Gota a gota, seguro se agota

Por Miguel Arias Sánchez

 

HAVANA TIMES – Todos conocemos la importancia que tiene el agua para la vida. Desde pequeño, en las escuelas nos hablan de ella, y además crecemos aprendiendo sobre su uso para el cuerpo y para todos los momentos de la vida.

Según estudios científicos, el hombre puede sobrevivir más días sin alimentos, sin embargo, por falta de agua resistiría mucho menos. Así mismo funciona para el resto de las actividades humanas y para el planeta todo.

En nuestro país, desde hace muchos años, a través de los medios de comunicación se hacen campañas para su ahorro. Gota a gota, el agua se agota, nos recuerdan a cada rato, sin embargo, tal parece que esto se ha convertido en un slogan vacío, que la gente escucha y hasta repite, pero no interioriza. 

Día a día, en el recorrido de cualquier ciudadano por las calles y ciudades de la Isla, sin importar la provincia donde esté, podrá observar que los salideros de agua potable –a veces, incluso, mezclados con las aguas negras-, pululan por doquier.

Mi experiencia cotidiana me dice que no es solo un problema de la población, aunque también. Muchos de los salideros de agua tienen que ver con roturas en tuberías en plena calle, que tardan horas y hasta días en arreglar por las entidades pertinentes.

Un domingo a las siete de la mañana, recorriendo el reparto Bahía, me detuve cuando vi un fuerte chorro que había estado brotando durante toda la noche y seguía en las mismas condiciones mientras la mañana avanzaba.  ¿Cuántos metros cúbicos de agua se derramaron? Me sorprendía la pasividad de los vecinos, nadie pudo poner algún tapón para que no se escapara el líquido, nadie parecía asombrado o preocupado.

Una vecina me dijo que esa tubería de la calle no la pueden arreglar ellos, tiene que venir el organismo del Estado que se encarga de eso, y ya hacía muchas horas que la habían reportado.

Conclusión, el agua se perdía. Y así he visto otros chorros que parecen fuentes, emanando el líquido a cualquier hora y durante mucho tiempo, en la calle.

Entonces, ¿de qué sirve tanta propaganda por la televisión para el ahorro de agua, para que cuidemos la que tenemos? Podremos ser capaces –aunque también nos cuesta mucho- de eliminar los salideros en nuestras propias casas, y de consumir menos, pero ¿y lo que no depende de nosotros?

¿Cómo exigir que Aguas de La Habana o Comunales llegue a tiempo e impida el derroche? A veces pasan muchos días hasta que los arreglan, y todo ese tiempo, vertiendo. En este tema todos somos un poco culpables, otro poco indolentes y muy responsables.