Nuevos absurdos cotidianos en Cuba

Por Nike 

HAVANA TIMES – Hace un tiempo en las páginas de HT publiqué un artículo bajo el nombre “De lo absurdo cotidiano en Cuba”, de ahí el nombre de “Nuevos absurdos… que le he dado a este.

En Cuba la leche es difícil de conseguir. A muchas personas cuando enferman les asignan una libra de leche en polvo al mes, por la libreta y por certificado médico. A estas asignaciones se les llaman dietas. También existen dietas de carne de res, de pescado, etc. Este etc. no es un número infinito lo agrego porque las tres letras con que se designa la palabra etcétera siempre me han parecido elegantes y como este artículo trata de absurdos es un buen momento para decirlo. Vuelvo a la leche de dieta.

Este vecino me cuenta que fue al médico porque siente una acidez insoportable en el estómago. Después de varias pruebas regresa con los resultados a la consulta. Esa mañana la ilusión de recibir una dieta de leche hizo desaparecer la acidez. Aun así, me cuenta, le explica al médico que en aquél momento sentía una acidez muy fuerte. El médico observa atentamente los papeles con las pruebas realizadas a mi vecino. Luego se los devuelve y le dice que en efecto se le está formando una úlcera en el estómago.

Mi vecino, que está próximo a cumplir ochenta años, le pregunta ilusionado por la dieta de leche. El doctor le responde que no lo ha escuchado bien y le explica que se trata de una úlcera en formación y hasta que no tuviera una úlcera bien desarrollada no podía darle una dieta de leche.

Cerca de mi casa hay un edificio que tardó 25 años en construirse. Estaba proyectado para 55 apartamentos, pero como consecuencia de la crisis de la década del 90, el mal llamado periodo especial, se quedó en 33 apartamentos. La cisterna para el almacenamiento de agua fue hecha para 55 apartamentos. Un buen día terminadas las obras se apareció en el lugar una inspectora de sanidad.

La inspectora dijo que aquella cisterna era muy grande para el edificio y que había que reducirla, y   mandó a que se vertiera en ella una concretera de hormigón para reducir el espacio interno de la cisterna. Por suerte debido al periodo “infernal” ya no había materiales y los vecinos del edificio disfrutan hoy de agua en abundancia.

Hoy, momentos antes de sentarme a escribir este artículo, caminaba junto a un amigo rumbo a mi casa, de repente, al cruzar la calle, él me tira del brazo y me dice que a partir de allí la acera que nos corresponde es la de la izquierda yo le digo que prefiero la derecha. Por un momento mi amigo me miró desconcertado. De repente nos echamos a reír imaginando que alguien al escucharnos entendiera que sosteníamos un debate político. 

Hace algunos años recibí en mi casa una citación de la policía, para que mi sobrina se presentara en las oficinas del carnet de identidad, pués hacía más de seis meses había cumplido los 16 años. Este carnet en Cuba marca la mayoría de edad y es de carácter obligatorio.

La información de la policía con respecto a la edad de mi sobrina era correcta lo que no sabían era que mi sobrina hacía nueve años se había ido definitivo del país.

Los absurdos en Cuba son atemporales y siempre llevan la marca del tiempo donde se producen. El siguiente es un ejemplo muy reciente.

Una vecina despertó con la certeza de que ese día no tenía nada para cocinar. Como una rutina abrió el congelador y descubrió una jaba de pollo que de inmediato puso a descongelar. Salió a la calle en busca de viandas y frijoles para acompañar el pollo.  Al volver, el pollo estaba descongelado, al abrir la bolsa descubrió que era basura.

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