba.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *